Catherine Deneuve y Juliette Binoche: dos iconos del cine francés seducen a Koreeda
Las actrices protagonizan «La verdad», la primera película europea del cineasta japonés, que abrió la Mostra y rompió la tradición de los últimos años de arrancar la cita con una película de sabor «hollywoodiense»
La 76ª edición de la Mostra de Venecia abrió con «cine de autor», con «La verdad», la primera película europea del japonés Hirokazu Koreeda (57) que fue Palma de Oro en el Festival de Cannes en el 2018 con su magnífico filme «Un asunto de familia». Así la Mostra del Lido rompió con la tradición de los últimos años, cuya inauguración se hacía con gran pompa de sabor «hollywoodiense». Baste recordar «La La Land», «El primer hombre», y anteriormente «Gravity».
No ha sido casual la elección de Koreeda para inaugurar el Festival. Lo merecía la brillante interpretación de dos iconos del cine francés, sus dos máximas estrellas: Catherine Deneuve, 75 años, y Juliette Binoche, 55, actrices de gran belleza e inoxidable encanto. También cuenta con Ethan Hawke en el reparto. En la proyección a la prensa, la película ha sido acogida con aplausos, que se repitieron en mayor medida –muy largos para Deneuve y Binoche– cuando el equipo de «La Verdad» compareció ante los periodistas en rueda de prensa.
Rodada en París el otoño pasado, el filme muestra una historia de familia que se desarrolla sobre todo en el interior de una casa: la difícil relación entre una madre y su hija, un microcosmos en el que, como dice Koreeda, «aparecen retratados los personajes con sus mentiras, orgullos, alegrías, tristezas, arrepentimientos y reconciliaciones». En la trama de «La verdad» se retrata, por un lado, a Fabianne (Deneuve), una idolatrada estrella del cine francés, rodeada de hombres que la adoran y la admiran. Por otro lado aparece una guionista (Binoche), desde siempre a la sombra de la madre. Al publicar Fabianne su libro de memorias, con ánimo de celebrarlo regresa desde Nueva York a París su hija Lumir (Binoche), con su marido (Ethan Hawke) y su hija. El encuentro de madre e hija se transformará enseguida en un enfrentamiento, con un cierto ajuste de cuentas, en el que aparecen progresivamente resentimientos, amores y aflora la verdad en una relación que se había construido en base a dos polos: amor y odio. Por ejemplo, la madre Fabianne cuenta en sus memorias el afecto por su hija que se traducía en ir a recogerla a la salida de la escuela. La hija sorprendida le reprocha cómo ha podido contar esa historia que no refleja la realidad. Fabianne reconocería que, por encima de todo, dedicó su vida a cuidar su papel de actriz.
La película es típica del trabajo de Koreeda. El maestro japonés se ha adentrado siempre en sus películas en las relaciones personales y en particular las familiares. Koreeda manifestó que la historia de «La Verdad» está basada en un texto suyo para el teatro, que nunca fue llevado a escena: «Pensé que sería interesante ambientar la historia en Francia y por eso escogí a dos actrices francesas».
Binoche y Deneuve expresaron gran satisfacción por el trabajo realizado con el maestro japonés. Especialmente rotunda fue Catherine Denueve, agradecida porque el realizador parece haber diseñado un papel especial sobre ella: «Me reuní con Koreeda numerosas veces, en París y en Japón. Trabajamos juntos para perfilar el guión. He puesto mucho de mí en el personaje de Fabianne», dijo Deneuve, resaltando su papel de actriz y madre: «En Fabianne hay mucho de mí. Ha sido divertido interpretar una actriz, que también es madre, como yo. Comprendo perfectamente a esta mujer», concluyó Deneuve. Por su parte, Binoche destacó el haber visto realizado un sueño: «Desde hace 14 años quería rodar con Koreeda. Creo que es el sueño de cualquier actor».