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Una Bitácora Cubana (XXI)

 

A medida que se acerca el momento del relevo/transición anunciado en la cúpula del poder de la tiranía castrista, los análisis se centran en cuáles han sido las evidentes fallas de todo tipo en las promesas hechas por Castro el Menor, mientras el régimen busca “calmar las aguas”, anunciando un cambio sin traumas.

 

1) En tal sentido, Diario de Cuba publicó una nota de AFP en la cual el gobierno, con su acostumbrado lenguaje enrevesado, lleno de adjetivos inútiles y desgastados, anunciaba que “el relevo de Raúl Castro será un proceso natural”.

Lo único “natural”, por lo declarado, es que como siempre buscarán mantener la marca de fábrica castrista: hablar de cambios para que nada fundamental cambie.

 

“No va a ser un momento traumático porque ya todos estamos preparados“, dijo José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional, al portal oficialista Razones de Cuba.

Esa preparación “es un condicionamiento político ideológico de la fuerza revolucionaria para un momento histórico que va a vivir este país y ya estamos preparados para el cambio”, añadió.

“Nuestra confianza en el Partido, en su dirección, hará que sea un proceso muy importante en el país, pero un proceso natural”, agregó Toledo.

Explicó que su Comisión prepara una nueva Ley Electoral, que prevé dos aspectos nuevos: la reducción del número de diputados y la creación de un ente electoral profesional y permanente.

“Tenemos un problema, la Asamblea Nacional es muy grande, tenemos en estos momentos 612 diputados y habrá que estudiar en un futuro cómo reducir la composición (…), sin sacrificar la representatividad del pueblo”, aseguró.

Toledo descartó una futura elección presidencial directa en Cuba, diciendo que la ley establece que el presidente sea elegido en comicios de “segundo grado“, por los diputados.

“Nuestro sistema no es presidencialista, es un sistema de corte semiparlamentario” por lo que es el Consejo de Estado (31 miembros) el que toma colegiadamente las decisiones, expresó.

“Entonces no tiene objetivo la elección de un presidente como persona única, si quien dirige es un órgano colegiado, es la conclusión final”, dijo.

La maquinaria “electoral” cubana puesta en marcha tendrá su primera fase el 22 de octubre a nivel municipal con la elección de delegados del poder popular.

Es en esta fase que varias plataformas opositoras están intentando postular candidatos independientes, que están sufriendo la represión del régimen. Activistas de organizaciones como #Otro18 o Candidatos por el Cambio han denunciado persecución y la implicación en procesos judiciales que los anulan para poder presentarse.

 

Claro, la mentira mayor mientras los dos hermanos Castro detentaban directamente el poder es que la dirección del proceso revolucionario la ejercía “un órgano colegiado”. Siempre fue la voluntad castrista la que al final se imponía.

Por ello, es interesante ver cómo se mueve la maquinaria totalitaria para que la estructura fundamental de poder no se vea afectada.

2) En 14ymedio, Marcelo Hernández publica una afirmación de Machado Ventura en la cual “niega la mediación de Cuba en el conflicto venezolano”.

 

Pocas sorpresas dejó el discurso de José Ramón Machado Ventura este miércoles durante el acto por el día de la Rebeldía Nacional en Pinar del Río. El número dos del Partido Comunista reiteró que “el rumbo de la Revolución está trazado” y negó la participación de Cuba en las mediaciones para solucionar el conflicto venezolano, sugeridas por el diario británico Financial Times.

El acto nacional por el 64 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, fue el último al que asistió Raúl Castro en la condición de presidente del país antes de su salida del poder el próximo 24 de febrero y el primero tras el fallecimiento de Fidel Castro en noviembre pasado. (…)

Machado Ventura, como orador principal del evento, llamó a respetar la autonomía de Venezuela y arremetió contra Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya actuación catalogó de “deleznable” y “al servicio del imperialismo”.

El vicepresidente cubano criticó duramente la comparecencia de Almagro ante el subcomité para Latinoamérica del Senado de Estados Unidos la pasada semana, cuando el secretario general de la OEA denunció el “colapso de la democracia” en Venezuela.

“En las últimas semanas se han incrementado las acciones injerencistas y desestabilizadoras contra el Gobierno bolivariano y chavista encabezado por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros”, aseguró Machado Ventura este miércoles. El número dos del Gobierno criticó la reciente amenaza de sanciones a Venezuela anunciada por la administración de Donald Trump.

“Hace pocos días un influyente diario estadounidense (sic) elucubraba sobre el presunto involucramiento de nuestro país en una eventual mediación internacional relacionada con la situación en Venezuela”, comentó. “Cuba rechaza rotundamente tales insinuaciones y reclama el absoluto respeto a la soberanía y a la autodeterminación [de Venezuela]”, sentenció.

La pasada semana el diario británico precisó que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, había viajado a Cuba para convencer a La Habana de que mediara en la “creciente” crisis venezolana, que ha dejado más de 90 muertos después de tres meses de protestas.

“Quienes intentan desde el exterior dar lecciones de democracia y derechos humanos mientras alientan la violencia golpista y el terrorismo deben sacar sus manos de esa nación”, aseguró tajantemente Machado Ventura ante la plana mayor del Gobierno de la Isla, funcionarios locales y una menguada cantidad de invitados extranjeros.

 

 

No le basta al régimen castrista estar metido hasta el cuello en el drama venezolano; resulta que también la tiranía de Corea del Norte ha afirmado que La Habana apoya plenamente sus lanzamientos de misiles, que tienen al mundo en vilo.

 

Kim Yong-nam, presidente de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte, sostuvo una conversación con Ulises Rosales del Toro, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, en el marco de la toma de posesión del presidente iraní.

De acuerdo con el diario oficial norcoreano Rodong Shinmun, Rosales del Toro expresó el “pleno apoyo” del Gobierno cubano a “los pasos justos de la República Democrática de Corea para reforzar sus capacidades de defensa incluyendo pruebas con misiles balísticos intercontinentales (ICBM)”. (…)

Rosales del Toro dijo que su Gobierno quiere continuar “impulsando las relaciones de amistad y cooperación entre los dos países en el futuro”. Concluyó agradeciendo “al pueblo coreano que ha apoyado incondicionalmente a la justa lucha del pueblo cubano”. (…)

Ambos gobiernos han mantenido buenas y cercanas relaciones desde que entablaron lazos diplomáticos por primera vez en 1960.

 

3) Dos interesantes artículos han hecho recientemente referencia al castrismo como ideología, y su vinculación al marxismo.

Lo importante de ambos es que los ojos del mundo, ante la tragedia venezolana, y la lucha de ese pueblo hermano contra una dictadura con evidentes vínculos y apoyos castristas, también comienzan a mirar hacia La Habana. Se está convirtiendo en un creciente lugar común que “no hay arreglo posible a los problemas de las democracias latinoamericanas si no se ataca el origen del problema, las injerencias del régimen castrista”.

Por ello afirma Roberto Álvarez Quiñones, en Diario de Cuba, que el “castrismo es la fuente”.

 

Como denunció el pasado 8 de agosto The Wall Street Journal, cualquier estrategia para acabar con la dictadura criminal en Venezuela “debe comenzar admitiendo que Castro manda en Caracas, y que su control de esa nación petrolera es parte de una más amplia estrategia de expansión regional. Es a él a quien hay que sancionar”.

Y no se trata esta vez de invadir Cuba, sino de que los venezolanos, Washington, la OEA, la ONU, y toda la comunidad internacional exijan que salgan de Venezuela los interventores castristas y presionen, y sancionen, al régimen de Raúl Castro en vez de alabar sus “reformas” y hacer alegres negocios con La Habana.

Castro incita a Maduro y su claque a que arrecien la represión y masacren a los manifestantes. Mientras más personas maten y más drogan trafiquen, menos pueden entregar el poder pues irán a la cárcel. (…)

Desde la independencia de España y Portugal no ha habido nunca en América Latina un Estado más intervencionista en la región que el castrista. En todo el siglo XX y lo que va del XXI no ha habido en América del Sur botas invasoras de EEUU, pero las castristas han pisoteado ocho países sudamericanos: Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, Perú, Brasil y Uruguay. Y también siete naciones de Centroamérica y el Caribe: República Dominicana, Granada, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá.

 

 

Y para Héctor E. Schamis, en El País (Madrid), “el castrismo es la enfermedad infantil del izquierdismo”, así como que la crisis venezolana nos muestra más que nunca a una izquierda desconectada no solo de su pasado, sino atravesando una absoluta deriva moral y llena de hipocresías de todo tipo.

 

En realidad la izquierda –en especial la latinoamericana- lleva muchos años perdonando los excesos y los crímenes de los Castro, aunque solo sea por su tradicional anti-norteamericanismo.

De hecho, en muchos países los partidos de izquierda han llegado a aceptar a la democracia liberal y al respeto a los derechos humanos como condiciones indispensables/necesarias para su inserción en los nacientes sistemas políticos democráticos, post-dictaduras.

Al parecer ha sido en vano esa conversión, porque en realidad solo critican las violaciones a los derechos humanos y a la constitución si el perpetrador es considerado de derecha. Si es de izquierda las excusas y olvidos de siempre vuelven a aparecer.

Y mientras tanto, Raúl Castro desde La Habana, Maduro en Caracas y sus repetidores de “izquierda” en el resto del continente siguen hablando de la agresión imperialista. Las comillas porque el imperialismo en cuestión acaba de confiscarle activos por cifras astronómicas a la primera línea de funcionarios del gobierno de Venezuela. El capitalismo es robo, por aquel concepto de plusvalía, entonces que también robe el camarada El-Aissami, dicho esto en marxismo chatarra.

Pero, ¿cuál izquierda? Nadie les pregunta cómo justifican esas cuentas, habiéndose pasado los últimos 18 años en el sector público. Nadie objeta que hayan invertido de tal manera en Estados Unidos, siendo tan antiimperialistas. Y que, además, si es que hay una inminente invasión, según repiten ad nauseam, ¿pues por qué la están financiando ellos mismos?

En definitiva, no hay tal izquierda, ni invasión, ni imperio. Se trata solo de una patología. En América Latina, el castrismo es la enfermedad infantil del izquierdismo.

4) Como decíamos al comienzo, son muchas las notas que muestran el rotundo fracaso de la gestión de Castro el Menor; veamos algunas:

En 14ymedio, Mario J. Pentón denuncia que “el gobierno cubano maquillas las cifras para ocultar la magnitud de la emigración”.

 

Menos de 42.000 cubanos emigraron desde 2013 según las estadísticas oficiales publicadas en La Habana. Sin embargo, las autoridades estadounidenses aseguran que han acogido a más de 141.528 cubanos durante el mismo periodo. La enorme discrepancia entre estos datos tiene su explicación en la falta de transparencia del Gobierno cubano, que oculta la magnitud de los movimientos migratorios al incluirlos dentro de la categoría general de los ciudadanos que viajan al extranjero. (…).

A este manejo de las cifras se debe el súbito descenso de la emigración. Antes de la reforma de 2013 salieron más de 45.000 personas, pero en 2014, por primera vez en más de medio siglo, la ONEI dice que más personas regresaron a Cuba de las que se fueron.

 

 

También Pentón llama la atención ante el grave desafío demográfico que enfrenta la Isla, y a que “Cuba gasta menos en salud pese al envejecimiento de la población”, según un reciente estudio del gobierno –casi un 20% de los cubanos tiene más de 60 años-.

 

El gasto en salud cayó del 11,3% del PIB en 2009 al 8% en 2012, según los datos del Anuario Estadístico de Cuba. La inversión en programas sociales con impacto en la tercera edad se ha visto reducida desde que Raúl Castro inició las tímidas reformas en la economía del país.

Carmelo Mesa-Lago ha calculado que el número de hospitales en el país se redujo en un 32% desde 2007 y el personal de salud pública en un 22%. A pesar del aumento sostenido del número de personas de la tercera edad en el país solo existen 20.000 plazas en unas 300 casas de abuelos (para la atención diurna) y 144 hogares de ancianos.

En 2016, 54.968 adultos mayores recibían pensiones de la seguridad social, unos 8.415 menos que en 2011. Este segmento poblacional ha sido golpeado además en los últimos años por la eliminación de las subvenciones a varios productos de la libreta de racionamiento que han multiplicado sus precios por cuatro.

“De acuerdo a estimaciones de la División de Población de las Naciones Unidas, Barbados y Cuba serán los países más envejecidos de América Latina y el Caribe en la perspectiva inmediata”, explica la ONEI.

 

 

En este mismo tema, Pedro Campos acertadamente destaca que

 

El Gobierno de los hermanos Castro ha sostenido siempre que sus logros sociales fundamentales han sido la salud y la educación “gratuitas”, al alcance de todo el pueblo, los cuales convirtió en carta de presentación internacional, para tratar de contrarrestar las críticas por sus masivas, flagrantes y sistemáticas violaciones de los derechos políticos, civiles y económicos del pueblo cubano y, de paso, buscar influencia externa y obtener beneficios económicos.

Que no han sido “gratuitas” está más que demostrado porque el régimen nunca ha podido ocultar que se apropia de los resultados de la producción de todas las empresas estatales, la mayoría del país, y despoja la mayor parte del salario a sus empleados. Todo el mundo sabe que Cuba, junto a Venezuela, tiene los más bajos salarios mínimo (10 dólares) y medio (23 dólares) de América Latina. (…)

En cuanto a la educación, la situación material de las escuelas primarias y centros docentes medios y superiores es de regular a deplorable y no disponen de los materiales necesarios para una educación de calidad media internacional. Por los bajos salarios en el magisterio, muchas instituciones educativas a todos los niveles nunca tienen completo su equipo de profesores. Y lo peor de todo: al no haber internet amplio, la enseñanza moderna, que en la mayoría de los países de América Latina se sustenta en este medio, está prácticamente ausente, solo con incidencia limitada en las universidades.

Sin embargo, el deterioro sistemático de los servicios de salud y educación,  consecuencia de la incapacidad del sistema para producir y administrar los recursos, acrecentado desde la caída de la URSS y el “campo socialista”, que la ayuda venezolana no compensa, ha generado corrupción en los mismos y descontento generalizado en la población.

 

 

Carlos Alberto Montaner, en artículo publicado por varios medios, recuerda las razones del fracaso económico del castrismo:

 

A estas alturas, Raúl no tiene la menor duda de que el Capitalismo Militar de Estado (CME) no funciona, y sabe que sus reformas, los “lineamientos”, han fracasado, pero insiste en marchar hacia el abismo “sin prisa, pero sin pausa”.

El CME es el modelo económico puesto en marcha por Fidel desde los años noventa, orgullosamente diferente al chino y al vietnamita. ¿Por qué no funciona?

Esencialmente, por dos razones vinculadas a la naturaleza humana: primero, porque no está basado en incentivos sino en el temor a los castigos. Si algo aprendimos con toda certeza del conductismo es que los refuerzos positivos tienden a reproducirse mientras los negativos producen el efecto contrario. En segundo lugar, el CME prohíbe y reprime el ímpetu de los emprendedores, que es el principal motor del desarrollo y progreso de cualquier sociedad.

Grosso modo, el CME se basa en la idea de que las principales fuentes de riqueza de Cuba están en las 2.500 empresas medianas y grandes del país, todas resguardadas en el ámbito estatal, preferentemente dirigidas por militares. (…)

Objetivamente, estamos frente a un modelo de organización económica centralizado y planificado, sustentado en el mecanismo escolástico clásico: todas las verdades ya han sido descubiertas por los padres de la patria, y lo único que le queda a la sociedad es verificar constantemente la sabiduría de los próceres.

 

 

Por último, y como si no fuera suficiente, el deporte cubano acaba de obtener los peores resultados de su historia en materia deportiva: en el mundial de atletismo de Londres, Cuba solo obtuvo una medalla de bronce, de la garrochista Yarisley Silva.

Ese desastre significa la caída de 28 escalones en el ránking mundial. En todas las demás ediciones Cuba consiguió al menos un oro o una plata excepto en Roma 1987; pero incluso entonces se consiguieron dos bronces: en lanzamiento de disco y en el relevo masculino de 4 por 400 metros.

Qué tiempos aquellos en que Cuba lideraba el deporte latinoamericano: hoy, quedó por detrás de Colombia, Jamaica, Bahamas, Venezuela y Trinidad y Tobago.

Salud, deporte, economía, tecnología, educación. No importa el terreno social que se analice. El fracaso del castrismo, cuando se avizora la salida del segundo de los hermanos Castro por razones biológicas, es general, y más que nunca inocultable, dentro y fuera de la Isla. De ahí el aceleramiento hacia el totalitarismo estilo cubano en Venezuela a través del fraude de la Asamblea Constituyente. Venezuela es la tabla de salvación económica y política del fallido régimen cubano. La dependencia/retroalimentación de ambos gobiernos es total. El fin de ambos se acerca…..

 

Marcelino Miyares, Miami, 23 de agosto de 2017.

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