Barcelona cosecha lo que ha sembrado su alcaldesa antisistema
Colau es tremendamente responsable de lo que sucede en la Ciudad Condal.
Barcelona sufre una grave crisis de inseguridad. Según el Ministerio del Interior, en la Ciudad Condal los robos con violencia aumentaron un 27% en los últimos dos años, y en lo que va de 2019 se ha registrado otra subida del 30%. En cuanto a los asesinatos, son ya 13 en 2019, tres más de los registrados en todo 2018.
Pues bien, ante este tétrico panorama, la descalificable alcaldesa Ada Colau ha reaccionado negando lo clamorosamente innegable y, cuando ya no le quedaba más remedio que dejar de fingir, señalar con tanta desfachatez como cobardía a la Generalidad y… a la derecha y a los medios de comunicación.
Pocas horas después de su indecente maniobra de evasión, uno de esos medios de comunicación vilipendiados por la alcaldesa que ya no farda de antisistema sufría directamente las consecuencias de la crisis de inseguridad que padece la capital catalana. A plena luz del día, mientras preparaba para una transmisión en directo sobre la cuestión, un equipo de Antena 3 fue asaltado por unos delincuentes. Increíble, muy propio de una película de humor pésima, pero cierto.
Lo que ocurre en Barcelona no deja de ser consecuencia de tener un equipo de Gobierno tan incompetente como marinado en ideología de extrema izquierda antisistema.
Colau es tremendamente responsable de lo que sucede. Está cosechando lo que ha sembrado durante tanto tiempo con su demagogia de la peor ralea, con sus críticas acerbas a las fuerzas del orden y su apoyo tácito y tantas veces explícito a elementos y movimientos antisistema adictos al cuanto peor, mejor. La Policía, desmoralizada; los delincuentes, envalentonados; los turistas, sintiéndose rechazados en una ciudad con una imagen internacional extraordinaria hasta hace sólo unos años; y los barceloneses, aturdidos, atemorizados y comidos por la impotencia. Así están las cosas en la Barcelona de Ada Colau, a la que la izquierda encumbró como gran referente de los denominados Ayuntamientos del Cambio junto a la felizmente defenestrada Manuela Carmena, el peor alcalde que haya tenido Madrid desde la instauración de la democracia.