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¿Por qué el régimen cubano le teme tanto a José Daniel Ferrer?

José Daniel Ferrer permanece encarcelado desde octubre, pero eso no detiene su ímpetu para luchar por el fin del régimen cubano

«Con los crímenes que Raúl Castro y sus cómplices han cometido y cometen contra el pueblo cubano, el venezolano, y otros pueblos del continente, toda sanción contra ellos es poco mientras no sean sentados en el banquillo de los acusados. #UNPACU @CUBADECIDE @POTUS @MarcoRubioCuba». Este tuit de José Daniel Ferrer es apenas una muestra de su pensamiento y su proceder. De sus ideas y acciones.

Pero ya Ferrer no puede hablar. No puede hacer el trabajo que ha venido haciendo todos los días en la ciudad de Santiago de Cuba para ayudar a sus compatriotas a resistir las penurias del terrible régimen cubano. A José Daniel lo silenciaron una vez más.

Con 49 años de edad, Ferrer se ha convertido en el hombre más peligroso de Cuba. Es joven, tiene ímpetu y lo que es más grave, propósito: está dispuesto a ofrendar su vida si eso contribuye a acabar con la dictadura cubana.

Es tan temido, que un grupo de fuerzas policiales y de seguridad del Estado que depende directamente de la dictadura se trasladó a Santiago de Cuba para tomar por asalto su casa a las 7:00 am. De allí lo sacaron a rastras. Su mujer y sus hijos presenciaron todo.

Se llevaron a José Daniel Ferrer García, Fernando González Vaillant, José Pupo Chaveco, Ibeisi Chacón García, Sandy Ramírez, José Daniel Ferrer Cantillo (hijo de Ferrer García, menor, de 16 años de edad) y Evert Luis Hidalgo Ladrón de Guevara.

A los dos últimos los liberaron después de cinco horas. Los demás fueron simplemente desaparecidos. Nadie sabía a dónde se los habían llevado.

 

En Cuba piden su liberación

La piedra en el zapato

José Daniel Ferrer García nació el 29 de julio de 1970 en la provincia de Santiago de Cuba, la misma en la que nació Fidel Castro Ruz.

En el campo pasó su infancia, junto con sus hermanos y su madre. Su hermana, Ana Belkis, cuenta que siempre sintió curiosidad por el «mundo libre», y usaba un radio de bandas que tenía su mamá para sintonizar emisoras internacionales y escuchar las noticias. «Luego informaba a los amigos, vecinos y conocidos de manera pública, lo que molestaba mucho a los órganos represivos de la dictadura».

Así que desde muy joven llamó la atención del régimen, y desde pequeño tuvo conciencia de que había algo más que aquella vida sin aspiraciones ni sueños del comunismo.

La escuela represiva de Cuba, la misma que desde hace ya 20 años se ha replicado perfectamente en Venezuela, le ha hecho pagar caro a Ferrer por sus atrevimientos desde su juventud hasta ahora.

Ana Belkis no puede recordar cuándo fue la primera vez que su hijo sintió los rigores de la tortura por andar predicando sobre los males del comunismo. Y el problema no es que valientemente lo hiciera, sino que la gente lo escuchaba.

«Son tantas las detenciones, golpizas, amenazas, asaltos y saqueos a nuestras viviendas que realmente no recuerdo la primera. Recuerdo las más violentas. Los sicarios castristas llegaban a nuestro hogar, rompían puertas, entraban, los golpeaban brutalmente, proferían amenazas, insultos, los esposaban tanto a José Daniel como a nuestro hermano menor, Luis Enrique, y a empujones y golpes se los llevaban. Una de esas tantas ocasiones que actuaban en la noche o en la madrugada, salí detrás de ellos. José Daniel había sido fuertemente golpeado, iba sangrando, le habían partido la boca. Uno de los sicarios de la dictadura me lanzó para atrás a empujones, me apretó y agarro entre las piernas de forma lasciva», cuenta la hermana de Ferrer.

Más firmas que nadie

Si bien es cierto que el nombre de Oswaldo Payá es sinónimo de la lucha por la liberación de Cuba, con el fallecimiento del líder disidente, José Daniel Ferrer lleva la batuta.

Pero su compromiso con la causa de poner fin a la dictadura de Cuba se ha evidenciado con hechos. Comenta Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders y cofundador de la Unión Patriótica de Cuba, que «José Daniel sabe leer al pueblo. Sabe y conoce su padecer, les habla en su lenguaje, se preocupa por ellos y les soluciona sus problemas cotidianos, comida, artículos de limpieza, transporte. Si añadimos que es un líder nato, tenemos a un líder social y querido por el pueblo, lo cual es lo que más teme el régimen de Cuba«.

Cuando Payá comenzó a recoger firmas para soportar las peticiones de cambio del Proyecto Varela, supo apoyarse en Ferrer por sus condiciones de líder, pero también porque reconoció en él su ascendencia sobre la gente que, como él, sufre las penurias de los años de comunismo.

Ferrer trabajó incansablemente en recolectar firmas, en convencer a la gente de que era la vía más expedita para un cambio. De las 11.000 rúbricas que se juntaron, José Daniel recogió 5.000. Él solo.

Detención arbitraria

Solamente por eso había que detenerlo y silenciarlo. Ferrer fue capturado en marzo de 2003 junto con otros disidentes. Durante sus años de prisión casi siempre estuvo en confinamiento incomunicado, pero nunca perdió el espíritu de lucha. Su hermana recibía cartas de él y lo fue a visitar las veces que se lo permitieron a todas las cárceles en donde lo mantuvieron, desde Pinar del Río hasta Guantánamo.

«Durante los ocho años injustos, arbitrarios y de cruel encarcelamiento, su mensaje a la disidencia era, y continúa siendo, que sigamos adelante, que luchemos unidos, de manera digna y eficaz. Nos decía que el precio es muy alto pero vale la pena, con el esfuerzo de todos el cambio es más rápido. De hecho, desde las prisiones donde lo mantuvieron confinado continuó su ardua labor en defensa de los derechos humanos y la libertad de nuestra amada y sufrida patria. Por eso, la mayor parte del tiempo lo mantuvieron en celda de aislamiento o castigo», cuenta Ana Belkis.

2011, el gobierno de España consiguió la liberación de los activistas apresados en 2003. Algunos defensores de derechos humanos, como Larrondo, afirman que esta acción significó un intento de la España de José Luis Rodríguez Zapatero por lavarle la reputación al régimen cubano.

La condición que les pusieron era que salieran de la isla. Ferrer se negó. Fue uno de los que se quedó en Cuba.

Unpacu y la comunidad

«José Daniel quiere liberar a Cuba más que otra cosa. Conseguir la democracia. Él siempre me decía que Unpacu únicamente se creó para tumbar el muro de la falta de libertad», afirma Larrondo, que trabajó con él en la fundación de la Unión Patriótica de Cuba, la organización disidente con más afiliados y más extendida por toda la isla.

La unión quedó establecida en agosto de 2011, el mismo año de su liberación, y desde allí ha hecho Ferrer todo su trabajo por la comunidad de Santiago de Cuba y de muchas otras provincias. Constantemente pide por la liberación de los presos políticos y apoya a sus familiares.

«José Daniel le da gran importancia al trabajo social que hace por su comunidad, para él significa tanto como salvar vidas. Ayudar a aliviar la tristeza, angustia y dolor de muchas personas, las cuales viven en la miseria extrema. Sin alimentos, sin un vaso de leche para tomar. No hay medicamentos, ni una tableta de taylenol o ibuprofen para aliviar un dolor de muelas o de cabeza. Sin detergente para fregar o jabón para bañarse y lavar sus ropas, incluso sin ropa ni zapatos que ponerse. Además, ayuda a personas de otros pueblos, campos y ciudades», afirma su hermana.

Aunque el régimen ha tratado de justificar su detención en octubre y ha alterado y fabricado pruebas para acusarlo de delincuente, todas han sido desmontadas, especialmente por la organización Prisioners Defenders y la propia Unpacu.

«Si mi sacrificio sirve…»

Desde los primeros días de octubre, cuando hombres del régimen lo sacaron de su casa, Ferrer permanece detenido pero nadie sabe dónde. Su hermana y su esposa han logrado verlo en visitas que duran aproximadamente cinco minutos. Pero a pesar de lo cortas y vigiladas, se han podido dar cuenta de las torturas y de los vejámenes que ha sufrido José Daniel.

Ana Belkis sabe cuál es el mensaje incluso si no lo dejan hablar. Él mismo le dijo que si su muerte sirve para abonar el terreno del fin de la dictadura, él está dispuesto a morir.

En los mensajes que se pueden leer en su timeline de Twitter, queda en evidencia que su pelea es contra el comunismo en América en todas sus versiones.

Nunca ha dejado de expresar su opinión sobre lo que ocurre en Venezuela, en donde la dictadura cubana ha encontrado desde hace 20 años terreno propicio para arraigarse y hacer de este país la principal fuente de sustento del régimen, aunque no del pueblo cubano.

La Unión Europea, la ONU y muchos organismos de defensa de los derechos humanos han pedido incansablemente la liberación de Ferrer, sin resultado.

Sin embargo, la pregunta sigue siendo por qué la dictadura cubana le teme tanto, si ha estado gobernando Cuba desde hace 60 años con un régimen de terror y de opresión.

«La dictadura en estos momentos de Raúl Castro y Díaz-Canel le teme por su incansable lucha pacífica en pro de la libertad de todos los cubanos, su gran entrega, liderazgo y sus acciones efectivas», afirma Ana Belkis.

 

 

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