Cultura y Artes

Monday, Monday: Centenario de Billie Holiday

images

 

«I hate straight singing. I have to change a tune to my own way of doing it. That’s all I know.»

Billie Holiday

Hablar de Billie Holiday es mucho más que hablar de una de las más grandes cantantes de música popular de la historia. Es mencionar a una real superestrella. Hoy es recordada por sus obras maestras de la canción, por su creatividad a la hora de asumir un tema musical, su manera de hacerlo suyo como pocos artistas lo han hecho, y convertirlo en una experiencia inolvidable.

Su voz es una de las más grandes en la historia del jazz. Y es que cuando el jazz reinaba en el mundo, y cuando a su lado estaban otras grandes artistas, como Ella Fitzgerald, o Sarah Vaughan, Billie fue una auténtica gigante de la canción. Frank Sinatra afirmó que Billie «era su mayor influencia», y que «había ejercido la mayor influencia en el canto popular estadounidense.» 

Elaborar esta nota es, por ello, una auténtica satisfacción: soy un admirador con letras mayúsculas de la gran cantante nacida en Baltimore, Maryland, en abril de 1915, hace cien  años.

Comencemos con una de sus interpretaciones favoritas,  una de las grandes canciones del jazz: «Body and Soul»:

 

 

Una de las primeras canciones que oí en su voz, es «The Very Thought of You.» Compuesta en 1934 por el músico y director de orquesta británico Ray Noble, fue un hit inmediato. Hay muchas versiones (la del propio Ray Noble, así como las de Bing Crosby, Doris Day, Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, o Nat King Cole). Incluso hay una versión instrumental en la película «Casablanca». Pero ninguna supera la de Billie Holiday. ¿Qué tal si hacemos la comparación con el original?

Ray Noble y su orquesta, con un muy popular crooner y cantante de los treinta -murió muy joven- AL BOWLLY, interpretando «The Very Thought of You.», muy en la ortodoxia de la época:

 

 

Ahora, la versión de Billie Holiday:

 

 

Nacida Eleonora Fagan, su madre, Sadie Fagan, tenía sólo trece años cuando nació Billie; su padre Clarence Holiday, un guitarrista y bajista de jazz que tocó en la orquesta de Fletcher Henderson, tenía quince. Inevitablemente, la infancia y juventud de Billie fueron muy turbulentas, pero el amor por la música ya estaba allí. De niña, le hacía recados a las chicas de un prostíbulo cercano a su casa, con el fin de que le permitieran oír grabaciones de jazz, especialmente de sus dos grandes ídolos, Louis Armstrong y Bessie Smith.  Al mudarse su madre a Nueva York a la búsqueda de un mejor empleo, Billie aprovechará la ocasión para hacer su debut como cantante, sin ningún tipo de estudio o de entrenamiento musical, en uno de los ambientes de jazz más vibrantes del mundo en la década de los 30, la Gran Manzana. Se inició en oscuros clubs de Harlem, ganando apenas lo que recibía en propinas, con el nombre de batalla de «Billie Dove.» En ocasiones como solista, acompañada por un pianista, a veces como parte de un grupo de ejecutantes.

 

Billie-Holiday-Meme-Card-05

 

Su primer disco lo grabará a los 18 años, el 27 de noviembre de 1933, descubierta por un entusiasta del jazz, John Hammond, y cantando en un grupo dirigido por un joven músico a punto de alcanzar el estrellato: Benny Goodman. En 1935, a los 20 años, graba sus primeros hits, como “What a Little Moonlight Can Do y “Miss Brown to You.” Asegurará de este modo su primer contrato de grabación como solista, y en los siguientes siete años construirá, disco tras disco, uno de los más importantes legados en la historia del jazz.

En 1936 comienza a trabajar con el saxofonista Lester Young, quien le pondría su famoso sobrenombre: «Lady Day.» Tocaría asimismo con Count Basie, en 1937, y Artie Shaw en 1938, convirtiéndose en una de las primeras cantantes negras en tocar con una orquesta «blanca.»

Aquí tenemos el privilegio de escuchar a Billie cantando uno de sus mayores éxitos, compuesto por ella: «Fine and Mellow», acompañada por un grupo de todos estrellas: Lester Young, Ben Webster, Roy Eldridge y Gerry Mulligan…

 

 

Mientras trabajaba con Columbia Records siempre en los 30, Holiday oyó una canción que le impactó: «Strange Fruit«, basada en el linchamiento de un hombre negro. Columbia se negó a grabar el tema, pero Holiday insistió y logró hacerlo con el sello Commodore. La canción se convertiría en uno de sus clásicos. La primera vez que fue interpretada en público nadie aplaudió; el silencio llenó la sala. La letra era demasiado impactante.  Era en el Café Society, en Nueva York, con capacidad para aproximadamente 200 personas. Al final de la canción, las luces se apagaron un instante; al encenderse, Billie había abandonado el escenario. Se había dirigido al baño del local, a vomitar. La interpretación había también dejado su huella en ella.

En su autobiografía, «Lady Sings the Blues», ella recuerda: “Cantarla me afecta tanto que me enferma. Me deja sin fuerzas.» Y como señala Dorian Lynskey en su obra «33 revolutions per minute», Strange fruit  «quizá no fue la primera canción de protesta de la historia, pero sí fue la primera que generó impacto en el mundo del espectáculo.» Luego vendrían muchas versiones, como las de Nina Simone, Diana Ross, Barbara Hendricks, o Sting. 

«Strange Fruit«, con subtítulos en español:

 

 

Entre 1952 y 1959 grabó con el sello Verve, y realizó varias giras por Europa. Su última grabación, en 1959, la haría con el sello MGM.

A pesar de carecer de entrenamiento técnico, sus inimitables dicción y fraseo y su insuperable sentido del ritmo, unidos a una original intensidad dramática, la convirtieron en la gran cantante de jazz de su generación. Otra de sus marcas de presentación fueron las gardenias blancas que se colocaba en el cabello.

Hoy leyenda de la música, Billie Holiday muere a los 44 años, el 17 de julio de 1959. En el obituario publicado por el New York Times se destaca: «Fue el intérprete de jazz más influyente, quizá con la excepción de sus dos inspiraciones: Louis Armstrong y Bessie Smith.» Al final, no pudo superar la dependencia al alcohol y las drogas. Pero su voz, su creatividad, su calidez expresiva serán siempre recordadas.

 Bilie Holiday cantando una estupenda versión de SUMMERTIME»

 

Botón volver arriba