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Sebastián Piñera asegura que Chile «está en guerra» mientras son ya diez los muertos

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha asegurado que su país «está en guerra», en una noche que incrementó la cifra de muertos a partir de los graves disturbios que estallaron el viernes, en la mayor oleada de violencia desde el regreso de la democracia en 1990.

«Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible», enfatizó Piñera.

Los disturbios, que se iniciaron como una protesta estudiantil en rechazo a la subida del billete del metro, dejaron ya un saldo de 10 muertos en todo el país. Dos cuerpos fueron encontrados tras un incendio en un local de construcción. El siniestro se produjo durante la tarde luego de que una turba de desconocidos saqueara y le prendiera fuego al recinto, según El Mercurio.

Piñera ordenó ya el sábado el toque de queda para intentar calmar la situación y entregó el control de la seguridad en el área metropolitana de Santiago y en otras regiones a la autoridad militar.

Según el jefe de Estado chileno, el país se enfrenta a gente con «un grado de organización y logística que es propia de la organización criminal».

«Le pido a todos los compatriotas que nos unamos en esta batalla que no podemos perder. No vamos a permitir que los violentistas y delincuentes se sientan dueños de nuestro país», añadió.

Antes de que Piñera hablara en la noche, grupos de vecinos se organizaron para retirar escombros y limpiar las estaciones de metro afectadas por los incendios y vandalismo. Al mismo tiempo, las redes sociales difundían un llamativo y respetuoso diálogo entre un soldado y dos manifestantes. «Tienes derecho a manifestarte, solo te pido que no rompas nada y que respetes los derechos de los terceros», decía el soldado. El diálogo terminó en acuerdo y manos estrechadas.

Este lunes, Santiago probará hasta dónde es capaz de llegar una ciudad arrasada por la violencia y el miedo. «Es imposible que sea un día normal», dijo la alcaldesa metropolitana de Santiago, Karla Rubilar, la voz más clara y empática en estos días de desconcierto.

«Pedimos comprensión, solidaridad. Si sale en un coche y puede llevar a un vecino llévelo. Les pedimos a los empleadores que entiendan que necesitamos estar todos unidos para sacar Santiago y Chile adelante. Muchos trabajadores no van a poder llegar a tiempo, necesitamos que los empleadores lo entiendan. Y si pueden ponerles transporte, que les pongan», dijo Rubilar.

El Gobierno también decidió que los taxis ofrezcan servicios de autobuses, es decir, que transporten a varios pasajeros en cada viaje.

 

 

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