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Félix de Azúa: «Es imposible escuchar a Pablo Iglesias cinco minutos sin echarse a reír»

14576994783140El escritor ingresó recientemente en la RAE y asegura que la lengua catalana «dejó de existir» para él cuando se convirtió «en un imperativo legal».

El escritor Félix de Azúa ingresó en la Real Academia Española (RAE) para ocupar la silla H de la institución en un momento en el que «tedio, aburrimiento y peñazo son las palabras que definen» la situación política española y en la que destaca al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a quien define como «cursi».

«Iglesias debería estar tomándole el pelo a unos chicos de 18 años que no tengan ni idea de por dónde va el mundo, que es su clientela. Una persona madura y con un poco de cultura no puede escucharle más de cinco minutos sin echarse a reír«, ha asegurado en una entrevista con Europa Press el futuro académico.

En este sentido, también ha cuestionado que se le pueda considerar «un buen orador«. «Una persona que cada vez que cita un clásico de la filosofía lo cita mal es un ignorante y alguien con poca cultura, algo que me parece general en los dirigentes de Podemos que conozco», ha apuntado.

Preguntado sobre el uso del lenguaje de los actuales políticos, Azúa no solo ha criticado al líder de Podemos, sino que también ha aludido al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. «Si lo de Iglesias es de risa, lo suyo es patético. Un hombre que en toda su vida solo ha leído el ‘Marca’…pero bueno, supongo que es un buen representante de este país«, ha ironizado.

En general, entiende que la actualidad política es «de risa» y el problema de los dirigentes es que «no han entendido lo que significa la democracia«. «Creen que democracia es salir ellos en televisión o mirarse en el espejo, pero cuando les ha tocado negociar han demostrado que no tenían ni idea», ha aseverado.

El discurso de Azúa, que ocupará el sillón que previamente perteneció al medievalista Martín de Riquer, girará en torno al lenguaje de las armas y el Renacimiento, tal y como ha adelantado el propio autor. Además, como es tradición, hará mención a su predecesor, a quien conoció y le tenía «un gran respeto».

El nuevo académico no cree que la RAE sea «un cementerio de elefantes» y ha defendido su labor. «Ha cambiado mucho en los últimos años, es una institución muy digna donde la gente trabaja y cuida el tesoro ‘número uno’ de este país: el lenguaje», ha señalado. De hecho, uno de los puntos que considera ha mejorado es el acceso de la mujer, ya que cada vez ingresan «más profesionales muy bien valoradas y que cumplen dignísimamente su papel».

A pesar de admitir que «un mundo solo con mujeres sería mucho mejor«, no cree en la imposición legal de la paridad, y pone como ejemplo al lenguaje. «Yo hablé catalán hasta que esta lengua se convirtió en una imposición legal. A partir de ahí, dejó de existir para mi», ha matizado.

Cuestionado sobre su opinión respecto a nuevas palabras como ‘youtuber’ o ‘millenial’, ha alertado de que se tratan de términos que «seguramente duren cuatro días», por lo que insta a ser prudentes para admitirlos en el diccionario. «Quién se acuerda ya de los contestadores telefónicos o los ‘disquetes’. Con todo lo que depende de la técnica hay que tener mucho cuidado», ha asegurado.

Precisamente, para Azúa la apuesta por el diccionario digital que llevará a cabo la RAE en la próxima edición puede «convertirse en un laberinto inextricable». «En la Red no hay jerarquías y en una cuestión como el idioma, que todo cambia muy rápido, carecer de dirección es suicida», ha indicado.

Sobre la imposibilidad de compatibilizar las pensiones con los derechos de autor de las nuevas obras, el escritor ha afirmado que se trata de «una situación muy triste». «Es monstruoso. Si con 70 años no puedes darle a una persona que ha escrito toda su vida esta opción, le estás convirtiendo en un incapacitado», ha destacado.

Aunque haya lamentado la escasa atención de la política a la cultura «en favor del fútbol, que se lleva todo el dinero», Azúa ha concluido con un llamamiento a la producción artística. «Mientras haya gente que se dedique a la obra de arte, sea buena, mala o incluso una tomadura de pelo, los consideraré los mejores ciudadanos«, ha explicado.

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