Ricardo Bada: Heinrich Böll y América Latina. Un abecedario
Con motivo del centenario del nacimiento de Heinrich Böll he preferido dejar a los expertos la tarea de hablarnos del autor y de su importancia en la historia de la literatura alemana, muy en especial en un momento histórico como la liberación del nazismo. Decidí concentrarme en un aspecto harto desconocido de su obra y su personalidad: las relaciones de ambas con América Latina, y para ello me he valido del viejo y acreditado expediente del abecedario.
A DE AMÉRICA LATINA
“Quienquiera que se considere vinculado al continente, formando parte de él, no puede aceptar el papel desempeñado por la Iglesia hasta hace, digamos, unos diez años. Pero tengo la impresión de que lo religioso, quizás incluso lo católico, regresará purificado a nosotros algún día, desde América Latina, ese continente cruelmente evangelizado. Lo que veo, lo que oigo de los pocos sacerdotes y obispos verdaderamente comprometidos de América Latina, me da la impresión de que el Cristianismo tal vez comience algún día. También aquí”.
[Durante la entrevista que le hice el 16.11.1982, para mi emisora, la Radio Deutsche Welle]
B DE BOLIVIA
“El Testimonio de Domitila no es un texto escrito, sino hablado. Me parece positivo que se haya mantenido la fluidez conversacional y no se hayan eliminado las fórmulas coloquiales.
De este modo se ha podido conservar la voz —una voz clara, inteligente y sensible— hasta en los detalles más delicados. Asombra la complejidad vital de esta “sencilla” mujer de un minero boliviano. En primer lugar en el plano más duro, el económico, donde se trata de la mera supervivencia: la leche, el maíz, el pan y la vivienda. Comprende el contexto político de las intolerables condiciones y circunstancias; de allí se deriva su análisis político y se produce —gracias a Dios todavía se puede usar esta palabra— un proceso de concienciación. Esta, a su vez, genera actividad y, luego, acción: se fundan los comités de amas de casa”.
[Del prólogo de Böll a la traducción alemana del libro de la brasileña Moema Viezzer, Si se me permite hablar… Testimonio de Domitila, mujer de la zona minera boliviana. (Ver N)
C DE CERVANTES
“Es curioso que entre los autores preferidos por Freud en sus lectura privadas predominen los británicos, con la excepción del danés Jens P. Jacobsen, del neerlandés Multatuli (Edward Douwes Dekker) y del gran Cervantes. Todos, excepto Cervantes, de la Europa nórdica o noroccidental, todos de países por donde había pasado la Reforma, donde las estructuras de la nueva Iglesia ya se desmoronaban y donde la burguesía ya había avanzado mucho más de lo que se podía esperar en la Alemania contemporánea de Freud. Como único católico (¿no sería mejor decir ‘católico’?) queda Cervantes. Sin embargo, todos tienen algo en común: crítica y rebelión contra la sociedad, deseo de introducir reformas, rebelión contra la hipocresía”.
[Fragmento del texto “¿Qué leía Hindenburg?”, de 1975]
D DE DON ENRIQUE
Así fue como le llamé siempre, porque el formal “Herr Böll” me resultaba poco o nada para nombrar a alguien tan entrañable, y además el castellano era el segundo idioma en su familia. Don Enrique se titula asimismo la única antología integral de su obra en este idioma nuestro, realizada por mí siguiendo un encargo de la familia Böll y de la Fundación Heinrich Böll (del partido de Los Verdes), y que se editó en La Paz, Bolivia, el año 1995.
E DE ERNESTO CARDENAL
“En un cuarto de trabajo / Ernesto / tengo fotos / de la mujer de mi vida / de hijos nueras / nietos / amigos muertos / y una foto de la mesa de trabajo / de Otto Hahn / modesta la mesa / casi pobre / en la que sucedió algo tan formidable / se ve la mesa / como si un colegial / hubiese hecho un par de experimentos / y sin embargo / sobre esa pobre mesa / se liberaron energías inconcebibles / En el otro cuarto de trabajo / (sí, tengo dos, Ernesto) / tengo también a la familia / y los amigos / y una foto tuya / donde se te ve arrodillado / sonriente / ante el índice amenazador de Karol Woytila / ¡maldito socialista / que te sigues llamando / sacerdote y católico, / qué malo que sos! / Yo no sé / si podrán ustedes seguir sonriendo / bajo el puño amenazante de Reagan / Yo no sé / si podrán / sostenerse / los centavos de vuestra pobreza / la descomunal energía de la miseria / contra la estupidez de la riqueza / de los millones de dólares / Qué facil podría Woytila / convertir el dedo amenazador / en mano que bendice / duplicar los millones ambrosianos / energías del Vaticano / (derrochadas en el Banco Ambrosiano) / para Managua / Brindo porque sigan siendo / lo que yo les deseo / socialistas sonrientes / y no obstante –¡oh milagro!– / católicos / quizás hasta cristianos”.
[“A Ernesto Cardenal al cumplir los 60”, poema fechado en 1985]
F DE FRANCO
“Dicen que la Unión Soviética intenta acercarse a España y que Grecia pronto reconocerá a la RDA. ¿Significará eso que Papadopoulos intercederá a favor del cantautor Wolf Biermann o que Honecker lo hará en favor de los escritores griegos detenidos y censurados? ¿Hará el generalísimo Franco algo por Aleksandr Solzhenitsyn y por Vladimir Bukovsky? ¿Hará el señor Brezhnev algo por los editores y escritores Castellet, Cirici, Curucull, Fauli, Manet y Triadu, condenados a pagar una multa de 100.000 marcos por haber cometido el increíble crimen de participar en el jurado de los tradicionales Jocs Florals?”.
[Fragmento de “Bienvenida, intromisión”, texto publicado originalmente en The New York Times el 18.2.1973]
G DE GARCÍA MÁRQUEZ
“[La obra de García Márquez] la considero un fenómeno excepcional. Excepcional por cuanto en ella coinciden plenamente lo que llamamos compromiso y lo que llamamos poesía. Esa distinción tan específicamente burguesa entre literatura comprometida y literatura dizque pura, distinción que a mí me parece esquizofrénica, es algo que no existe para nada en la obra de García Márquez. Esto es lo que la hace excepcional, y para mí también es excepcional en el seno de la literatura latinoamericana. En los casos de Sabato, de Vargas Llosa, a quienes tanto estimo como autores, se puede percibir aún esa separación, una separación típicamente europea, entre literatura pura y literatura comprometida. En García Márquez está eliminada por completo, ambos elementos conforman una unidad, y en ese sentido configuran un mentís total a la separación en literatura de uno y otro tipo. Eso me parece excepcional en él, porque él es total en ambas direcciones. Una figura sorprendente en la Literatura”.
[En la entrevista que le hice el 16.11.1982]
H DE HEIDELBERG
Para la buena comprensión del cuento “Viajas demasiado a Heidelberg” es preciso saber que en los tensos años de la banda Baader–Meinhof y la histeria social a que dio lugar, esa ciudad universitaria se consideraba la más peligrosa políticamente de toda la República Federal de Alemania. Y el protagonista del cuento viajaba demasiado a Heidelberg para encontrarse con sus amigos chilenos exiliados del régimen criminal de Pinochet, ergoizquierdistas.
I DE INSTITUTO LINGÜÍSTICO DE VERANO [=SIL]
Hablando del trabajo de este caballo de Troya [The Summer Institut of Linguistics] dice Böll:
“La Lingüística consigue la admisión en Estados antirreligiosos y anticlericales, como lo fue México. Además, los miembros del SIL fueron y son bienvenidos, científicamente porque registran los idiomas de las tribus, políticamente porque predican la obediencia a cualquier precio, pragmáticamente porque —munidos al parecer de inmensos recursos económicos—contribuyen a mejorar, e incluso crear, la infraestructura: líneas aéreas, pistas de aterrizaje, estaciones de radio, clínicas. Estos son los obsequios visibles. Los invisibles no son menos eficaces: la inconmovible idea de que su way of life es el único correcto, unos Estados Unidos clase media del Medio Oeste malignamente reducidos a ‘bigudíes y budín envasado’. Lo que pasa es que los EE.UU. consisten en algo más que papillotes y budín envasado, y muchos norteamericanos se estremecen pensando en esos EE.UU. clase media del Medio Oeste, a los que nadie quisiera negarles el derecho a seguir su way of life, el cual incluso puede tener una cierta amenidad. La cuestión es si ése podría ser el camino correcto para las tribus indígenas: reducir la Buena Nueva a la propagación de la propiedad privada y el individualismo, a la aptitud y el éxito en un sentido occidental, valores todos ellos que son extraños a la cultura indígena, según lo demuestran todos los estudios recopilados aquí, con distintas tribus en distintos países (Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador y México)”.
[Fragmento de la reseña del libro Is God an American?, de Søren Hvalkof y Peter Aaby, cuya traducción al alemán por Annemarie Böll publicó la editorial Lamuv en 1981] (Ver V y W)
J DE JUSTICIA
Böll era coloniense y vivió largos años a la vuelta de la esquina del imponente edificio que es la sede de los Juzgados Regionales, donde años ha se dedicó una exposición al tema “Böll y la Justicia”, en la cual, por fin, se le hizo justicia a Böll. Él mismo dejó descrito el edificio en un texto localmente famoso: “Domina este barrio el gran palacio con una extensa fachada: atrae a muchos visitantes porque en él reside la gran dama de los ojos vendados. Sería injusto decir que la dama sea improductiva en su palacio, es completamente seguro que hay algo que se produce en sus dominios: polvo, ese polvo especial que se acumula sobre los legajos”. Los responsables de la exposición que les cuento decidieron soplar ese polvo especial acumulado sobre varios legajos. Y gracias a ello conocimos la documentación sobre el juicio mantenido por Böll contra un comentarista de la TV alemana que lo acusó pérfidamente de ser un incitador al terrorismo de izquierda, la luego famosa banda Baader–Meinhof. Y es que pocas veces ha habido en la historia de la literatura un autor más calumniado y perseguido que Heinrich Böll. Siendo ya Premio Nobel, y una persona íntegra e insospechable desde siempre, su casa y las de dos de sus hijos fueron una y otra vez blanco de la violación policíaca (no policial). Una violación a veces noticiada incluso antes de que hubiese tenido lugar, ¡pero como trámite ya sucedido!, por un diario amarillista: siempre el mismo. Lo que no habla precisamente en favor de la imparcialidad de la policía frente al inculpado, en un Estado dizque de Derecho: la prensa, cierta prensa, estaba ya informada de antemano. Se me puede tachar de cínico por lo que voy a expresar ahora, pero en el fondo estoy contento de que así sucediera: ello nos deparó una obra maestra más de Böll, su narración titulada El honor perdido de Katharina Blum, en la que desenmascaró de manera magistral el modus operandi (criminal) de la tal prensa. Y dicho sea de paso, sería bueno que la estatua de la diosa Justicia, en el palacio de los Juzgados Regionales de Colonia, ostentase de una vez para siempre el rostro de Katharina Blum, y que detrás de su proverbial venda nos mirasen invisibles los ojos “claros, serenos” de esa heroína de Heinrich Böll. (Ver R y U)
K DE KÖLN [=COLONIA]
“Los europeos también somos hijos de una colonización. Nosotros, los alemanes, lo somos de todos modos, y los de esta zona de la Renania de una manera muy especial. Somos el producto final de la colonización romana, que fue dolorosa pero que hizo que fuésemos lo que somos. En realidad somos colonizados, y el nombre de la ciudad en la que nos encontramos ahora es algo que lo dice expresamente: Colonia, fuimos una colonia. En ello no veo nada denigrante”.
[En la entrevista que le hice el 16.11.1982]
L DE LAS CASAS
“Imputarle los problemas de América Latina al marxismo y al comunismo es un error histórico, reposa sobre un enjuiciamiento superficial de su historia. No fueron los marxistas los primeros en hablar de explotación, opresión, esclavitud y genocidio, lo hizo antes —300 años antes de nacer Marx— un cierto Bartolomé de las Casas, obispo, dominico, en sus extensas Relaciones al emperador Carlos V. El hecho de que sus informes tengan un cierto parecido con los que 300 años después escribió Friedrich Engels acerca de los obreros ingleses, no convierte a Las Casas en un precusor del marxismo, sino al marxismo en una consecuencia de las ocasiones perdidas que han expuesto los teólogos de la liberación”.
[Fragmento de un texto de 1985]
M DE MADRID
A los trece años lo proclamaron rey de Capota. A los catorce, con calificaciones escolares bastante bajas pero casado ya con Jadwiga, de once años e hija del primer ministro, huye con ella de una rebelión del Ejército por haberse negado a firmar una condena de muerte. En su huida se unen a un circo ambulante con el que un buen día llegan a España: “Teníamos una función en Madrid. Me paseaba de mañanita con Jadwiga por la ciudad, cuando llamó nuestra atención un gran edificio gris con el rótulo Museo Nacional. ‘Vamos a verlo’, dijo Jadwiga. Entramos en el museo y fuimos a dar a una de las grandes salas apartadas en la que colgaba el cartel ‘Paleografía’. Sin pensar en nada contemplamos los escritos de diversos presidentes y reyes hasta que llegamos a una vitrina en la que estaba pegada una delgada etiqueta blanca: ‘Reino de Capota, República desde hace dos años’. Vi la escritura de mi abuelo Wuck XL, un retazo del famoso manifiesto capótico que redactó con su propia mano, descubrí una hoja del diario de caza de mi padre, y finalmente un pedacito de mi cuaderno escolar, un trocito de papel sucio en el que leí: ‘El qien madruja dios le halluda’. Me volví avergonzado a Jadwiga, pero ella se limitó a sonreír y dijo: ‘Ya te has librado de eso para siempre’”.
[Fragmento del lindo (e irónico) cuento “Recuerdos de un joven rey”, de 1953]
N DE NUERAS
Dos de las nueras de Böll, las esposas de sus hijos René y Vincent, son ecuatorianas. Carmen Alicia, la madre de Samay (Ver S), fue asimismo cotraductora, con su esposo René, del libro Si se me permite hablar… Testimonio de Domitila, mujer de la zona minera boliviana. (Ver B)
O DE OLLANTAY
Un dato anecdótico interesantísimo acerca de la relación que el autor de Opiniones de un clown mantenía con Latinoamérica, es que el departamento de radioteatro de la WDR [=Radio Colonia], le encargó allá por 1979 la versión radiofónica del drama incaico Ollantay: Böll se limitó a elaborar un “borrador de trabajo” de 62 páginas (del que poseo una copia) sobre el cual no volvió nunca; era evidente que no le satisfacía el final feliz del viejo drama y no veía modo ni manera de reestructurarlo sin falsear el original.
P DE PUERTO PRÍNCIPE
“¿Cuántas bienaventuranzas le ha traído a Haití la economía libre? ¿Puede plantearse esta pregunta, y puede plantearse esta otra pregunta?: ¿Quién se manifiesta en Puerto Príncipe? Yo soy cobarde para hacerlo, pero ¿podrían quizás arriesgarse a hacerlo un par de diputados norteamericanos? También soy demasiado cobarde para ocultar una pancarta bajo mi camisa, viajar a Praga y desplegarla allí: ‘¡Libertad para Václav Havel!’ El valor tiene que ver mucho con los nervios, y yo no tengo ni el valor ni los nervios. Quizás el Sr. Hengsbach, obispo de Essen, tenga el valor y los nervios para ocultar una pancarta bajo su sotana, volar a La Paz y desplegar allí un oculto regalo: ‘¡Sindicatos libres en Bolivia!’ ¡Ob Baby Doc, tú, piadoso protector de la libre empresa! ¿rezas tú también con fervor tus oraciones por Polonia?”
[Fragmento de un texto de 1982]
Q DE QUITO
En 1979 viajó Heinrich Böll a Quito, donde enfermó y tuvo que ser operado.
R DE RENÉ BÖLL
Nacido en 1948, René es el mayor de los dos hijos vivos de Heinrich Böll. Pintor con una seria y exitosa trayectoria, se ocupa además como albacea del legado paterno. Por los años 70 fundó la editorial Lamuv, donde publicó varios libros de autores comprometidos de América Latina, así como con la problemática socio–política latinoamericana, pero también el de cuentos de su padre que incluye “Viajas demasiado a Heidelberg”, el cual dio título al volumen. (Ver H y J)
S DE SAMAY
Samay, la hija de Carmen Alicia y René, fue el primer nieto de Heinrich Böll, y a ella, en su primer álbum, le dejó escrito su abuelo el bello poema que dice así, en mi aproximación: “De muy lejos venimos / pasñachallay / y hemos de ir muy lejos / no tengas miedo / todos están contigo / los que te precedieron / tu madre tu padre / y todos los que les precedieron / desde mucho, mucho antes / no tengas miedo / de muy lejos venimos / y hemos de ir muy lejos / pasñachallay”. (Ver Y)
T DE TERESA DE ÁVILA
En 1978 apareció en la editorial Fischer el volumen Mein Lesebuch [Mi libro de lecturas], de Heinrich Böll, siendo el segundo de una colección inaugurada meses antes con el similar de Hubert Fichte. Entre las lecturas seleccionadas por Böll se encuentran dos cartas de la santa Teresa de Jesús, una desde su Ávila natal al rey Felipe II, el 4.12.1557, y otra, asimismo desde Ávila, al padre Jerónimo Gracián, el 8.5.1578.
U DE UCASE CONTRA LOS “RADICALES”
El tristemente célebre Radikalenerlass del 18.2.1972, prohibía el ejercicio de su profesión en el servicio público a quienes la Oficina Federal de Defensa de la Constitución (el servicio secreto interno alemán) les atestiguase ideas o contactos que fuesen nocivos para el orden democrático fundamental del país. Como resultado del mismo, hasta 1991, en que se derogó el ucase, fueron controladas 3,5 millones de personas, entre las cuales se contaban profesionales de la educación y de correos y telégrafos, asi como ferroviarios, cuya única posibilidad de desempeño profesional era justamente el servicio público. Pese al control masivo, tan sólo unas 260 personas fueron exoneradas de sus puestos, y 1.250 no pudieron acceder a un trabajo acorde con sus cualificaciones. Entre ellas, el protagonista del cuento “Viajas demasiado a Heidelberg”, donde iba a encontrarse con sus amigos chilenos Teresa y Diego, acerca del cual existía un informe desfavorable de la Oficina Federal antes mentada. La histeria dominante en el establecimiento alemán hizo que también cayesen en la mira de dicha Oficina Federal unos alemanes intachables como los Böll, uno de los cuales, para más inri, regentaba una editorial que publicaba libros poco menos que “subversivos”; entre otros, por ejemplo, el testimonio de la minera boliviana. (Ver B y J)
V DE LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA
“La pregunta esencial de la Humanidad, una pregunta que podría formularse en todos los continentes: ¿De quién es esta Tierra? La Tierra pertenece a aquél que le echa la zarpa, al pionero, y eso significa, en estas décadas de nuestro siglo, bajo el signo de la dependencia y la codicia de materias primas, a las compañías petroleras y de cualquier índole. Se ha descrito ya hartas veces cuán rico es este continente Latinoamérica en petróleo, gas natural, maderas preciosas, carbón, pieles, hierbas medicinales, piedras semipreciosas, metales (véase Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina), y no obstante, en ese rico continente vive un 90% de la población lindando con el mínimo existencial, y muchos por debajo de él. ‘En la mayoría de los casos’ escribe Luis A. Pereira F., polemizando violentamente con el SIL, ‘los mismos misioneros son ingenuos, y en su consecuencia son instrumentos dóciles: incapaces de darse cuenta de los fundamentos ideológicos y de los intereses políticos del sistema que los manipula’”.
[Fragmento de la reseña del libro Is God an American?, de Søren Hvalkof y Peter Aaby, cuya traducción al alemán por Annemarie Böll publicó la editorial Lamuv en 1981] (Ver I y W)
W DE WYCLIFF BIBLE TRANSLATORS
“El Summer Institut of Linguistics (SIL) y los Wycliff Bible Translators (WBT), que apenas si aparecen juntos en público, sin embargo forman un conjunto. A nivel doméstico, en EE.UU. principalmente, pero también en Inglaterra, Canadá y Alemania Federal, los WTB recaudan dinero para la labor misionera; y en el extranjero, el SIL trabaja en apariencia de un modo científico, lingüístico. A través de un extenso trabajo de campo, y analizando los resultados de ese trabajo, los doce autores han analizado a su vez los métodos y los resultados del trabajo de ambos institutos, haciéndolo de un modo crítico, lo que siempre sigue significando verificación. Y la verificación no es positiva”.
[Fragmento de la reseña del libro Is God an American?, de Søren Hvalkof y Peter Aaby, cuya traducción al alemán por Annemarie Böll publicó la editorial Lamuv en 1981] (Ver I y V)
X DE XEREZ (FRANCISCO DE), CONQUISTADOR ESPAÑOL EN EL PERÚ
En la selección de textos que hizo Böll para Mein Lesebuch [Mi libro de lecturas] (Ver T), se cuentan ocho páginas de una recopilación de testimonios de conquistadores españoles, entre ellos Francisco de Xerez. De su Verdadera relación de la conquista del Perú y provincia del Cuzco, editada por primera vez en Sevilla, 1534, cita Böll un pasaje acerca de la pérdida de valor adquisitivo del oro frente al de otros bienes más terrenales como caballos, botijas de vino de tres azumbres, borceguíes, calzas, capas, espadas, cabezas de ajo, manos de papel y onzas de azafrán: “Muchas cosas habia que decir de los crecidos precios á que se han vendido todas las cosas, y de lo poco en que era tenido el oro y la plata. La cosa llegó á que si uno debia á otro algo, le daba un pedazo de oro á bulto sin lo pesar, y aunque le diese al doble de lo que le debia no se le daba nada, y de casa en casa andan los que debian con un indio cargado de oro buscando á los acreedores para pagar lo que debían”.
[Transcripción fiel de la edición original de 1534, con su acentuación distinta a la nuestra]
Y DE YAQUINCHA WELLER
Yaquincha [=Jacqueline] Weller es una quechuóloga francesa con quien me asesoré para la traducción al quechua de la expresión alemana “liebes Kind” en el poema que Böll dedicó a su nieta (Ver S). En castellano sería algo así como “querida niña, chiquita, pequeñita, gurisita, chamaquita”, según la respectiva latitud de nuestro idioma. En un rasgo de libérrrima audacia, del que me responsabilizo por entero, quise aproximar el nombre de Samay (palabra quechua que en sentido literal significa “aliento, respiración”, pero también “gracia, hálito” en sentido poético, “descanso” en un sentido traslaticio) a una palabra asimismo quechua y de fonética bellísima. Quienes no comulguen conmigo en este caso, lean “querida niña etc.” donde creo y espero que muchos ya sólo leeremos “pasñachallay”.
Z DE ZORTZICO
El zortzico es el baile típico de Euzkadi, del País Vasco, y ello me sirve de clavo ardiendo al que agarrarme para completar este abecedario Böll con un pasaje de su novela Acto de servicio, aquel donde se encuentra una lúcida alusión al bombardeo de Guernica, la ciudad sagrada de los vascos: “El fiscal preguntó si era usual que un artista —lo dijo con abierto sarcasmo— robase el material para su obra de arte. Büren replicó de nuevo con una fantástica, acusada indolencia: dijo que querer hacer una obra de arte era una pasión tan vehemente que, desde luego, un artista siempre estaría dispuesto a robar el material; Picasso, dijo, buscó a veces materiales para sus obras de arte entre los escombros, y hubo una ocasión en que la mismísima Luftwaffe, durante algunos minutos, hizo que los motores de sus reactores de caza cooperasen en una obra de arte de esta naturaleza”.
Ricardo Bada
Escritor y periodista, residente en Alemania desde 1963. Editor en ese país de la obra periodística de García Márquez y los libros de viaje de Cela, y autor de Don Enrique, la única antología integral en castellano de la obra de Heinrich Böll.