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Revelan más rituales de Chávez y Maduro en Miraflores, inspirados en la santería cubana

La superstición y la brujería son parte del régimen de Nicolás Maduro. Ya sea desde su viaje a entrevistarse con el fallecido Sai Baba -aquel gurú indio que algunos veneraban como la reencarnación del dios Vishnú- o los cientos de miles de dólares gastados para contratar santeros cubanos, el círculo íntimo del dictador Venezolano está altamente involucrado con el espiritismo.

Sin embargo, Maduro no fue el primer mandatario venezolano que venera la brujería. El fallecido Hugo Chávez, quien se confesaba constantemente como cristiano, era un arduo creyente y seguidor del espiritismo, los videntes y la santería.

El periodista y escritor venezolano David Placer, autor del libro El dictador y sus demonios: la secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela recientemente publicado en Amazon, cuenta como la santería y brujería caribeña han sido centrales en las creencias tanto de Chávez como de su sucesor.

LAS BRUJERÍAS DE CHÁVEZ

En los Brujos de Chávez, libro publicado en 2015 por la editorial Sarrapia, Placer ya había detallado las más extrañas de creencias del mandatario venezolano. Dialogando con chavistas dedicados a la práctica de la santería, entrevistando a los ministros y amigos del mandatario venezolano y hasta incluso metiéndose dentro del “Salón de las Brujerías” en el Palacio de Miraflores, Placer realizó un enorme trabajo periodístico en el cual exploró el uso de la brujería y el espiritismo en el régimen chavista. “La religión del chavismo es la santería” le dijo Placer a Infobae.

Altar de santería (Foto: Martí Noticias)

En un minucioso trabajo, Placer entrevistó a más de 70 personas acerca de las creencias espirituales de Chávez, quien nunca negó tener fuerte conexión a la religión espiritista proveniente de Cuba. La santería cubana, a su vez proveniente de las prácticas espiritual de los Yoruba del oeste de África, es muy popular en varios países caribeños. Conocida en la cultura popular por sus excéntricos rituales como el ebbó, que consiste en sacrificar animales para resolver problemas económicos o de salud, la santería tiene mala fama en gran parte de la cultura occidental.

No obstante su reputación, Chávez era una persona muy espiritual incluso antes de tomar las riendas del poder en 1998. Aunque no se sabe exactamente cuándo o en dónde -si fue en Caracas o La Habana- Chávez se convirtió en santero después de pasar por varios rituales requeridos para ascender a dicha posición dentro del culto antes de llegar a Miraflores.

Altar santero en el Palacio de Miraflores. (Foto: David Placer)

En su incansable investigación, Placer logró entrevistar a una de las figuras más importante para el mismo Chávez, su amiga – muchos cercanos al mandatario aseguran que fue su amante- Elisabeth Sanchez. Ella contó que Chávez estaba obsesionado con las supersticiones y que por eso ella lo había conectado con Cristina Marksman, una santera que cambiaría la vida del mandatario para siempre. Cristina, una santera venezolana que se convirtió en una de las consejeras más respetadas por Chávez, le dijo una frase que modificaría la manera en la cual el mandatario militar vivió el resto de su vida: “Vas a morir antes de cumplir 60 años de una enfermedad terrible.” Cabe mencionar que Chávez murió de cáncer a los 59 años.

Hábil practicante de rituales de la santería, Cristina se convirtió en la guía espiritual de Chávez ya que decía tener habilidades para ver el futuro y predecir las consecuencias de ciertas acciones tomadas por el mandatario. Logró influir en Chávez de maneras inexplicables, ya que el presidente acudía a su consejo cada vez que debía tomar cualquier decisión importante. Placer logró comprender que, para Chávez, mezclar la santería con sus cristianismo era habitual.

Chávez siempre tuvo una extraña relación con el mundo “del más allá”. Placer relata que cuándo Chávez visitaba hoteles, cenaba solo pero pedía un plato de pollo y plátanos para Simón Bolívar, cuyo espíritu creía que estaba comiendo junto a él. Otros cuentan como Chávez dejaba una silla vacía para Simón Bolívar en las reuniones con sus ministros. Además, Chávez mantenía charlas a todo momento con el difunto libertador.

Otras veces, durante las rituales santeros en las cárceles, Chávez decía estar poseído por el alma de su bisabuelo, que hablaba desde el más allá a través de él. Algunos testigos decían que Chávez aseguraba haber visto a la infame ‘llorona’, el espíritu maligno de una conocida leyenda latinoamericana.

Un altar con elementos espiritistas o de santería-rutas, cabeza de caimán, dentro del “Salón de las brujerías”, que Chávez creó dentro del mismo Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano. (Foto: David Placer)

Durante su investigación, Placer cuenta que uno de los momentos más impactante para él fue cuando logró que lo dejaran entrar al Palacio de Miraflores, el centro del poder en Venezuela, para conocer el salón donde Chávez llevaba a cabo sesiones de espiritismo. Lleno de velones, frutas y flores, el salón que el régimen bautizó como “El Salón de la Patria”, funciona como un templo de santería dentro del mismo palacio de gobierno.

Ideado por el supersticioso pintor y amigo personal de Chavez Chepín López, el salón le rinde homenaje a partes de la historia revisionista que el régimen chavista cuenta sobre Venezuela. Con retratos de varios personajes pintados por López, el salón también cuenta con macabros altares a las deidades del culto santero.

El salón está repleto de retratos con pequeños santuarios a los dioses Yoruba, frutas desparramadas por el piso, y muñecas vestidas de blanco, todos símbolos del espiritismo. “Estaban presentes todas las deidades de la Santería”, contó el periodista.

Placer, que al principio dudaba de los relatos de aquellos que habían visitado el salón, quedó muy impactado cuando por fin logró visitarlo:”Había una cabeza de caimán, símbolos Yoruba, ladrillos puestos allí a propósito, para darle ‘lugar donde reposar’ a los espíritus.”

Un copa de cristal con caramelos, pétalos y miel puesta arriba de la espada del libertado Simón Bolívar para “atraer y endulzar a su espíritu”. (Foto: David Placer)

Pero posiblemente lo que más le sorprendió fue ver una pequeña copa reposada sobre el vidrio que cubría a la espada del libertador venezolano, Simón Bolívar. “Había una copa de cristal con pétalos, caramelos y miel sobre la espada de Bolívar para atraer a su espíritu.” Placer cuenta que fue muy impresionante ver que las creencias en brujerías de Chávez se encontraban presente de tal manera dentro del núcleo del poder venezolano.

Chávez no ocultaba su afición al espiritismo. El periodista, que hace 20 años está radicado en España, relata cómo Chávez creó un círculo de gente espiritista alrededor de él. Placer cuenta que en su visita al palacio presidencial pudo conversar con Chepín López, quien le confesó: “Aquí somos todos espiritistas”.

Mientras Chávez se encontraba en Cuba, operándose de un cáncer que le costaría la vida, su círculo más cercano comenzó a realizar grandes rituales, convocando a santeros traídos especialmente para “sanar” a Chávez. En una demostración de como las brujerías santeras, de la mano del mismo Chávez, habían llegado a influir al pueblo venezolano, Placer comenta: “Los rituales santeros se transmitían por la TV pública.”

LA INFLUENCIA DE MADURO

Aunque muchos saben de la obsesión de Chávez por las brujerías y las supersticiones de la santería, el nuevo libro de Placer explica que Maduro tiene obsesiones similares.

Nicolás Maduro, su esposa Cilia Flores y Sai Baba, en diciembre de 2005

Según cuenta Placer, la adopción por el régimen chavista de la santería tiene que ver con la falta de estructura jerárquica. “El santero es el dueño de su propio rituales y no responde a nadie.” En este sentido, al avocarse a la santería, Chávez y Maduro pueden evitar los conflictos políticos que han tenido con la iglesia Católica y con las otras instituciones religiosas que les presenten desafíos a su autoritarismo.

Maduro, por su parte, cuenta con sus propias obsesiones espiritistas dentro de las cuales se incluyen un viaje a visitarlo a Sai Baba, el fallecido gurú indio. Sai Baba, un personaje bizarro que se vestía con una túnica anaranjada y tenía un afro notable, contaba con millones de seguidores en todas partes del mundo que lo consideraban la reencarnación de Ananta Shesha — traducido del hindú como “el que está acostado sobre la serpiente Shesha”— un avatar del dios Vishnú.

Según cuenta el nuevo libro de Placer, Maduro se rodeó de ministros de las secta santera y de fanáticos del culto que “tejieron una red de espionaje invisible e inviolable,” construyendo terroríficas mazmorras decoradas con altares santeros. Recientemente, la periodista de Infobae Sebastiana Barráez publicó un artículo detallando cómo se encontraban altares santeros dentro de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), centro donde ocurren la más horrorosas torturas del régimen chavista., y no se le permite el acceso a los sacerdotes católicos.

David Placer, periodista y escritor venezolano radicado en Madrid

Hugo Carvajal, diputado de la Asamblea Nacional y exd irector de Inteligencia y Contrainteligencia Militar del régimen, contó a través de una una carta publicada en Twitter que Maduro habría gastado hasta USD 500.000 en santería cubana.

EL LEGADO DE LA SANTERÍA CUBANA EN VENEZUELA

Placer cuenta que a través del uso que Chávez y ahora Maduro le han dado a la santería cubana, en Venezuela se practican varias formas de espiritismo y santería.

La santería ha estado presente en Venezuela durante décadas, aunque algunos expertos dicen que ahora está más presente debido a la situación política. El movimiento de la santería hoy en día atraviesa diferentes grupos raciales y clases sociales, e incluye abogados y otros profesionales, así como a los desempleados entre sus seguidores.

Pero la santería también le ha sido muy útil al régimen cubano que, según Placer, utiliza las creencias del alto mando chavista para obtener información confidencial. Placer explica que los ubanos introdujeron a babalawos (santeros) en organismos y empresas del régimen, creando una red de espías que obtienen información confidencial gracias a su labor como guías espirituales, sabiendo cuales son las necesidades y problemas de los funcionarios chavistas, y trasmitiéndoselas a La Habana.

Placer cuenta que sus dos libros fueron muy criticados por el régimen de Maduro por contar estos temas de manera tan detallada. “Todos sabían que Chávez era santero”, dice Placer, pero sus relatos, explicando la lógica mística con que Chávez, y ahora Maduro, toman sus decisiones, causó un fuerte rechazo dentro del gobierno.

“Diosdado Cabello me ha criticado mucho un su programa de TV”, contó Placer. Es entendible que el régimen chavista quiera negar u ocultar sus creencias supersticiosas, pero tampoco han hecho mucho esfuerzo para esconderlas, agrega el periodista.

Los dos libros de Placer han tenido mucho éxito y, a pesar de que son difíciles de conseguir allí, han causado furor en Venezuela. Hoy, en la lucha contra el régimen de Maduro liderada por el presidente interino Juan Guaidó, hay muchas “brujas” que aseguran que la lucha contra el chavismo es tanto espiritual como política.

 

 

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