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40 años sin Jean Seberg, al final de la escapada había un suicidio con barbitúricos y alcohol

Su marido acusó al FBI de asesinarla. Antes habían difundido que la actriz de la Nouvelle Vague estaba embarazada de un Pantera Negra

Sobre la tumba de Jean Seberg en el cementerio de Montparnasse en París hay flores frescas, un olivo y una fotografía en blanco y negro de la actriz estadounidense sonriendo con un sombrero sacada de una de las escenas de la película Al final de la escapada (À bout de souffle). «Jean Seberg: 1938-1979», reza simplemente el cartel que hay sobre la lápida.

Este viernes 30 de agosto se cumplen 40 años de la muerte de la actriz, icono de la Nouvelle Vague francesa, en un aparente suicidio. En Cannes se estrena una película Seberg sobre su vida y obra, protagonizada por Kirsten Stewart de Amazon Studios.

 

 

Jean Dorothy Seberg nació en 1938 en Marshalltown, en el estado de Iowa (Estados Unidos) y murió en París (Francia) a los 40 años de edad tras ingerir un cóctel mortal de barbitúricos y alcohol. Fue la Juana de Arco de Otto Preminger, la estrella de Jean-Luc Godard, la esposa del escritor y diplomático Roman Gary, amiga de los Panteras Negras y víctima del FBI.

La actriz en en un fotograma de la película ‘Al final de la escapada’, de Jean-Luc Godard.

Su carrera como actriz comenzó en 1957 con Santa JuanaPreminger la eligió entre 12.000 candidatas para encarnar a la Doncella de Orleans, la joven y mística campesina francesa que guió al Ejército francés en la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra, logró que Carlos VII fuera coronado rey de Francia y murió en la hoguera tras ser acusada de herejía. La actriz tenía 17 años.

 

 

Seberg, la actriz, nació el día que se cortó el pelo corto a lo Juana de Arco. Su «coupe garçonne» se convirtió en su sello de identidad en la gran pantalla y tuvo una legión de imitadoras en los años 60. Un corte de pelo que la actriz también lució cuando interpretó a Cécile en Buenos días, tristeza y a Patricia en Al final de la escapada.

Una entrevista en 1960, luego del éxito de «Al final de la escapada»:

 

El fracaso de crítica y taquilla de Santa Juana y el éxito moderado de Buenos días, tristeza (1958), basada en la novela de la escritora francesa Françoise Sagan, parecían que iban a frenar su carrera hasta que Godard se cruzó en su camino. Seberg se convirtió en musa de la Nouvelle Vague (nueva ola), un movimiento que, con su libertad de expresión y libertad técnica, rompió por completo los códigos narrativos imperantes en el cine hasta ese momento.

 

 

Al final de la escapada (1960) de Godard catapultó las carreras de Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Belmondo encarnaba a Michel Poiccard, un ladrón del tres al cuarto, que tras matar a un policía en Marsella, se reencuentra en París con Patricia, una estudiante liberal americana, que sueña con matricularse en la Sorbona y ser periodista. Michel trata de convencerla de que huyan juntos a Italia. La imagen de Seberg vendiendo periódicos, con su camiseta blanca del New York Herald Tribune y sus pantalones negros de pitillo, por los Campos Elíseos ha quedado grabada en la retina de muchos cinéfilos.

      Fotograma de la película ‘Buenos días tristeza’

«A los ojos de la juventud francesa, Patricia-Jean, después de la Cécile de ‘Buenos días, tristeza’, se convertía en un símbolo de la liberación femenina«, según Maurice Guichard, autor de la biografía de la actriz Jean Seberg. Retrato francés (ediciones Jacob-Duvernet).

A lo largo de su carrera, rodó con grandes estrellas como Sean Connery, Serge Gainsbourg, Clint Eastwood, Burt Lancaster, Dean Martin y Kirk Douglas, entre otros. Tuvo más éxito en Europa que en Hollywood. Seberg, rebelde y apasionada, no logró adaptarse a las servidumbres de los grandes estudios de la meca del cine. Su carrera como actriz estuvo llena de altibajos, al igual que su vida personal.

Con Clint Eatswood y Lee Marvin en una escena de «Paint your wagon» (1969).

 

La actriz estuvo casada en tres ocasiones: con el director de cine François Moreuil (1958-1960), con el escritor Romain Gary (1962-1970) y con el director y actor Dennis Berry (1972-1979). Tuvo un hijo, Alexandre Diego, fruto de una relación extramatrimonial, cuando estaba a punto de divorciarse de Gary, ganador de dos premios Goncourt. Vivió un romance apasionado con el escritor mexicano Carlos Fuentes y tuvo varios amantes.

    Jean Seberg junto a Romain Gary en París, 1962

Seberg sufrió a lo largo de su vida depresiones y crisis nerviosas. Intentó suicidarse en varias ocasiones y estuvo internada en varias clínicas. En la gran pantalla, también interpretó a mujeres con problemas mentales. Encarnó a la enigmática y seductora Lilith, una paciente esquizofrénica ingresada en un sanatorio mental para personas pudientes. De ella se enamora un nuevo terapeuta, interpretado por Warren Beatty, en la película Lilith (1964) de Robert Rossen, una de las favoritas de la actriz. Y fue Adriana, una mujer depresiva y ninfómana, en filme de autor Los pájaros van a morir a Perú (1968) de Romain Gary.

 

 

Dennis Berry, tercer esposo de Jean, consideraba que las dos películas que explican mejor quien era Jean Seberg eran Santa Juana y Lilith. «Juana de Arco invocaba su idealismo visceral; inexperta no pudo exprimirla con suficientemente fuerza en la pantalla. A pesar de ello, quedó impregnada de este personaje, toda su existencia, intentando serlo toda su vida, y acabó por hundirse en una desesperación totalLilith, por su parte, se había convertido en la cara oculta de Jean en sus peores días«, según explica Guichard en su libro.

La actriz, defensora de los derechos civiles en Estados Unidos y simpatizante del movimiento radical de los Panteras Negrasfue víctima de una campaña de difamación del FBI de John Edgar Hoover. El FBI divulgó en los años 70 el rumor falso de que la actriz estaba embarazada de un líder de los Panteras negras para dañar su reputación. No era cierto. Su hija Nina, que no era negra, murió a los días de nacer, lo que la hundió aún más en la depresión.

En sus últimos años de vida, Seberg se vio sumergida en un proceso de autodestrucción. Abusaba de los barbitúricos y el alcohol. Intentó suicidarse en varias ocasiones, muchas de ellas coincidiendo con el aniversario de la muerte de su hija.

         Fotograma de la película ‘Al final de la escapada’

El 30 de agosto de 1979, Seberg salió de su apartamento parisino y desapareció. Su cuerpo, desnudo y envuelto en una manta, fue encontrado el 8 de septiembre en estado avanzado de descomposición en la parte trasera de un Renault 5 en una calle de París. «Diego, mi hijo querido, perdóname. No podía vivir más. Compréndeme. Sé que puedes hacerlo y sabes que te quiero. Sé fuerte. Tu mamá que te quiere», decía la nota de suicidio.

La autopsia reveló que los barbitúricos le habían causado la muerte, pero también que había ocho gramos de alcohol en su sangre. En el coche, sin embargo, no encontraron ninguna botella.

Su segundo marido, Romain Gary, dio una rueda de prensa días después en la que señaló con el dedo al FBI, como el causante indirecto de la muerte de la actriz. La actriz no había logrado superar la campaña de desprestigio del FBI y el fallecimiento de su hija. A su entierro, el 14 de septiembre de 1979, acudieron sus tres maridos, su hijo Alexandre Diego y su último novio, Ahmed Hasni. El actor Jean-Paul Belmondo también estuvo en el cementerio.

La muerte de Seberg dio paso a teorías de la conspiración. ¿Fue suicidio o asesinato? Su guardaespaldas Guy-Pierre Geneuil estaba convencido de que fue asesinada y que la actriz pagó por sus amistades revolucionarias, sus dudosas compañías y la hostilidad permanente del FBI.

Geneuil, autor del libro Jean Seberg, mi estrella asesinada (Ediciones 1), cree que la dosis letal de alcohol que tenía en la sangre le fue inyectada a la actriz y que los argelinos estaban detrás. Seberg, poco antes de morir, dijo que estaba presa en el engranaje de la mayor red argelina de tráfico de drogas. Seguir la pista argelina, tenía un riesgo para las ya complicadas relaciones entre Francia y Argelina. A falta de pruebas, la investigación no se reabrió.

Su segundo marido, Romain Gary, se suicidó en 1980 disparándose un tiro en la cabeza, quince meses después de la muerte de la actriz. «Día D. Ningún vínculo con Jean Seberg», decía la nota que dejó antes de apretar el gatillo.

 

 

 

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