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Vargas Llosa: “América Latina se puede restaurar con democracia y una prensa libre”

El peruano Mario Vargas Llosa presenta su obra “Tiempos recios” en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, en la que hace un repaso de las dictaduras en América Latina.

Con rostro adusto y voz amena, Mario Vargas Llosa refiere que la idea de escribir Tiempos Recios, su obra más reciente, surgió de la inquietud de conocer más acerca de  Jacobo Árbenz Guzmán, expresidente de Guatemala (1951-1954) y su papel en la historia del país.

Así también, el impacto que tuvo para América Latina que un país centroamericano iniciara una democracia y fuera pausada por un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos. El premio Nobel de Literatura presenta hoy su novela en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias a las 19:00 horas.

  • ¿Cuáles son las características de esta novela histórica?

Una novela histórica esta basada en ciertos hechos históricos. Eso quiere decir que hay elementos de fantasía, de imaginación. Ha sido el caso de todas las novelas que he escrito. Hay ciertos hechos históricos, que son respetados, pero también hay personajes ficticios. Hay que recordar que una novela no tiene como fin buscar una verdad, se pueden eliminar o agregar algunas cosas para captar la atención del elector en hechos específicos o personajes importantes.

  • Uno de sus objetivos era rescatar la figura de Jacobo Árbenz, ¿por qué?

En la investigación que hice le llegué a tener mucha simpatía por Árbenz. El fue objeto de una reformación muy profunda, dictada por la pasión política, pero se le presentó como un personaje que quería entregar Guatemala a la Unión Soviética, algo que creo que es una profunda equivocación porque llega con elecciones genuinas, con un mandato en donde plantea las reformas que quiere hacer y son aprobadas. En su gestión, en los tres años, procura llevarlas a cabo dentro de un ambiente de libertad.

Mario Vargas Llosa visitó Guatemala para realizar investigación y escribir su novela Tiempos Recios. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila).

 

 

  • ¿Usted lo cataloga – a Árbenz- como alguien que buscaba implementar un sistema capitalista?

Creo que le objetivo de él era crear una democracia moderna, una economía capitalista en donde empresas compitieran en ambiente de libertad, pagaran impuestos y cumplieran con la ley. Todo eso era difícil en un país en donde no tenía instituciones sólidas.

Su objetivo era crear una democracia moderna, funcional y capitalista. La prueba es que él no nacionalizó empresas privadas. La reforma agraria es una reforma que las tierras ociosas las nacionalizó pagando a los propietarios, las repartió a los campesinos y lo hace de una manera que lo que quería hacer era crear empresarios agrarios que compitieran en un ambiente de libertad. La idea de que Arbez abrió las puertas a la Unión Soviética, no sé en qué se basa. Hay una cortina de humo que se crea, exprofeso para justificar una intervención militar, apoyada por la CIA, que deforma la historia y crea una ficción sobre la realidad historia.

De cierta forma, me obligado a recrear una verdad histórica que había sido deformada, por lo que hoy en día llamaríamos fake news. Pero ahora sabemos que la operación contra Castillo Armas fue creada por este tipo de noticias que tuvieron mucho éxito.

  • El libro abre con la historia de un relacionista público y un propietario de una empresa que quiere influenciar la opinión del público y del gobierno. ¿Cuál es el corazón de ese fake news?

Hay una preocupación de la United Fruit Company, porque se había arreglado con otros gobiernos para no pagar impuestos. Entonces, en esta época hay nerviosismo de la frutera pensando que le obligarían a pagar impuestos, pero esta es no su preocupación, es decir, pagar impuestos en Guatemala, sino que es que otros países también se lo pidan. Si esto se generalizaba sí hubiera sido un problema. Entonces, gracias a este publicita crea la fantasía alrededor de Árbenz de que sería el Caballo de Troya de la Unión Soviética.

Pero no tienen ningún fundamento real, porque la historia contradice esa fantasía, que es la justificación de Castillo Armas para dar el golpe de Estado.

  • Castillo Amas y Árbenz ya traen esta rivalidad desde jóvenes…

Es una rivalidad subjetiva porque Castillo Armas es una figura secundaria, nunca destaca entre los cadetes, fue una figura oscura y renegada. En cambio, Árbenz tiene prestigio por su personalidad y desde muy joven se hablaba de él como un oficial muy destacado y que quizá tendría un futuro político sobresaliente.

  • En el libro empiezan a salir personajes que se convierten cada vez más fuertes, por ejemplo, Martita, miss Guatemala.

Martita pasa a ser uno de los personajes importantes. Es un personaje basado en un modelo real, pero muy trasformado en la historia. He añadido situaciones que son novelescas, pero sin traicionarlo. El personaje es misterioso, no sabemos el papel importante que jugó. Eso ha permitido al novelista que soy, agregarle datos y situaciones determinados. Tengo la impresión que no he traicionado al personaje en la vida real.

  • En relación con el mismo personaje, Tony Raful ha escrito un ensayo sobre ella…

Me alegra que lo mencione, porque jamás hubiera escrito esta novela sin Raful. Hace 3 años estaba en una cena en República Dominicana y quien tenía al lado, que era él, me dice que “tengo una historia para que escribas”. Entonces, me cuenta la historia del generalísimo Trujillo y cómo es su supuesta influencia en la carrera de Árbenz y en el asesinato de Castillo Armas. Ese aspecto yo lo desconocía, pero me llamó mucho la atención porque ya había trabajado un libro de Trujillo. Comencé a investigar y vi que en Estados Unidos había mucho material que se había escrito del tema.

Hay que reconocer que el papel que ellos juegan en el asesinato de Trujillo no se sabe, pero se sabe que están asociados a este hecho y eso para un novelista es muy rico. Eso me ha permitido escribir esta parte de la novela.

Vargas Llosa, en Tiempos Recios, relata los acontecimientos durante la Guerra Fría en Centroamérica y las consecuencias que esto ha tenido en la actualidad. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila).

 

  • ¿Quién asesinó a Castillo Armas? Hay muchas teorías, pero casi todas tienen, en común, que destruyen la simpleza del soldadito que dijo en ese tiempo el Ejército.

Es una teoría que tiene cierto peso, porque está basada en un hecho real, que Trujillo envió a Guatemala al asesino favorito, que es el Jefe de Seguridad de Estados Unidos. Es un personaje que tiene mucha importancia política. Que escape la noche del asesinato, con la amante del coronel Castillo Armas, es muy raro, sospechoso.

A nadie le consta que estaban vinculados al asesinado. Pero por la fuga, se presta a muchas suspicacias. No hay huellas en ninguna de las teorías sobre el asesinato. Sabemos que había muchas conspiraciones, algunas más profundas que otras, pero había muchas. Cuál de ellas prevaleció y es la verdadera, no lo sabemos, lo único que nos dijeron es que es que fue el soldadito, pero eso sabemos que no fue así.

Puedo ser posible que Abbes García pudiera organizar una conspiración y que hubiera participado la amante de Castillo Armas. Recuerde que los militares persiguen a Martita.

La ficción novelezca puede ocupar la ausencia historica. Creo que los hechos nunca los descubriremos

  • ¿Habló usted con Martita?

Eso no se lo voy a decir. Un novelista tiene derecho a guardar ciertos secretos. Martita tiene un papel importante en la novela…

  • El objetivo es presentar la figura de Árbenz más allá del fake news, pero Martita tiene mucho protagonismo en la novela.

Ellos son los personajes centrales -Jocobo Árbenz y Martita,- de cierta forma son los protagonistas de la novela, por eso la historia comienza y termina con ellos.

  • Usted hizo investigación acá en Guatemala….

Hice una investigación. Estuve en la hemeroteca leyendo los periódicos de esa época. Estuve en todos los pueblos en donde se combatió. Estuve en Puerto Barrios, en donde hubo una confrontación muy violencia. Fue interesante escuchar testigos, gente muy mayor, algunos a los que era difícil saber si su testimonio era objetivo o distorsionado por los años. Pero fue interesante saber lo que pensaban quienes estuvieran ahí en su momento.

  • ¿Por qué era importante Guatemala en los tiempos de Árbenz?

Recuerdo el enorme interés que despertó entre nosotros los estudiantes allá en Lima, Perú, lo que ocurría en Guatemala. Había una democracia reciente, pero que no solo significaba la libertad, la diversidad política, sino un instrumento para hacer reformas sociales profundas.

Fue un elemento atractivo. Pero, cuando este experimento se corta a través de un golpe de estado, apoyado por Estados Unidos, hay decepción y desencanto con la democracia. Muchos jóvenes creyeron que la democracia no era el camino para sacar adelante a los países subdesarrollados. Creyeron que lo que había que seguir era la revolución, el modelo cubano, que era el socialismo el que nos sacaría del subdesarrollo. Eso pone 50 años de horror en América Latina, da a las dictaduras militares la fuerza para cometer muchas masacres.

Lo que ocurre en Guatemala tiene una gran repercusión en América Latina y es una de las razones por la que la historia de Árbenz no solo es guatemalteca.

  • El tema que más ruido causaba era el decreto 900, la reforma agraria…

La reforma agraria crea una discusión importante. Es interesante pensar ¿quiere el Coronel Árbenz nacionalizar la United Fruit Company? No, no quiere. He leído íntegramente… lo que quiere es que pague impuestos, como lo hacen las empresas en Estados Unidos.

Las empresas se las entrega a los campesinos como propiedades individuales porque quiere crear un capitalismo en el campo, que compita en ambiente de libertad y promueva el desarrollo del país. Es una reforma agraria capitalista. Quizá se cometieron excesos, pero eso ya no fue responsabilidad de Árbenz, él no fue el encargado de eso. Él les dijo a varios que no se apropiaran de tierras que no eran de ellos. Es injusto presentarlo como alguien que quería convertir a Guatemala en una tierra colectivista.

Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936 y ha publicado libros, relatos, piezas teatrales, estudios y ensayos. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila).

 

  • El rol de las mujeres en la novela es importante. Está Martita, María Vilanova, entre otras que cobran fuerza en la historia. Bueno, María Vilanova es un personaje que no solo en la novela, sino en Guatemala, ha sido importante.

Claro, son mujeres que les costaba mucho trabajo tener el protagonismo que llegaron a tener, por el contexto en que se desarrollaban. Pero a pesar de todo, muchas mujeres como ellas llegaron a tener poder e influir en los acontecimientos y muchas veces tuvieron rol protagónico en los hechos históricos.

  • Usted describe a Guatemala, en cierta forma, dividida entre los partidarios de Martita y los partidarios de doña Odilia….

Creo que es una realidad, sobre todo en el Ejército. Hay una división entre los partidarios de la mujer y los de la amante de Castillo Armas. Se sabía que Castillo Armas estaba muy enamorado de la amante, se sabía que había una distancia con la esposa. Eso juega un papel en la situación política del país, tanto que se ha llegado a decir que probablemente una de las conspiraciones la encabezaba la espora de Castillo Armas.

María Vilanova es una mujer salvadoreña. Muy acomodada y con gran influencia sobre Árbenz. Es consejera, esposa y creo que muchas de las ideas sociales que tiene es gracias a ella. Vilanova había estudiado en un colegio en donde adquirió una sensibilidad social, que esas diferencias sociales eran enormes y había adquirido de tipo moral, social, que ella contagia a Árbenz. Ella tuvo influencia grande en la personalidad política de Árbenz, sin duda.

  • Pudo usted descifrar, porque ha sido difícil para todos, ¿qué era de socialismo espiritual?

Creo que ni él lo entendía. Pero creo que lo que quería decir en el fondo es que había que preocuparse por el problema social, de la pobreza, por las desigualdades económicas que existía en Guatemala y en los países del tercer mundo. Detrás de toda esa retórica, creo que había buenas intenciones. Ahora, quien quiere atacar el problema es Árbenz, es él el que quiere hacer las reformas concretas, que se hacen en gran efervescencia política. Hay una prensa que ataca a Arbez, es una prensa poderosa, porque quienes se sentían atacados responden con una gran energía.

Pero, tomemos en cuenta que todo eso se hace en una atmósfera de libertad. En una América Latina que estaba llena de gobernadores de dictadores. Hay que situarse en ese contexto y ya se entiende por que nosotros allá en Lima estábamos fascinados de lo que estaba ocurriendo en Guatemala. Era un Presidente que gana las elecciones legítimamente y preocupado por los problemas sociales quería dar una respuesta y sacar a los jóvenes de la pobreza.

¿Cuántos guatemaltecos murieron en los años de la guerrilla? Más de 200 mil, son muchos muertos, muchas víctimas. Eso se hubiera podido ahorrar si esas reformas se hubieran hecho en procesos democráticos, en libertad. Imagínese, si para América Latina no hubiera sido extraordinario si la democracia hubiera sido el instrumento que redujeran las desigualdades de los países y salir del subdesarrollo.

  • ¿ Cuál es su apreciación de la América Latina de hoy?

Yo soy más optimista, si queremos convertirnos en una sociedad moderna no hay otra forma que la democracia. Hoy en día no tenemos dictaduras militares, tenemos dictaduras ideológicas. Tenemos democracias que son corruptas e imperfectas pero que esas imperfecciones puede superarlas gracias a la libertad, a la crítica y a una prensa libre.

 

 

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