Recuperando el Frente
La concepción de un frente político de carácter pluripartidista, ideológicamente holístico e integral pretende conquistar la unidad nacional no solo desde el sentido romántico, sino también desde el práctico.
¿Cómo vencer a los fantasmas del pasado y la incertidumbre del futuro? Con una oferta política concreta y realista. La polarización política ha generado una explosión de recelo social en contra de una clase desprestigiada —a la que pertenezco— que no ha conseguido colocar al centro de la agenda a la ciudadanía. Si algo nos dejó ver el periodo de precampañas es todo lo que no debiera verse a partir del 1 de abril, con las campañas federales.
Y eso fue una ola de acusaciones, descalificaciones y ataques acompañados por una gigantesca nube de números a manera de sondeos. La oportunidad de que la ciudadanía tuviera acceso a un prólogo de propuestas de campaña y plataformas políticas se perdió, dejando a los electores con el mismo agrio sabor de boca.
Sin embargo, en este momento tan peculiar y único de la historia de la democracia mexicana es fundamental que los mexicanos decidamos qué camino queremos tomar hacia el futuro. Esto incluye a los diferentes niveles de Gobierno y a los poderes del Estado.
Como jurista no condeno a nadie a priori. No podemos tener a un candidato como Ricardo Anaya con el aura, el rumor o la zozobra de que haya cometido algún acto fuera del marco de la ley. Y es que el fair play en política es un imperativo moral que favorece el argumento de legitimidad y prestigio público.
Es tiempo de buscar puntos de unión y convergencia para fortalecerlos
La sospecha de cualquier acción irregular debe estar fundamentada, pero sobre todo debe ser esclarecida debidamente y no solo en la corte de la opinión pública. Si algo nos ha enseñado la historia es que acciones como esta solamente refrendan el quejido ciudadano que augura un cambió de régimen y la realización de que el sistema político actual ha caducado. Por ello, mi nivel de apoyo a Ricardo se encuentra intrínsecamente referido a su reiterada afirmativa de inocencia.
Mi aportación a Por México al Frente no está basada en la necesidad de crear un eslogan para colocarme a mí o a mis allegados en una posición cercana al poder. Tampoco se trata de una campaña oportunista para apoyar un proyecto que sea más de lo mismo, pero con diferente capa. Sino para que el pueblo mexicano adquiera la mayoría de edad en su relación con los poderes que lo gobiernan.
Como ciudadano sin partido estoy a favor de un Gobierno de coalición, porque esto significaría dejar a un lado el enfoque hegemónico de los partidos políticos o fuerzas políticas, para así sumar a todos aquellos ciudadanos que estén dispuestos a trabajar solo por el bien común.
Es tiempo de buscar puntos de unión y convergencia para fortalecerlos y, desde ahí, generar una agenda política por el bien de toda la Federación. Se debe permitir la concepción real de los Gobiernos de coalición y las figuras jurídicas alternativas. Se debe ir un paso más allá de los partidos políticos y los personajes, mediante la creación de mayorías parlamentarias. Esto significa forjar una distribución efectiva del poder político con mejores mecanismos de control entre los tres gobiernos y, sobre todo, regresarle a México un sentido de federalismo eficiente y eficaz.
La única manera de que los mexicanos seamos dueños de nuestro destino es que no lo pongamos todo en manos de una sola persona. Los mexicanos necesitamos una dirigencia que responda a un pacto político claro con la ciudadanía y sea capaz de administrar y bien emplear el poder que el pueblo le confiere.
No se puede hacer del ataque al presidencialismo y la llamada a la asunción una responsabilidad política individual, una muralla infranqueable que solamente permita conquistar la silla del águila, para inmediatamente después cerrarle las puertas al pueblo.
Nuestro país requiere fomentar una cultura legislativa y promulgar leyes en donde se coloque en el centro del debate a las personas y sus necesidades. Con ello se podría dar pie a un proceso continuo y progresivo para erradicar la desafección política ciudadana.
Es por lo anterior por lo que mi determinación para participar en la creación del Frente (Por México al Frente) también está intrínsecamente relacionada con la construcción de los mecanismos efectivos para compartir el poder. Un presidente del Frente sin un jefe de Gabinete y un Gobierno de coalición es más de lo mismo, sería un engaño más a México. Como gobernante, como hombre y como ciudadano no participaré en algún acto que intente crear promesas falsas a la sociedad.
Mi aportación a Por México al Frente quiere una relación adulta entre el pueblo y el Gobierno
Después del desastroso sismo del pasado 19 de septiembre, me enfrenté a una decisión. Buscar la candidatura a la presidencia de la República o luchar contra los efectos del sismo en la ciudad. Entonces decidí, como fue un imperativo moral, quedarme y luchar por reconstruir mi ciudad, apoyando en todo momento a las y los capitalinos que más se vieron afectados. En ese sentido, mi siguiente objetivo será apoyar en la reconstrucción nacional, con la cual se podrá eliminar las prácticas anteriormente utilizadas que han producido estancamiento económico, desigualdad social y deterioro político.
Busco representar y apoyar un proyecto de Estado; lograr impulsar las nuevas reglas de convivencia social; presentar un modelo de restauración a partir de la transición progresista del régimen político. Es decir, una plataforma nacional, en donde es el cómo y no el quién gobernará. México necesita un modelo alternativo que parta de la revolución conceptual de aquellos métodos y estructuras del poder que han caducado.
Esto quiere decir llevar a cabo un cambio de régimen, que significa llevar al país a un crecimiento económico, a través de proyectos y propuestas enfocadas en el desarrollo social, las cuales sean diseñadas por un grupo de especialistas de cada sector.
Finalmente, se debe promover el desarrollo económico como motor principal del cambio, fortalecer los sectores sociales más vulnerables y garantizar los derechos fundamentales de los mexicanos. Se debe realizar un manejo responsable y austero de las arcas públicas, en todos los niveles de gobierno, siendo los de mayores posiciones jerárquicas quienes sirvan de ejemplo.
Ante esto se encuentra Por México al Frente, una oferta política que busca hacer frente a los males que durante décadas han aquejado a México. Terminar con el statu quo de manera sensata, inteligente e integral.
Miguel Ángel Mancera fue jefe de Gobierno de Ciudad de México y es el coordinador del proyecto de Gobierno de coalición de Por México al Frente.