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Miguel Ángel Pichetto: «Un Gobierno de Alberto y Cristina Fernández daría oxígeno a Maduro»

El senador peronista acompaña a Mauricio Macri en la coalición que intentará frenar la candidatura kirchnerista en las elecciones del día 27

El senador Miguel Angel Pichetto, la esperanza peronista de Juntos por el Cambio, la coalición que encabeza Mauricio Macri, se ha puesto al frente de una misión más que difícil, rescatar el voto de los que dudan y de aquellos peronistas que no se cuadran frente a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos).

¿Por qué un peronista histórico como usted aceptó ir de candidato a vicepresidente con Mauricio Macri?

Porque la conducción formal del partido ha regresado con una posición, radicalizada a la izquierda, que representa Cristina Kirchner. Y yo, creo en una visión más en el centro.

¿Esa era la propuesta de Alternativa Federal, un intento de unir al peronismo moderado?

Intenté construirla durante tres años y medio pero el exministro Roberto Lavagna terminó destruyendo el proyecto. Lo hizo al negarse a participar de primarias para dirimir, dentro del espacio político, las candidaturas. No estuvo a la altura del debate ni de la construcción de las ideas que requería Argentina. Ante a ese vacío y la decisión de Sergio Massa (otro líder peronista) de ir al encuentro del kirchnerismo, el único camino que quedaba era Mauricio Macri.

Alternativa Federal era la oposición peronista al «perokirchnerismo»…

Fue una oportunidad perdida para todos. Lavagna, hoy con un papel desteñido en la campaña, destruyó la posibilidad de conformar un escenario de balotaje en un marco político más razonable y no con el actual con Alberto y Cristina Fernández.

¿En este escenario y con sus diferentes perfiles qué representa la opción de «los Fernández»?

Un revival que condena a la Argentina al fracaso, a la derrota, a volver a tras, a políticas internacionales y a visiones económicas negativas. La manera de crecer para un país es con un modelo capitalista insertado en el mundo, con el cumplimiento de reglas y con tratar de evitar la seducción de la cesación de pagos.

Alberto Fernández se presenta ahora como un peronista. ¿Usted cree que lo es?

Su origen es otro. Pero, más allá de su intento de construir una imagen moderada, que es válido que lo intente, acaba de manifestar que él y Cristina son lo mismo. Es una definición muy contundente. No hay ningún matiz, «somos lo mismo». Sin son lo mismo es complicado.

La expresidenta Cristina Fernández tiene siete órdenes de detención que no se cumplen porque, como senadora, está protegida por los fueros.. ¿Se arrepiente de no haberle retirado la impunidad?

No, para nada. La presunción de inocencia rige hasta que haya una sentencia firme… No es por ella ni por Menem (Carlos, ex presidente) porque mañana puede ser por Macri o por cualquier otro. Son derechos del ciudadano. El problema, es que tenemos una justicia excesivamente lenta, los procesos penales tardan ocho, diez años… Y no hay sentencia, se quedan en la etapa de la instrucción que es la preliminar.

Las primarias castigaron con dureza su candidatura (17 puntos por debajo del primero) y los sondeos insisten en una derrota similar el domingo..

Estamos ante una nueva elección. No analizo este escenario como si fuera un calco de las primarias. Sería creer que la política son matemáticas y no es así… dos más dos no siempre son cuatro. La gente reaccionó al resultado de las primarias, sale a las calles, llenamos las plazas…. Los que nos dieron por perdidos el 11 de agosto pueden llevarse una sorpresa el domingo. Puede haber segunda vuelta en Argentina.

¿Quién tiene el poder en el Frente de Todos?

La que conduce, la que manda y la que tiene el poder es Cristina. Alberto no tiene representación ni tenía votos. Cuando el poder real y el formal no coinciden, hay problemas. En Argentina, siempre que se dio este tipo de situaciones, los hubo.

Los defensores de Alberto Fernández insisten en que, quien tiene «la lapicera» es el presidente.

En teoría si pero el peronismo es mucho más complejo y la estructura que tiene el Frente de Todos es aún más compleja que el propio peronismo. Integran movimientos de la izquierda más dura que abonan la ocupación de las calles, llámese Grabois (Juan), el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa y están más cerca de la expresidenta y candidata a vicepresidenta… La Cámpora, a su vez, la conduce el hijo de la expresidenta (Máximo Kirchner), tiene un papel político importante y también está radicalizada.

La idea de Cristina Fernández de presentarse a candidata como vicepresidente y colocar a Alberto Fernández de número uno le ha salido redonda.

Es una jugada táctica correcta pero tengo mis dudas de cómo va a funcionar si le tocara gobernar. Hay cosas, concretas, que me preocupan… Alberto Fernández no considera que Venezuela es una dictadura. Hay un vinculo sólido de la ex presidente con Castro (Raúl), Correa (Rafael) y Maduro (Nicolás)…Los legisladores del Parlasur (Parlamento sudamericano) que representan al kirchnerismo más duro, votaron en contra del informe Bachelet (que condena las violaciones de los derechos humanos del régimen)

¿Argentina corre el riesgo de «venezolanizarse» si ganan las elecciones?

Puede funcionar como un balón de oxígeno para el Gobierno de Maduro. Un giro de la política internacional con un regreso «bolivariano» traería aparejado el aislamiento de Argentina y afectaría la relación con Brasil, país con el que ratificamos el alineamiento con el Mercosur y la UE en el grupo de Lima de repudio a la dictadura de Maduro. Argentina no tendría futuro en ese mundo oscuro.

¿Estas elecciones determinan un cambio de ciclo en Argentina pero, quizás, también en la región? ¿Nos podemos encontrar con una transición hacia atrás en lugar de hacia delante?

Esa transición de regreso a lo viejo ya no tiene espacio en Latinoamérica. El proceso de la región es con Lenin Moreno, Mauricio Macri, Piñera… En Bolivia hay un agotamiento con Evo Morales, es el último eslabón de un proceso y, en su caso, es especial porque recita un discurso por izquierda pero sus políticas económicas son de derecha. Tiene orden fiscal, venden su gas en dólares, no ha expropiado y mantiene un vínculo respetuoso con las empresas que invirtieron en Bolivia.

Los gobiernos que menciona están en problemas porque la sociedad siente que no tienen las respuestas que necesitan.

Hay algunas contingencias que están ocurriendo pero también hay sectores de la izquierda para desestabilizar. Lo de Ecuador (las revueltas por la subida del combustible) como lo de Chile ahora es significativo. Hay mucho activismo de Cuba también como en los años 60.

El Gobierno de Macri ha fracasado en términos económicos…

Relativamente. Cerca del 70 por ciento del presupuesto nacional está destinado a seguridad social. Hay que revertirlo porque forma parte de la tragedia Argentina… Es una estructura consolidada en el modelo de la expresidenta (Kirchner) que el Gobierno sostuvo en función de generar gobernabilidad. Eso, lo limitó para poder ayudar a los sectores productivos y facilitar la generación de empleo, objetivos prioritarios para la siguiente etapa. El presidente creyó que podría resolver el gasto público de manera gradual para evitar tanto impacto pero no funcionó.

La pobreza, la gran apuesta de Mauricio Macri fue en aumento.

Está en 35 por ciento pero, en los últimos treinta años, siempre estuvo en el 30 y en la crisis del 2001 llegó al 40 por ciento. No es un consuelo pero Brasil tiene 34 por ciento (27 más 7,5 de indigencia)…

Pero la Iglesia asegura que hay hambre…

Este país produce alimentos para quinientos millones de habitantes. La contención social del Estado Nacional, provincial y municipal es total. Puede haber situaciones de fragilidad pero hambre, en el sentido famélico de que Argentina es Biafra y la gente se muere por no comer, no existe. La verdad, son parte de las exageraciones a las que se suma la Iglesia.

¿Se ha comportado el Papa como un adversario con el Gobiernro de Macri?

Al Papa le atribuyen mas cosas de las que en verdad suceden. No le he visto hacer ninguna declaración de naturaleza política en este proceso. No ha venido a su país pero ha visitado Latinoamérica. El sabrá las causas. Lo que creo es que la Episcopal (Conferencia) y los obispos villeros han tenido una sobreactuación. Algunos, hasta militan en el Frente de Todos y me parece que el Papa, no les pide tanto.

La imagen de Gobierno de ricos…

Hay una visión en sectores de izquierda, curas villeros, periodistas, sociólogos etc, donde parece que la pobreza es dignidad y hacer plata en Argentina con trabajo, tener una empresa y generar empleo no es bueno. Las bondades se ligan a la pobreza y esa estructura de pensamiento es estúpida.

Cómo conseguir que voten a un Gobierno que prometió resolver la inflación y la ha aumentado.

Argentina, desde los años 50, parece que tiene un gran futuro nunca consolidado y la verdad es que estamos en vías de desarrollo. Las expectativas son fabulosas pero nunca hubo compromiso con la realidad. Nunca pudimos ser un país industrial, de crecimiento sostenido. Nuestros problemas son por el dólar, porque gastamos más de lo que recaudamos, solucionamos el déficit fiscal vía endeudamiento o vía emisión monetaria y la inflación es una constante de los últimos 70 años. Estas, son las taras de modelo social económica donde nadie cree que haya que poner algo de sí mismo para poder salir adelante.

Los votantes de las primarias creen que la solución la puede tener el Frente de Todos..

Los últimos cinco años de Cristina Kirchner, fueron crecimiento del gasto público, de seguridad social, alta inflación (promedio 40, 50 por ciento puntos), fracaso total de la política energética… Importábamos barcos gasificadores y de petróleo por quince mil millones de dólares anuales porque no había energia… Argentina iba al abismo alegremente.

Abogado, de 68 años, Pichetto fue jefe en el Senado del bloque del peronismo con Cristina Fernández. ¿Pesó más la disciplina de partido que su propio pensamiento?

Por supuesto. Hice lo que tenía que hacer. Tengo una larga carrera política (fue vicepresidente del bloque de diputados con Menem) La Argentina tiene mucha fragilidad y los ex presidentes siempre terminan mal. Los reconocimiento son tardíos y en general necrológicos. Eso forma parte de la cultura argentina. También es cierto que los presidentes en Argentina no se quieren pero ese es un problema más latinoamericano.

 

 

 

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