Ramón Peña ? En pocas palabras: ¿De quién fue la idea?
El estado de caos provocado por el secuestro del 80% de los medios de pago en efectivo –una medida cuyo propósito económico es racionalmente indescifrable- le ha asestado un duro golpe a todos los venezolanos, con particular crueldad a los más humildes. Una vez más, el régimen demuestra que el desplome de la economía, los padecimientos materiales y el hundimiento moral e institucional del país no son asuntos que le quitan el sueño. Por el contrario, pareciera que la penuria social le facilita el control y sometimiento de la población.
Los argumentos oficiales son impresentables, como el de ese capitoste que denunció una conspiración internacional que se llevó nuestros billetes de cien para almacenarlos en galpones europeos. Pero sobre todo, es de un cinismo casi patológico denunciar una fuga de bolívares, cuando del país se han escapado en estos 17 años unos trescientos mil millones de dólares -como lo estiman el FMI y otras instituciones internacionales- provenientes de fondos públicos que han ido a engrosar cuentas privadas en el exterior.
Pero ¿quién idea tanto despropósito? A lo largo de nuestra historia hemos tenido una rica fauna de malos gobernantes: dictadores, corruptos, pésimos administradores, presidentes iletrados, cuasi monarcas y hasta alguno en las vecindades de la dipsomanía. Pero jamás gobierno alguno se había propuesto hacer tanto mal y por tanto tiempo a sus conciudadanos. Quizás porque en última instancia ser y sentirse venezolano es un freno natural para los abusos. Por eso, lo de hoy no es propio de un venezolano, sino de un invasor. Es Bonaparte en 1808 que se apodera de España sin compasión por la suerte de los españoles. Las ideas que hoy nos agobian se gestan en Cuba, sin consideración de los males que acarreen en nuestro país, y son fielmente aplicadas por los procónsules castro-chavistas.