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10 análisis para entender el 2024 de América Latina

Para la región, este fue un año movido en lo político y moderado en lo económico. Desde CONNECTAS hemos buscado entenderlo con el análisis y la explicación de expertos en nuestro TQH semanal. Te recomendamos unos para entender el año.

 

 

Como sabrán nuestros lectores de vieja data, en CONNECTAS hemos adoptado la costumbre de realizar, al finalizar el año, un recuento de algunas de nuestras piezas de análisis —que llamamos Tenemos Que Hablar o TQH—. Es un ejercicio que nos agrada, pues nos permite retomar sucesos que hemos analizado, verlos con algo más de perspectiva y, en la relación entre ellos, entender las dinámicas que más nos han llamado la atención en América Latina.

Este año no ha sido un ejercicio tan sencillo. No solo por la cantidad y diversidad de hechos de coyuntura que poblaron el calendario latinoamericano, bien nutrido de elecciones democráticas (unas verdaderamente “democráticas” y otras solo en apariencia). También por la incertidumbre que queda en el aire sobre lo que pueden significar para el 2025. Varios hechos que hemos analizado este año nos dejaron una sensación similar al ambiente tenso que se siente antes de una tormenta.

Algunos de estos ya demostraron sus consecuencias: la persecución y encarcelamiento de activistas y opositores políticos, las propuestas políticas de retórica incendiaria, la profundización de dramas humanitarios, como en el caso de Haití. Y también hubo buenas noticias, como la disminución de la migración, que venía disparada en 2023.

Justo es decirlo, hay situaciones que, cuando las analizamos, parecía que tendrían un desarrollo diferente al que al final tuvieron. Pero en todo caso, la mayoría de los análisis que hemos hecho (nutridos por las voces de los expertos) han resultado una buena guía para entender los problemas estructurales de la región.

Por eso —nuevamente, como todos los años— te compartimos los diez TQH que sentimos que explican mejor los desarrollos políticos, económicos y culturales que tuvieron lugar este año en la región. Los que describen mejor las tendencias que pueden configurar el futuro a corto plazo de América Latina este 2025.

 

Estado de excepción - State of Exception

En enero, un hecho en Ecuador sacudió el país: un grupo de criminales armados irrumpió en el canal de TC Televisión y, en plena transmisión en vivo, amenazaron a los periodistas y los retuvieron por horas. Solo dos días antes se había fugado alias ‘Fito’, líder de la banda de Los Choneros. La situación provocó una crisis a la que el Gobierno de Noboa respondió decretando un “conflicto armado interno” y un estado de excepción.

En un análisis a principios de año, nuestra editora Fabiola Chambi se preguntó qué tan pertinente podría ser esta medida, que sacrifica la institucionalidad en pro de un discurso de seguridad, y anticipó un riesgo que se terminó materializando: que el estado de excepción se prorrogue indefinidamente —Noboa decretó o prorrogó esta medida cinco veces en el año—.

Como pasó en El Salvador y Honduras, esta herramienta, que debe ser transitoria, se volvió la nueva normalidad. Eso dibuja una creciente tendencia en el continente hacia el uso de mecanismos constitucionales similares con el fin de enfrentar problemas de seguridad: también Perú, Chile, Haití y Jamaica han recurrido a ellos este año, en la totalidad o en parte de su territorio.

 

Incendios forestales - South America

Otro hecho que marcó agenda este año fue el de los incendios forestales. Otra vez, como todos los años, y cada vez son más graves. En febrero fue Chile; un incendio en Valparaíso, zona centro-sur del país, mató a 132 personas y dejó a cientos de familias sin hogar. De junio a octubre, fue el turno de Bolivia, donde los incendios fueron tan graves que por varios días un humo intenso cubrió a La Paz.

A raíz de la tragedia en Chile, nuestra editora Grisha Vera se preguntó quién es responsable por estos desastres, especialmente de su falta de prevención. Se sabe que cada año, en la temporada seca, habrá incendios. ¿Pero qué hacen los gobiernos para implementar políticas de adaptación en el uso del suelo y para evitar las tragedias humanas?

Tras la catástrofe, la Fiscalía chilena fue rápida en culpar a “manos criminales” (meses después, en noviembre, abrieron una causa contra un grupo de brigadistas que habrían provocado el incendio para cobrar horas extra). En general, las autoridades sudamericanas suelen culpar a unos pocos o a factores naturales. Pero hay poca autocrítica para fiscalizar las responsabilidades estatales, como las llamadas leyes incendiarias que incentivan las quemas agrícolas en Bolivia y que se salen de control.

 

Irrupción en la embajada de México en Ecuador

Este fue otro análisis que resultó siendo (preocupantemente) más premonitorio de lo que pensábamos en abril, cuando Suhelis Tejero lo escribió, a raíz del asalto de la Policía ecuatoriana a la embajada de México en Quito para llevarse al ex vicepresidente Jorge Blas, condenado por corrupción y quien estaba allí en asilo político. El hecho crispó las relaciones entre Ecuador y México, hasta el punto de la ruptura de las relaciones diplomáticas.

Pero de fondo anunció un quiebre más grave en la región: el del derecho de asilo, la gran contribución de América Latina al ordenamiento internacional, que está hoy muy en entredicho por culpa de la polarización y el deterioro de las vías democráticas entre los países. El caso más reciente (y grave) es el de los ataques a la embajada argentina en Caracas.

Pero esa es quizás solo la muestra más evidente de algo más de fondo: el debilitamiento de los canales diplomáticos en toda la región. Como nos advirtió una experta: estamos ante el “resquebrajamiento de las reglas básicas de convivencia a nivel internacional”.

 

Elon Musk

Ya que hablamos de polarización, tenemos que hablar de Elon Musk. El hombre más rico del mundo fue un protagonista atípico este año en América Latina. Habló (siempre desde su red social, X) del peligro del “socialismo extremo” en Venezuela, enalteció la llegada de Milei a la presidencia en Argentina y alabó las opiniones del salvadoreño Nayib Bukele.

En otras palabras, Musk apostó sin miramientos por la derecha política en la región (como en varios países del mundo) y desde su emporio tecnológico se posicionó como un importante referente de la derecha latinoamericana. Sin contar, claro, que ayudó a poner al candidato republicano en la silla presidencial más poderosa del mundo.

Por su poderío económico y su influencia mediática, esto promete convertirse en un factor no menor en la geopolítica latinoamericana, según analizó nuestro editor Leonardo Oliva. Ya lo ha sido en Brasil, donde cazó una pelea con el Poder Judicial, que le ordenó bloquear cuentas asociadas a la desinformación (orden que Musk ha rechazado, para aplausos de figuras de la derecha local, como Bolsonaro) y en Argentina con Milei, con quien se ha reunido ya al menos cuatro veces. En ambos países, las empresas del magnate tienen importantes intereses económicos y le conviene tener aliados. ¿Qué tanto pesará su influencia?

 

Derechos humanos _ feminismo - Mujeres - women’s rights

Detrás del enamoramiento latinoamericano con figuras como Musk, está una tendencia de la que hemos hablado ya en varias ocasiones: la radicalización de la derecha, muchas veces en reacción a los movimientos considerados woke. Un caso en abril fue muy representativo de esta lucha cultural: un tribunal de Nueva York invalidó una de las condenas por violación impuestas a Harvey Weinstein.

Las múltiples denuncias de acoso sexual en contra del productor estadounidense fueron uno de los encendedores del movimiento MeToo en 2017, por lo que el giro resultó especialmente elocuente, y no podíamos dejar de analizarlo. En particular, por su coincidencia temporal con la embestida de sectores conservadores a cambios ganados por el movimiento feminista dentro de la gestión pública.

Este año, en Perú se viene discutiendo en el Congreso cambiar el nombre de Ministerio de la Mujer por el de Ministerio de la Familia. En Ecuador se consideró un cambio similar de nombre; al final, el Gobierno reculó en el cambio nominal, pero impuso al Ministerio funciones más amplias. En Argentina, el presidente Milei degradó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad a subsecretaría en el Ministerio de Capital Humano y prohibió la “perspectiva de género” en la administración pública.

 

Claudia Sheinbaum - México - Presidenta

Esa preocupación sobre los derechos de las mujeres podría parecer incompatible con la noticia que siguió poco después: el primero de octubre, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidente mujer de México.

Aunque viéndolo a fondo, el triunfo de la primera mujer fue un hito con bemoles para la causa feminista: las propuestas feministas estuvieron particularmente ausentes de la campaña, a pesar de que enfrentaba a dos mujeres. Mucho más que en razón de su género —analizó Suhelis Tejero—, Sheinbaum llegó movida por la fuerza política de López Obrador. Fuerza que se consolidó no solo en las elecciones de septiembre sino por la aprobación de su reforma a la Justicia.

Justamente ese poderío representa un reto superlativo para la presidente del segundo país más poblado de la región, uno que ya han enfrentado (con muy pobres resultados) otros ‘sucesores’ de líderes híper populares en varios países del vecindario: ¿es posible ser el delfín de un presidente personalista sin arriesgar la gobernabilidad?

 

Elecciones - Venezuela - Nicolás Maduro - Fraude electoral

Las elecciones presidenciales en Venezuela fueron probablemente la coyuntura más crítica del año para la geopolítica latinoamericana. Varios países se apresuraron a darle la espalda al régimen de Maduro. Solo Cuba, Honduras, Nicaragua, Bolivia y San Vicente felicitaron al chavista por la victoria.

Si bien la polarización era imaginable, la contundencia de las evidencias que demostraron el fraude electoral sorprendió al mundo. La oposición presentó las actas de votación de 83,5% de las mesas, según las cuales Edmundo González ganó con 67% de los votos. Los hechos fueron demasiado evidentes: Maduro quedó prácticamente solo. Incluso Lula da Silva, que en un principio buscó un acercamiento más mediador con el régimen, acabó por decir que no reconocería los resultados anunciados por el chavismo hasta que haya “pruebas” que lo demuestren.

Ese escenario geopolítico será determinante para lo que pase el 10 de enero, cuando debe asumir el cargo el próximo presidente. La respuesta diplomática de los países vecinos será clave para entender la sostenibilidad del régimen. Y si bien Maduro quedó solo en la región, sí tiene el apoyo de Rusia y China. Y tiene el petróleo, mucho petróleo…

 

Influencers

Otro fenómeno que analizamos fue el creciente poder político de los influencers. Varios políticos se están valiendo de su alcance para posicionar su discurso por fuera de los medios tradicionales. Los gobiernos de Petro en Colombia, López Obrador en México y Milei en Argentina se han acercado a influencers políticos para mover su mensaje. Muchas veces, también para desinformar.

Nuestro editor Carlos Gutiérrez habló con expertos y analizó este fenómeno que, todo indica, llegó para quedarse. Eso es más que una transformación de las formas de comunicación. Es pasar a un ecosistema de comunicaciones políticas sin las normas éticas del periodismo, sin corroboración y donde las motivaciones reales son poco transparentes.

 

Donald Trump - Presidente

El cargado año electoral del continente cerró con la carrera presidencial más esperada del mundo como cereza del pastel, las elecciones en Estados Unidos, en las que el republicano Donald Trump arrasó: ganó contundentemente la Presidencia y se quedó con el Senado y la Cámara de Representantes. Lo hizo con una propuesta aún más caudillista que en su primera etapa, mezclando la mentira, el insulto, la misoginia, el racismo, las amenazas y la polarización, analizó nuestro editor Octavio Enríquez.

Los expertos coinciden en que ese poder que tendrá Trump (con mayorías republicanas en las tres ramas del poder) le permitirá lograr cambios más extremos con consecuencias inciertas. Al menos en la experiencia latinoamericana, esa mezcla de caudillismo y poder absoluto nunca ha salido bien.

Para América Latina, lo inmediato parece ser un impacto en lo comercial (con el anunciado endurecimiento de la guerra comercial con China) y en el tema migratorio (Trump amenaza con expulsar del país a los más de 11 migrantes irregulares que viven en territorio estadounidense). Cualquiera de estos dos puede significar un impacto superlativo para la región.

 

Cerramos nuestros análisis recomendados con este de Leonardo Oliva sobre el primer año de Javier Milei. El excéntrico presidente argentino ha recibido un balance de luces y sombras, según a quién se le pregunte. Por un lado, las cifras macroeconómicas lo avalan: logró bajar la inflación mensual de un altísimo 50% cuando asumió a 2,4% en la última medición en noviembre. Eso le permitió cerrar su primer año muy sólido políticamente.

Pero la motosierra fue implacable con varias carteras clave de inversión social y su lucha “cultural” contra el “socialismo” tiene tonos que podrían considerarse extremos (se enorgullece de ser un negacionista del cambio climático y de la llamada ideología “woke”) e, incluso, autoritarios.

Ante la popularidad del “Loco”, cabe la pregunta de qué tanto podría inspirar a los movimientos conservadores (él se considera un profeta de la batalla cultural contra el socialismo y, más allá, contra el gasto público). Ya hay varios políticos que hablan, como él, de una reducción drástica del Estado.

 

ENLACE A LA NOTA EN #CONNECTAS»; https://www.connectas.org/10-analisis-para-entender-el-2024-de-america-latina/

 

 

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