Angela Merkel vuelve a devorar a sus socios de coalición
Ya pasó en las dos primeras legislaturas de Angela Merkel. La canciller devoró electoralmente a sus dos sucesivos socios de coalición: primero el Partido Socialdemócrata (SPD) y después los liberales del Partido Liberal Democrático (FDP), desaparecidos todavía del mapa político alemán. En esta tercera legislatura, en la que repite gran coalición con los socialdemócratas, el SPD parecía haber aprendido la lección y se vacunó contra la escorrentía de votos con unos draconianos pactos de Gobierno que tardaron meses en ser acordados. Pero fue en vano. Las encuestas demuestran que los votos socialdemócratas se diluyen en la esfera de influencia Merkel y la historia parece destinada a repetirse.
Un estudio del instituto demoscópico INSA publicado hoy y elaborado entre el 10 y el 13 de marzo revela que solamente el 23,5% de los votantes entregaría su papeleta al SPD si hubiera elecciones en Alemania el próximo domingo. El último resultado electoral fue un 27,5% logrado por el candidato Peer Steinbruck, posteriormente desplazado de la dirección del partido y que hoy no ocupa ningún cargo público, a pesar de que fue el segundo candidato más votado y de que remontó un 2,7% el funesto resultado de 2009.
Las principales leyes aprobadas por el Gobierno alemán en esta tercera legislatura de Merkel llevan por ahora la firma del SPD, como el salario mínimo interprofesional, la posibilidad de jubilación a los 63 años o la cuota de mujeres en las grandes empresas , pero el partido se ve incapaz de capitalizar sus éxitos. Aunque faltan todavía dos años y medio para las próximas elecciones generales, varios medios alemanes han comenzado ya a hablar del nerviosismo y del pesimismo que cunde entre los socialdemócratas, actualmente capitaneados por el vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel. Otras encuestas llegan a reducir el pronóstico de votos hasta el 23%, mientras que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y sus socios bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU) siguen firmemente anclados en, como mínimo, el 41% de los votos.
Circulan informaciones internas en el SPD sobre un comentario realizado por Gabriel en el que daba incluso por perdidas las elecciones de 2017. Hay analistas que calculan que el SPD tratará de forzar la gran coalición para propiciar su ruptura a tiempo para recuperarse, pero los sondeos son muy tozudos a la hora de valorar, no solo a los partidos políticos, sino también a las figuras políticas de forma individual.
El último barómetro político de la segunda cadena de la televisión pública ZDF vuelve a situar a la canciller como el miembro del gobierno mejor valorado por los ciudadanos, seguida del titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble. El primer socialdemócrata en esa lista es el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, que se sitúa por encima del líder del partido, Sigmar Gabriel.
«Los datos apuntan a que el SPD está teniendo serias dificultades para hacer valer su labor en el ejecutivo y recuperar su imagen de partido social, gravemente dañada por los recortes y por la dura reforma laboral que diseñó el canciller Gerhard Schroeder en la Agenda 2010», explica el director del instituto INSA, Hermann Bunker. «También parece claro que se avecina una disputa interna por el nombramiento del próximo candidato electoral», añade.
La gran incógnita, sin embargo, no es la identidad del próximo candidato socialdemócrata, sino si Merkel volverá o no a concurrir a las elecciones generales alemanas. Ella guarda silencio y en la CDU nadie osa susurrar al respecto. Hay quien señala que tiene puestos su ojos en la política internacional más allá de las fronteras alemanas y la mayoría de los analistas políticos apunta que el desenlace de las crisis de Grecia y Ucrania determinarán los objetivos políticos personales de Merkel para la próxima legislatura.
