Papel Literario (28 septiembre 2025): José Rodríguez Iturbe / Jonatan Alzuru
Amigos lectores:
I.
El 24 de septiembre, José Rodríguez Iturbe (1940) cumplió 85 años. Decir que Pepe, como le llaman sus amigos, es hombre de fe, Abogado, Doctor en Ciencias Políticas, Doctor en Derecho Canónico, político, parlamentario a lo largo de 24 años, figura internacional del socialcristianismo, autor de no menos de 40 libros -ensayos y biografías-, profesor universitario y más, podría ocultar sus excepcionales cualidades personales. Un rápido repaso por sus publicaciones pone en evidencia sus múltiples e interconectados intereses: el Derecho, la política, el bolivarianismo, la historia de Venezuela y los héroes del siglo XIX, el Caribe, las relaciones internacionales, autores como Mario Briceño Iragorry, Fermín Toro y Andrés Eloy Blanco, la Iglesia, la política venezolana de nuestro tiempo, la modernidad y la posmodernidad, el fascismo italiano, el nazismo y el Tercer Reich, la Revolución Comunista soviética y muchos otros innumerables asuntos afines. Un pensador de la complejidad de nuestro tiempo. Venezolano que en el exilio ha logrado una producción intelectual extraordinaria.
II.
¿A dónde me dirijo con esta acumulación de datos? Constituyen el fundamento de esta afirmación: Rodríguez Iturbe es uno de los más altos y persistentes investigadores e intelectuales venezolanos de las últimas seis décadas. Disciplinado, riguroso, brillante y articulado pensador. Autor al que debemos leer y escuchar. Uno de esos ciudadanos que no levantan la voz en vano. Que no repiten bagatelas ni frases hechas.
III.
Me comuniqué con Andrés Caldera Pietri para contarle de mi propósito de organizar un homenaje a Rodríguez Iturbe, y preguntarle a quiénes podría invitar. Por fortuna, recibí mucho más que eso: su respuesta fue, me ocuparé. Así, entusiasta y eficaz, definió los invitados, habló con cada uno y coordinó la entrega puntual, para que este dossier circulara inmediatamente después del 24 de septiembre. A sus prestas diligencias debemos los textos de:
· Naudy H. Suárez Figueroa (Homo religiosus, homo politicus);
· Edgar Cherubini Lecuna (Mito y poder);
· Francisco Plaza (El sueño de la razón);
· Sadio Garavini (Las dos caras de Jano);
· Asdrúbal Aguiar (La persecución de las sombras);
· Oswaldo Álvarez Paz (Pepe);
· Del propio Andrés Caldera Pietri (El reto del mañana);
· Y de Julio Borges Junyent (La crisis espiritual de la democracia).
Cada uno, a su modo, agrega perspectivas y memoria a la figura de ese magnífico venezolano. Ocupan las páginas 1 a la 8.
IV.
Muchas veces escuché a altos dirigentes de Acción Democrática elogiar sin reparos los talentos de Rodríguez Iturbe como orador. Carmelo Lauría decía que sus discursos elevaban el nivel de la política parlamentaria. Lewis Pérez repetía: no hay otro tan brillante. Oswaldo Álvarez Paz recuerda la faceta del hombre de los grandes discursos en su Pepe.
V.
Pasó que Andrés Caldera Pietri y sus colaboradores localizaron en los archivos del expresidente Rafael Caldera, el audio del discurso leído por Rodríguez Iturbe el 23 de julio de 1973 -tenía apenas 32 años-, durante la sesión solemne de la Asamblea Legislativa del estado Zulia, en la que se celebró el Sesquicentenario de la Batalla Naval de Maracaibo. A esa sesión asistieron los presidentes de Colombia y Venezuela de entonces, Misael Pastrana Borrero y Rafael Caldera. La transcripción completa y revisión del discurso -que agradezco a Ramón Cardozo, Francisco Plaza, José Gregorio Villegas y Jesús Gabriel Luces, colaboradores de la Fundación Tomás Liscano– , está disponible en la sección Papel Literario de www.el-nacional.com, y el audio -perfectamente nítido-que en el canal de You Tube, Rafael Caldera Oficial. La selección de fragmentos de la pieza del joven Rodríguez Iturbe se ofrece en la página 9, es una invitación a leer la pieza entera.
VI.
Pero el homenaje no acaba en lo dicho. Por mi parte, le pedí a Tulio Hernández, residenciado en Bogotá y amigo de Rodríguez Iturbe, que lo entrevistara. El resultado es el delicioso intercambio que fluye en las páginas 10 y 11: una de esas experiencias que se describen mejor con el verbo deslizar que con el verbo leer. Por ejemplo:
“Releyendo su biografía, y a partir de las conversaciones que solemos mantener, concluyo que su vida ha sido una triangulación entre el activismo político, la actividad académica y su fe católica. ¿Cómo confluyen entre sí las tres pasiones?
La fe siempre ha estado en la base de mi vida propiamente política y de la vida académica. Pero sin confusiones. La fe religiosa es un don gratuito. Es pre-política y supra-política. Nos acompaña toda la vida. Para un creyente, la fe no implica una política confesional. Porque no se puede ideologizar la creencia, ni dogmatizar la política. Ni mezclar a la Iglesia en banderías temporales. La fe supone lo universal y absoluto. La política está marcada por lo relativo a circunstancias de espacio y tiempo. Cuando se mezcla la religión con la política se relativiza lo absoluto y se absolutiza lo relativo. Todo cristiano formado sabe que en el campo de lo temporal cabe una pluralidad de opciones, con dos claros límites: la fe en Jesucristo y la moral de la Iglesia.
Gracias a Dios, nací en una familia creyente y recibí, en su seno y en la escuela de mi infancia, una formación católica. Siempre he tenido claro que esa formación me hace ver la política como un servicio en pro del bien común. La democracia cristiana (DC), en cuya militancia he estado prácticamente toda mi vida, no es un confesionalismo político. En ella caben gentes de todas las creencias o sin creencias”.
VII.
Jonatan Alzuru Aponte (1967) estudió filosofía y es Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Ensayista, poeta y autor de varios libros. Ex Director del Centro de Investigaciones Postdoctorales de la UCV -CIPOST-, ha sido también profesor en esa casa de estudios y en la Universidad de Los Andes. Actualmente residenciado en Chile, ha publicado recientemente Boceto para una filosofía política latinoamericana. Desde el mestizaje venezolano (Ediciones Microfilosofía, 2025).En las páginas 12 y 13 se presentan cuatro comentarios, aproximaciones al libro de Alzuru Aponte:
Mauricio Mancilla: “Su punto de partida es el reconocimiento del mestizaje venezolano como matriz del pensamiento político, y su tesis principal plantea la necesidad de esbozar una alternativa teórica a los modelos occidentales de dominación a través de un rizoma conceptual en el que se entretejen la teología, la literatura, la economía y las redes sociales”.
Miguel Ángel Mata G.: “La práctica filosófica de Jonatan en este ensayo no consiste en dar clases de filosofía, ni en informarnos sobre teorías o explicarnos complejos conceptos filosóficos, sino en hacer con ellos un preparado alquímico, como le enseñó la vida y lo aprendió de Melquíades. Entonces, su escritura no explica: sana. Medicina filosófica”.
Rafael Hurtado Malpica: “Desde la filosofía que lo formó, nos recuerda el hilo conductor que nos une a eso que llamamos Occidente, con un proyecto de democracia y convivencia que viene desde la Grecia antigua y llega necesariamente transfigurado hasta nosotros, donde lo religioso también encuentra cabida como cultura, trasfondo y situación”.
Roberto Follari: “Apunta bien Alzuru al sostener que religión y poder se han llevado bien en la modernidad: también es cierto que se llevaron bien en el Medioevo. El poder político debía conciliar con el Papado y se legitimaba en la religión católica. Pero es cierto que con el capitalismo, esa asociación entre religión y poder quedó escondida, así como se escondió la que hay entre acumulación económica y poder político”.
VIII.
Reitero lo dicho en más de una ocasión: va mi gratitud a quienes me obsequian con sus comentarios: expresiones de gratitud, ideas, opiniones críticas, suspicacias, humoradas, reconocimientos, palabras de emoción: son más que bienvenidos: iluminan el trabajo y las tareas por venir.
Nelson Rivera.
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