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GROUCHO MARX: Un alegre homenaje

 

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He decidido que este 2017 comience bajo auspicios leves y no pesados, que recuerde aquello que nos hace felices y que nos alegra la vida. Por ello, sin necesidad de excusas mayores, para lograr el objetivo señalado quisiera aprovechar que este año se cumplen 40 años de la muerte de mi Marx favorito –el más serio de todos- Groucho Marx, para ofrecerle un pequeño homenaje.

 

Julius Henry Marx nació en Nueva York en 1890, y creció en el seno de una modesta familia de inmigrantes alemanes judíos, el cuarto de seis hermanos después de Manfred, Harpo y Chico, y antes de Zeppo y Gummo.

 

Escribió, entre otros, dos libros de memorias: Groucho y yo (Barcelona: Tusquets editores, 1995) y Memorias de un amante sarnoso (Barcelona: Tusquets editores, 2000).

 

Escena de «Una noche en la ópera» (1935)

Una de sus características fundamentales, además de ser un gran actor de comedia y haber protagonizado con sus hermanos múltiples éxitos como “Sopa de Ganso”, “Una noche en la ópera” y “Un día en las carreras”, es que nuestro Groucho era un verdadero genio de las frases llamadas “one liners”, cáusticamente graciosas, dejando muchas veces sin habla a su oyente, quien buscaba discernir qué le había dicho su famoso interlocutor. Porque su humor, muy característico, ha sido acertadamente definido como especialmente corrosivo, imaginativo, alocado y anarquista.

 

Desde su legendaria afirmación –que yo he adaptado y usado en más de una oportunidad- de que “nunca pertenecería a un club que me acepte como socio”, Groucho Marx nos dejó un maravilloso legado de humor, en forma de frases tan inteligentes como agudas con un sello de ironía absolutamente original.

 

Marx falleció el 19 de agosto de 1977 en Los Ángeles, a causa de una neumonía, dejando atrás tres ex-esposas, Ruth, Kay y Eden, tres hijos, Arthur, Miriam y Melinda, 18 películas -14 de ellas junto a sus hermanos- y millones de admiradores.

 

A continuación, algunas de sus frases más famosas:

 

-“Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”.

 

-“La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música”.

 

-“Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien”.

 

-“El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simularlos, triunfarás”.

 

– “Bebo para hacer interesantes a las demás personas”.

 

-“Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro”.

 

-“Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente”.

 

– “Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna”.

 

-“¿Servicio de habitación? Envíeme una habitación más grande”.

 

-“¿A quién va a creerle? ¿A mí o a sus propios ojos?”.

 

-“Nunca olvido un rostro, pero en su caso haré una excepción”.

 

-Ante la afirmación de un señora en el programa de TV de Marx, de que ella tenía 17 hijos porque amaba mucho a su marido: “Yo también amo a mi cigarro, pero me lo quito de la boca de vez en cuando”.

 

-“La inteligencia militar es una contradicción de términos”.

 

-“Debo confesar que nací siendo muy joven”.

 

-He tenido una velada maravillosa, pero no ha sido ésta”.

 

 “¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero… ¡pero cuestan tanto!” 

 

¿No es usted la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted”.

 

-“¿Qué por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti mas que tú”.

 

-“Cuando muera quiero que me incineren y que el diez por ciento de mis cenizas sean vertidas sobre mi empresario.”

 

-“Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, está su esposa.”

 

-“ La política no hace extraños compañeros de cama. El matrimonio sí”.

 

 

-“Todo el mundo debe creer en algo, yo creo que voy a seguir bebiendo, discúlpenme”.

 

-“No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”.

 

-“¡Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer… Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz”. 

 

Siempre me casó un juez: debí haber exigido un jurado”.

 

“Sólo un hombre de cada mil es un líder de hombres, los otros 999 siguen a las mujeres”.

 

-“Tengo la intención de vivir para siempre, o morir en el intento”. 

  

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