América Latina se sigue frenando
El epígrafe que el Fondo Monetario Internacional utiliza para referirse a América Latina en su análisis de la economía global refleja de una manera muy simple el problema inmediato de la región: sigue perdiendo velocidad. Más incluso de lo que esperaba, lo que está provocado por la debilidad de la demanda, tanto interna como externa. El organismo que dirige Christine Lagarde revisa por estos motivos sus proyecciones de 2014 para Latinoamérica de una manera drástica y anticipa un moderado repunte en 2015. Pero pesan más los riesgos a la baja, algo que refleja lo que también está pasando en el grupo de los países emergentes.
Los datos sobre la evolución reciente que llegan al organismo están siendo mucho más débiles de lo esperado, por eso proyecta una expansión media de solo el 1,3% para 2014. De confirmarse, esta tasa supone el ritmo más bajo desde 2009 y una importante revisión a la baja de 1,2 puntos si se compara con la previsión de abril, o siete décimas menos que la última actualización de julio. El PIB de la región remontaría al 2,2% el año próximo, pero esta cifra se queda siete décimas por debajo de lo previsto hace solo seis meses.
El rendimiento contrasta con el 2,7% que crecieron los países de América Latina y el Caribe en el ejercicio 2013 o el 2,9% en 2012. Además, en las tablas del informe publicado este martes por el FMI se observan importantes diferencias entre las economías de la región. Bolivia es el país que más crecerá, con un 5,2% previsto para este año y un 5% el próximo. La sigue Colombia, con el 4,8% y el 4,5%. Paraguay y Ecuador se mantendrán en la banda del 4% este ejercicio, según el FMI.
Recesión en Venezuela y Argentina
En la cara opuesta están Venezuela y Argentina, en negativo este año y el que viene. La situación venezolana es la más delicada en el continente con una contracción del 3% prevista para 2014, que se moderaría al 1% en 2015. La recesión es menos severa en Argentina, con un 1,7% previsto para el presente ejercicio. Pero, sin embargo, no hay visos de mejora, porque la proyección del FMI es que se contraiga otro 1,5% en 2015.
Sus problemas son conocidos, como el efecto de la elevada inflación en el consumo interno y la incertidumbre que genera la situación política. También lo son las dificultades a las que se enfrenta Brasil, la mayor economía de la región. La contracción en el arranque del año va a provocar que cierre el ejercicio estancada. La proyección es que crezca un 0,3%, un punto menos de lo que se dijo en julio, y repunte al 1,4% en 2015, seis décimas por debajo.
Es decir, el rendimiento de Brasil estará claramente por debajo al de la media y lejos de 2,5% que registró en 2013. La inversión se está viendo estrangulada, explican el equipo de Olivier Blanchard, por condiciones financieras más restrictivas y a una caída en la confianza por parte de los empresarios. El alza de tipos de interés y una tasa de inflación que seguirá alta también afectan al consumo privado, mientras la creación de empleo se modera.
Mantiene para México
México, por el contrario, doblará el crecimiento entre 2013 y 2014, del 1,1% hasta el 2,4%. El FMI mantiene en este caso sus previsiones. Atribuye este reputen a las reformas adoptadas, que continuará notándose en 2015, hasta repuntar al 3,5%. En parte se lo debe también a que la economía de EE UU tendrá el año que viene una tasa de crecimiento próxima al 3,1%. Chile y Perú también crecen por encima de la media, pero la moderación está siendo más pronunciada.
El FMI advierte que hay varias economías latinoamericanas que están teniendo dificultad para dar con nuevos motores para sostener el crecimiento. Se refiere en concreto a los grandes exportadores de materias primas, por el efecto de la caída de precios. Aunque EE UU ayuda a compensar, la moderación del crecimiento en China es un factor que el FMI no pierde de vista. Tampoco los efectos del proceso de normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal.
La prioridad para el conjunto de la región latinoamericana y caribeña, concluye el FMI, es seguir aplicando políticas que permitan preservar la estabilidad económica y adoptar reformas que permitan elevar el crecimiento potencial. El recurso a medidas de tipo fiscal para incentivar el crecimiento tiene poco margen en general, como pasa con la política monetaria en los países que tienen los precios disparados. Por eso insiste en reformas para elevar la productividad.
Reflejo de emergentes
La situación que se presenta para América Latina podría extenderse al conjunto de economías emergentes, las que durante la pasada crisis financiera hicieron de motor global. La proyección del FMI ahora es que su crecimiento se modere al 4,4% este año antes de repuntar al 5% en 2015. Es también más débil que lo anticipado en abril. Será casi un punto más que la media para el conjunto del planeta en 2014 y estará por encima del 3,8% para el que viene.
Blanchard señala que el bajo potencial de crecimiento de las economías emergentes es el factor dominante de esta débil recuperación. Precisa que está ahora 1,5 puntos por debajo a lo que se vio en 2011. China, señala, seguirá creciendo a un ritmo alto, pese al reequilibrio de su economía. En el caso de India, repunta gracias a la confianza que generan las nuevas políticas. Rusia, sin embargo, empeora como Brasil porque la incertidumbre reduce las inversiones.