Abel Prieto sabría cómo ‘articular’ el pensamiento de izquierda
Acaba de finalizar en Caracas la edición número 25 del pomposamente titulado «Encuentro de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad». Por supuesto, se trató de una reunión de políticos, artistas e intelectuales que exhiben un denominador común: la adhesión a la extrema izquierda castrochavista.
En esta ocasión el tema central del cónclave fue la comunicación. Es decir, el mensaje que por diversas vías les llega a los pueblos. En ese sentido estos personajes aspiran a «salvar a la humanidad» de una manera muy curiosa: que los ciudadanos se enteren únicamente de lo que le conviene a esa izquierda política.
El periódico Juventud Rebelde, en su edición del 8 de marzo, publicó el artículo «Desde la izquierda se piensa, pero falta articulación«, que recoge declaraciones de varios de los participantes en la cita.
Desde luego que no podía faltar la presencia de Abel Prieto, ministro de Cultura de Cuba, y viejo participante en encuentros de este tipo. El hasta hace poco asesor del gobernante Raúl Castro expresó que «había que ganar la batalla de la conciencia y de las ideas«. ¿Y qué sugirió el señor Prieto para vencer en semejante batalla? Pues nada más y nada menos que «formar generaciones para la comunicación».
O sea, que el mandamás de la cultura raulista propone formar una especie de «hombre nuevo», alejado de cualquier influencia ideológica ajena al «Socialismo del Siglo XXI«, y por tanto proclive a creer firmemente en que la única verdad es la que le dictan sus gobernantes.
Por su parte, la señora Carmen Bohórquez, presidenta de la referida Red de Intelectuales, recordó en la reunión que el pasado 20 de noviembre el presidente Nicolás Maduro llamó a una «revolución comunicacional».
Bueno, si después de arremeter contra algunos medios que critican a su gobierno —específicamente, CNN—, y pretender ser la voz de toda América Latina con su canal Telesur, todavía Maduro concibe que hay que hacer una revolución comunicacional, ¡qué se cuiden los medios de prensa independientes en Venezuela!
Para no ser menos, el señor Adán Chávez Frías, hermano del finado líder bolivariano, y actual ministro de Cultura de su país, se solidarizó con el espíritu beligerante de su Presidente. Exigió «concretar planes de acción contra la hegemonía de los medios de la derecha».
En perfecta sintonía con los planteamientos del Ministro de Cultura de Cuba, el señor Luis Britto García, intelectual orgánico del chavismo, insistió en que «la comunicación revolucionaria es el sistema educativo de toda la sociedad». Todo muy claro: para este señor la «comunicación revolucionaria», es decir, la encauzada por el chavismo, es la mejor manera de educar al pueblo.
Lo único que faltó por aflorar en la reunión fue que aquella frase pronunciada por Fidel Castro a comienzos de su gobierno, y que invitaba a leer, y no asimilar acríticamente lo que otros expresaran, había cambiado drásticamente. Porque ahora la izquierda castrochavista no le dice al pueblo lee, sino cree. ¡Quién lo iba a decir!
Y si después de todo lo expresado en la cita de Caracas, alguien pensara que la cosa quedó únicamente en sugerencias y recomendaciones, y no se llegaron a acordar acciones específicas para controlar los medios de prensa, les aconsejamos que contacten con Abel Prieto. Él sabría perfectamente cómo «articular» las ideas de la izquierda con tal de poner fin al libre flujo de la información.
Primero aconsejaría las famosas «coletillas». De esa manera los gobernantes no permitirían que circulara ninguna información que no tuviese el punto de vista de las autoridades. Y, en segundo lugar, recomendaría acosar a los directivos de los medios independientes, como antesala de una «ocupación popular» de los mismos.
La suerte corrida en la Isla por los periódicos Diario de la Marina y Prensa Libre, así como la revista Bohemia, entre otros, podría dar fe de semejante metodología.