Malestar en la Casa Real de España por la decisión del Gobierno de imponerle un viaje a Cuba
Felipe VI llevaba meses tratando de desmarcarse de esta visita a la Isla y había dudas en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que entendía que no era el mejor momento
La Casa Real está muy molesta con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por imponer un viaje de Felipe VI a Cuba a mediados de noviembre.
La irritación en Zarzuela es doble, según ha podido saber Vozpópuli. Por un lado, el monarca no entiende que se autorice una visita de este calado con el Gobierno en funciones y tan sólo unos días después de las elecciones del 10-N.
Por otro, el Rey coincidirá en La Habana con otros mandatarios como el presidente de Rusia, Vladimir Putin; Venezuela, Nicolás Maduro; y Nicaragua, Daniel Ortega, entre otros. Y a la Corona no le hace demasiada gracia algunos de estos acompañamientos.
El criterio de Sánchez
Felipe VI llevaba meses tratando de desmarcarse de este viaje. Y había muchas dudas en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que entendía que no era el mejor momento. Pero Sánchez ha impuesto finalmente su criterio, dicen fuentes del Ejecutivo a este diario.
El ministro de Exteriores, Josep Borrell, cerró la visita esta misma semana durante un viaje relámpago a La Habana. La Casa Real está haciendo verdaderos equilibrios para que, por ejemplo, no se produzca una imagen del monarca junto a Maduro.
Las reticencias de La Zarzuela, que se ha resistido todo lo posible, son compartidas por parte de la diplomacia española
El motivo de la presencia del Rey en Cuba es la conmemoración de 500 aniversario de la fundación de La Habana, que se celebra a mediados de noviembre. La idea es que Felipe VI acuda a la isla «en el marco de esa conmemoración», pero no al acto conmemorativo en sí mismo, que es donde estarán mandatarios como Putin y Maduro.
Zarzuela quiere dar a la visita un carácter estrictamente cultural. El Rey se enfocará en el legado de España en su ex colonia con el fin de evitar cualquier polémica política. Y alguna foto indeseada.
Las reticencias de La Zarzuela, que se ha resistido todo lo posible, son compartidas por parte de la diplomacia española. En el anterior periodo en funciones que se vivió durante la presidencia de Mariano Rajoy se optó por congelar la agenda internacional del Jefe del Estado. Y se aplazaron viajes de calado, como el que los Reyes terminaron realizando más tarde al Reino Unido.
Represalias de Trump
Uno de los riesgos, dicen las fuentes consultadas, es que Sánchez no revalide La Moncloa después del 10-N. Es cierto que las encuestas lo consideran actualmente un escenario improbable. Pero si sucede, el nuevo Gobierno salido de las urnas, con otra agenda y prioridades internacionales, quedaría muy comprometido.
Sin embargo, Sánchez ha impuesto su criterio, en la misma línea que ha hecho con otras medidas excepcionales como la de la financiación autonómica. El Rey no sólo irá a Cuba con el Gobierno en funciones, también visitará Corea del Sur en los próximos días. Aunque este último destino no plantea controversia política alguna.
Otro de los problemas que se apuntan es las posibles consecuencias para algunas empresas. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto una enorme presión en Cuba, pero también en los países con intereses en la isla bien vía aranceles, bien vía sanciones.
La conjunción de líderes mundiales odiados por Trump que se dará cita esa semana en La Habana puede suponer un revés para nuestro país si EE UU toma represalias comerciales, dicen estas fuentes.