AMLO se desgasta innecesariamente
Es evidente que desde su triunfo en las urnas el pasado 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el centro de atención, al grado de que parece que su administración inició desde un día después de haber ganado las elecciones. Esta situación no sólo le ha permitido impulsar sus proyectos desde antes de llegar a la silla presidencial, sino que también le ha provocado un desgaste lógico a su proyecto y su equipo, especialmente con temas tan polémicos como la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, la construcción del Tren Maya, la lucha anticorrupción, la posible eliminación de la Reforma Educativa, etcétera. Tal parece que López Obrador sigue en campaña, en lugar de utilizar el largo periodo de transición para planear mejor su estrategia para cuando finalmente porte la banda presidencial.
En El Universal, la periodista, Ana Paula Ordorica, escribe que: “el hartazgo ciudadano con el Partido Revolucionario Institucional llevó a un intermedio de 12 años de gobierno Panista […] Que regresen los que saben, aún si roban, fue la consigna de la elección del 2012 que ganó Enrique Peña Nieto. Seis años de un gobierno que fue voraz y bien descrito por The Economist como uno en el que no saben que no saben, acrecentaron el hartazgo ciudadano al grado de que un partido de conformación reciente, Morena, logró arrasar la elección presidencial el pasado 1º de julio con la promesa de Andrés Manuel López Obrador de cambio, esperanza para México y un gobierno sin corrupción […] Tenemos a un ex Presidente en funciones, como diría Rafa Pérez Gay, y a un presidente electo que parece estar tan en funciones que, sin haberlas asumido formalmente, sufre ya de un enorme desgaste. Él y su futuro gabinete. El desgaste más reciente proviene de una frivolidad: la boda de César Yáñez, cercanísimo colaborador de Andrés Manuel López Obrador y próximo coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia. Una boda cuyas exquisiteces, como el menú y la música en vivo de Los Ángeles Azules, no dejan lugar a duda de los límites de la austeridad republicana predicada […] hay otros temas que preocupan porque han desgastado innecesariamente al futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin que éste comience aún. En primer lugar está la cantidad de recursos públicos destinados para pagar sueldos y prestaciones de la burocracia. Es un tema que indigna […] En segundo lugar están los anuncios en materia de infraestructura. Condicionar que siga adelante la construcción de Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a una consulta pública […] Acompañarlo del anuncio de la construcción del Tren Maya y una refinería […] A ello podemos sumar la amenaza de no dejar ni una coma de la reforma educativa; la descentralización vía la mudanza de las Secretarías de Estado a lo largo del país; la propuesta para combatir la inseguridad; cómo capitalizar mejor la reforma energética; qué conviene hacer respecto al avión presidencial; cómo cuidar la seguridad del presidente. Para todo ello hay lugar para modificar, cancelar y replantear. Pero para que valga la pena y el cambio que esperan tantos entusiasmados con Morena se vuelva realidad, los dogmas no son el mejor aliado. La campaña ya terminó. Morena no ganó: arrasó […] El largo periodo de transición está concebido precisamente para estudiar e idear la dirección del futuro gobierno. Andrés Manuel López Obrador ha decidido invertirlo para seguir en campaña y con ello se desgasta innecesariamente. Si por ello termina decepcionando también y tan pronto, entonces ¿qué sigue?”.