El País / Editorial: Venezuela, al autoritarismo
Si el chavismo se salta las elecciones regionales de diciembre, el país será oficialmente un Estado autoritario
Tres son las medidas con las que Nicolás Maduro está apuntalando la creación de un Estado autoritario en Venezuela, despreciando la pluralidad política existente en el país, el mandato popular expresado en las urnas y la voluntad de la comunidad internacional de facilitar una salida a la crisis política que a su vez permita aliviar la extrema penuria en la que se ha hundido a la población.
La primera es la vergonzante táctica dilatoria para impedir en tiempo y forma la celebración de un referéndum revocatorio que, según las encuestas, desterraría a Maduro del poder y terminaría con 18 años de chavismo. El incumplimiento sistemático de los plazos legales, los obstáculos puestos a la oposición para reunir los requisitos, la escasez injustificada de material para la verificación de firmas y la ridiculez de unos plazos casi imposibles de cumplir representan una colección de argucias que desacreditan absolutamente cualquier atisbo de buena voluntad de Maduro para respetar una ley ideada y promulgada por el propio Hugo Chávez.
Igualmente grave es la ocurrencia del régimen de imputar al preso político Leopoldo López la muerte de 43 personas durante las manifestaciones antichavistas de febrero de 2014. Para el chavismo debe resultar frustrante que, lejos de quedar olvidados tanto dentro del país como por la comunidad internacional, la liberación de los presos esté a la cabeza de las exigencias para poder desbloquear la situación. López fue ilegalmente detenido, sometido a una vergonzosa farsa de juicio y encarcelado sin garantías para su integridad. Volver a juzgarlo revela la naturaleza abyecta de Maduro y su régimen.
Finalmente, están las insinuaciones respecto a las elecciones regionales de diciembre. El chavismo dice ahora que la prioridad es “la guerra económica”. Esperamos que no pretenda saltarse esos comicios, porque si es así, Venezuela será oficialmente un Estado autoritario.