23 de Enero, el retorno de la esperanza en Venezuela
Los escenarios que pueden surgir y las probabilidades de éxito de cada uno.
1. Los cabildos abiertos realizados en las últimas horas revelan una reactivación de quienes quieren un cambio en el país.
2. La asistencia ha superado las expectativas de los organizadores. Vale resaltar que la mayoría de sus asistentes son adultos, y que este hecho puede definir el carácter de la protesta nacional del 23 de enero.
3. Pueden haber muchas explicaciones a estos concurridos cabildos abiertos. Pero hay tres indiscutibles: la severidad de la crisis, la determinación de quienes sienten que ya nada tienen que perder (ya perdieron todo), y la cohesión y sabiduría con que ha actuado la oposición durante las últimas semanas. La confianza está retornando.
4. Desde las elecciones parlamentarias de 2015 no habíamos visto tanta madurez y aplomo en la dirigencia opositora. Esto es un hecho relevante.
5. Todas las decisiones que han tomado han estado signadas por la autocrítica, la rectificación, el acierto, y la claridad en el norte estrategico. Ya saben que la crisis se superará en un escenario de lucha férrea pero inteligente. Saben que las aventuras son claramente suicidas. Saben que el todo o nada no existe. Saben que el gobierno está debilitado pero la oposición también. Saben que hay que conducir la carreta sobre caminos sinuosos y empedrados, con muchos obstáculos, y evitar caer en el barranco. Esta sería la última caída. Puede ser mortal.
6. Los diligentes de oposición ya saben que de lograrse una victoria a corto plazo, en esta oportunidad deben darle una lectura correcta a la misma sin incurrir en demencias políticas, sin sobrestimar las fuerzas propias y sobre todo sin subestimar al adversario. Ya saben que jamás deben repetir los errores del 11 de abril y los errores que sucedieron a la victoria parlamentaria de 2015.
7. La decisión de otorgar amnistía a civiles y militares relacionados con el gobierno que decidan contribuir a un cambio democrático es el resultado de esa madurez política adquirida. Por cierto, tardaron mucho en aprobarla. Esta es la primera concesión clave que hace la oposición al gobierno (los militares son el gobierno real) para impulsar un pronto desenlace a la crisis.
8. La amnistía es la primera ficha que se pone sobre el tablero de las negociaciones inevitables. Y eso es lo que está buscando toda, absolutamente toda la comunidad internacional, y por si fuera poco el 70% de los venezolanos. Nadie quiere guerras.
9. Otra demostración de madurez es no haber juramentado a Juan Guaidó como presidente interino en la reciente sesión de la Asamblea Nacional. De haberlo hecho, con toda seguridad no iba a despachar desde Miraflores sino desde El Helicoide. Y esta sería otra baja más. Es eso lo que se quiere? Juan Guaidó, al igual que su partido Voluntad Popular, están demostrado mucho aplomo y sabiduría. Su reto será mantener esa línea de conducta y no fallarse.
10. La política es el arte de lo posible, es el arte de surfear. La lucha por el poder es cuestión de cañones que siempre deben contarse antes de las batallas.
11. El 23 de enero se ha convertido en otra fecha emblemática. Quizás ese día tengamos manifestaciones muy concurridas, y ese día será la prueba de fuego de la dirigencia opositora. Como ciudadano comienzo a confiar en ella.
12. El 23 de enero no es el día de la batalla final pero sí podría ser el día de decirle al gobierno y al mundo entero que todos los venezolanos (incluyendo los chavistas) salieron pacíficamente a las calles a exigir un cambio verdadero. Debiera ser el día de un “ya basta”.
13. Esa protesta no es para tumbar al gobierno (entre otras razones porque no tiene el poder para hacerlo) pero sí debe ser la ocasión para la reafirmación de las mayorías, de incrementar la autoconfianza, de rescatar la esperanza extraviada. Sería el despertar del letargo en que se encontraba mucha gente. Eso ayudará a decirle al gobierno que ya no están solos haciendo lo que les venga en gana.
14. Si asiste mucha gente a la protesta cívica, esto podría ayudar a aclararle la mente a quien dirige el gobierno.
15. Si no asiste mucha gente, igual Venezuela entrará en una nueva fase política marcada por cambios de estrategias y quizás (no necesariamente) de algunos actores.
16. Ahora es cuando comienza el proceso más enriquecedor de la nación. Todo se derrumbó. Todo está por hacer de nuevo.
17. Es hora de sinergias nacionales, de una nueva narrativa política, de nuevos liderazgos, de mucha proactividad, de grandes entendimientos para impedir que perdamos el país al que pertenecemos.
18. Es la hora de sepultar para siempre esta era de confrontaciones inútiles, destructivas y miserables que jamás debimos tener.
Dios bendiga a Venezuela
@JesusSeguias
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