La campaña ‘Cada elector un observador’ invita a los ciudadanos a ejercer sus derechos
La Ley prevé que los electores supervisen el proceso desde la votación al recuento
Ajenos a los enconados debates entre los partidarios del Sí, el No o la abstención en el referendo del 24 de febrero, un grupo de activistas se dispone a velar porque se cumplan las normas del proceso. La Asociación Cubana de Observadores Electorales (ACOE) cuenta a 14ymedio que hasta el momento 400 personas en 76 municipios se han sumado a la iniciativa, pero aspira a más.
A pesar de que la asociación, integrada en la Comisión Cubana de Defensa Electoral (COCUDE) no ha obtenido aún respuesta a la solicitud de reconocimiento que entregó a la Asamblea Nacional del Poder Popular, no se da por vencida y ha lanzado la campañaCada elector un observador, con la que pretende que toda la ciudadanía se sume a custodiar la votación para evitar irregularidades.
Aunque la ley prevé que los electores participen en el recuento de votos, pocos se atreven a hacerlo por miedo a ser vistos como personas que desconfían del proceso electoral
Zelandia de la Caridad Pérez, coordinadora nacional del grupo, explica que varios observadores «están avalados por organismos regionales». Aunque la ley prevé que los electores participen en el recuento de votos, pocos se atreven a hacerlo por miedo a ser vistos como personas que desconfían del proceso electoral y no como individuos que ejercen su derecho.
«La acción ciudadana desde la observación electoral siempre va a ser legítima», expone Juan Manuel Moreno, secretario ejecutivo de Candidatos por el Cambio. A su juicio, y frente a quienes creen que votar legitima el régimen, «el sistema es corrupto, dictatorial y totalitario, pero tiene un Ejército, una moneda de curso legal, emite pasaportes que son reconocidos en las ventanillas de inmigración del resto del mundo. Aunque nos pese, goza de legitimidad».
Su opinión la comparte Frank Abel García, coordinador nacional de la ACOE, que piensa que los cubanos no pueden pretender «vivir algún día en una sociedad democrática sin mecanismos que defiendan la voluntad popular», algo que debe comenzarse a «practicar desde ahora».
La ACOE busca transmitir a cada elector una sensación de acompañamiento, de la presencia de individuos independientes que puedan velar porque nadie sea coaccionado, se le impida ejercer su voto o esté discriminado por elegir una opción u otra. No pueden cambiar el curso del proceso pero sí darle seguimiento.
Los puntos que deberán revisar estos observadores incluyen desde comprobar que en el Registro Electoral estén todos los ciudadanos con derecho al voto, pasando por que se cumplan los horarios establecidos y que los miembros de la mesa electoral se encuentren debidamente acreditados y cuenten con lo necesario para garantizar la jornada.
La privacidad del cubículo, el estado de las urnas al comenzar la votación y que los electores dispongan bolígrafos para marcar su opción con tinta indeleble son otros aspectos que deben supervisar los observadores
La privacidad del cubículo, el estado de las urnas al comenzar la votación y que los electores dispongan bolígrafos para marcar su opción con tinta indeleble son otros aspectos que deben supervisar los observadores, quienes serán testigos del escrutinio y de la redacción del acta final.
Otras entidades, como Ciudadanos Observadores del Proceso Electoral y Observadores de Derechos Electorales también planean monitorear el referendo. Mientras que las organizaciones independientes Somos Más, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el Partido Nacionalista Cubano, el Partido Autónomo Pinero y Ciudadanos por el Desarrollo, darán información a la ACOE.
En un mes, el oficialismo cubano no solo tendrá que lidiar con las posibles cifras de abstención, el volumen de boletas anuladas y el número de No a la nueva Constitución, sino que también sentirá el peso de la mirada de estos ciudadanos dispuestos a defender su voto con civismo.