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Iglesia Católica: El gobierno quedó deslegitimado con el diálogo

46700urosaEl cardenal Porras señaló que no hay dudas de que el Ejecutivo está de espaldas al pueblo. Monseñor Diego Padrón indicó que la opinión pública revocó a Maduro.

El proceso de diálogo entre el Ejecutivo y la oposición, con la mediación de la Unasur y el acompañamiento del Vaticano, evidenció que el gobierno quedó deslegitimado. Esta es la lectura que hacen los obispos venezolanos, quienes lamentan los perjuicios causados al pueblo tras el incumplimiento de los acuerdos anunciados en noviembre.

«No es tiempo perdido lo que se ha hecho hasta ahora. Hay pasos efectivos. El gobierno quedó deslegitimado con el diálogo y esto se observa al no cumplirse lo que manda la Constitución, al no reconocer a la Asamblea Nacional, un poder tan legítimo como el Ejecutivo. El régimen está a espaldas de las necesidades de la población que sufre hambre, inseguridad y falta de medicamentos», señaló el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida.

El prelado dijo que hay más claridad que hace un año sobre la situación que vive el país. «Hay que asumir la responsabilidad con sensatez. La característica del gobierno, a lo largo de 18 años, es que difícilmente atiende los males de la sociedad. Achacan al imperio la guerra económica y estamos en un sistema que busca más deterioro de la calidad de vida. La canciller Delcy Rodríguez habla de derechos humanos en Venezuela y uno se queda atónito ante la realidad que sufre la gente«, subrayó.

El cardenal Porras afirmó que las trabas impuestas a las salidas constitucionales a la crisis parecieran que pretenden generar desesperanza. Ante la posibilidad de un estallido social en el país, afirmó: «La sociedad quiere caminos pacíficos y constitucionales y no caer en la tentación de salidas violentas que dejan más dolor y muerte».

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, recordó que el gobierno y la oposición solo se han sentado juntos en tres ocasiones. Afirmó que dada la radicalización, los enfrentamientos entre ambos sectores equivalen a una guerra.

Compartió la percepción de Porras: «El diálogo pone de relieve que el gobierno es un gobierno deslegitimado y debe ser revocado. Un gobierno que ha destruido la agricultura, atacado a empresas y perseguido de forma ilegal a los disidentes, no ha resuelto la inseguridad, no hay medicinas, no hay alimentos, tiene que ser revocado. Con o sin Consejo Nacional Electoral, ante la opinión pública está revocado».

El clero venezolano no está conforme con la marcha del proceso. El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, enfatizó: «Los obispos no estamos contentos con la marcha del diálogo por su lentitud y porque especialmente el gobierno no da señales de credibilidad, al incumplir algunas exigencias no solo de la oposición, sino de todo el pueblo».

Carta reveladora. Urosa puntualizó que la carta del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, constituye un elemento fundamental para ponderar las debilidades del diálogo en Venezuela.

Recordó que Parolin, segundo en jerarquía después del papa Francisco, dejó ver la omisión en el cumplimiento de los puntos acordados por las partes: resolución de la crisis de medicamentos y alimentos, revisar la situación de los presos políticos, permitir la actuación de la AN y fijar un calendario electoral.

«El bloqueo de la Asamblea Nacional convierte al gobierno en una dictadura real», aseguró.

Monseñor Padrón cree que las críticas de voceros del PSUV a la misiva de Parolin reflejan que el texto no fue leído o no se comprendió su contenido. «La carta fue dirigida al gobierno, a la oposición y a la Unasur, no solo al Ejecutivo. Si se lee bien uno se da cuenta de que el cardenal Parolin, que fue nuncio apostólico en el país, escribió con preocupación y dolor sobre lo que aquí ocurre; lleva el afecto de Venezuela en su corazón. De ahí su demanda, su ruego para preguntar sobre el resultado de los acuerdos. Con esto no se agrede ni al gobierno ni al país«, destacó.

Los ataques al Vaticano perjudican al gobierno, señaló el cardenal Baltazar Porras. Explicó que este tipo de reacciones son propias del proceso de facilitación. «La característica de la Iglesia ha sido siempre poner la otra mejilla. Lo importante es trabajar por el bien y la paz de los venezolanos», acotó.

El presidente de la CEV dijo que el país debe estar muy agradecido con el papa por su deseo de ayudar a solucionar los sufrimientos de los venezolanos. Porras y Padrón son partidarios de que el diálogo continúe, pero no como un mecanismo único.

«La mesa de diálogo no es un perchero en el que yo cuelgo lo que hay. Tiene que haber objetivos claros y hay otras cosas que se tratan por fuera. Simultáneamente tiene que haber una actuación muy rápida, con diferentes iniciativas y todas ellas articuladas a la sociedad civil», indicó Padrón. Agregó que sectores como las universidades, las ONG, los estudiantes y hasta la Fuerza Armada deben participar, sin necesidad de sentarse en la mesa de diálogo, mediante la presentación de sus propuestas ante la crisis.

El arzobispo de Cumaná subrayó que, a corto plazo, liberar a los presos políticos y garantizar el retorno de los exiliados, así como la apertura del canal humanitario, bajaría los niveles de ansiedad y tensión del pueblo y permitiría pasar unas Navidades más serenas.

De continuar el diálogo, cuya próxima plenaria fue fijada para el 13 de enero, el cardenal Urosa exigió que a los puntos por cumplir se añadan otros que son prioritarios: «Es preciso que se tomen las medidas económicas estructurales necesarias para detener la inflación y la devaluación de nuestra divisa. También deben eliminarse las Operaciones de Liberación del Pueblo, que han dado como resultado muchas muertes en varios de esos operativos, en contra de los derechos humanos y de la vida de muchos inocentes. Buscar otra forma de combatir la delincuencia y proteger al pueblo venezolano».

La misiva de la discordia

La carta del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, fue repudiada por el oficialismo. «Hay maniobras para implosionar la mesa de diálogo con la complicidad de uno de los factores acompañantes que invitamos al diálogo. Están tratando de implosionar la mesa. Tengo las pruebas», aseguró el presidente Nicolás Maduro el viernes 2 de diciembre.

La misiva que el mandatario recibió de Parolin fue emitida con copia a los ex presidentes de Unasur, el alcalde Jorge Rodríguez y los representantes de la MUD en la mesa de diálogo.

«El Vaticano no es ningún intermediario ni ningún mediador. Sus representantes están allí como invitados y facilitadores. No tienen derecho de hacer propuestas ni a inclinar su posición. ¿Oyó, señor Prieto Parolin?», dijo el miércoles pasado el diputado Diosdado Cabello (PSUV).

Tildó de irrespeto creer que desde el Vaticano van a tutelar a Venezuela. Sin embargo, el diputado oficialista aseguró que agradecen al papa Francisco «por todos los buenos oficios que ha tenido y que seguirá teniendo».

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