Democracia y Política

Por la unión del voto del centro-derecha

Es interesante la idea de la transversalidad del proyecto, ayer apuntada por Inés Arrimadas, y que encaja con la de Casado de abrir la coalición a todos los constitucionalistas que quieran sumarse

Es hora, porque ya van tarde, de que los partidos del centro-derecha se dejen de remilgos para ir en coalición electoral allá donde se convoque a los ciudadanos a las urnas. La deriva de Pedro Sánchez al pactar con separatistas, proetarras y buena parte de quienes cuestionan la unidad de España hace urgente la concentración de ese voto, porque es mucho lo que hay en juego, visto que el PSOE actual no tiene como premisa elegir socios que respeten la Constitución. Si el pasado noviembre los partidos de este espectro hubieran atendido la propuesta que hizo Pablo Casado en este sentido es seguro que la coalición España Suma habría ganado con claridad las elecciones generales con una mayoría solvente. Las proyecciones de aquel resultado incluso acercarían al centro-derecha a la mayoría absoluta.

Perder por tanto el complejo, desproveerse de los ataques de ego y ser generosos a la hora de sumar fuerzas es imprescindible en los comicios autonómicos a celebrar próximamente en Cataluña, el País Vasco y Galicia. Si toda elección es importante, independientemente de su ámbito y alcance, las mencionadas son especialmente relevantes ante el desafío separatista catalán y el peligro de «contagio» en parte de los contendientes a los comicios del País Vasco, que Iñigo Urkullu pudiera adelantar para hacerlos coincidir con las autonómicas en Cataluña y aprovechar así el rebufo identitario para competir con los proetarras de Bildu. Es interesante la idea de la transversalidad del proyecto, ayer apuntada por Inés Arrimadas, y que encaja con la de Casado de abrir la coalición a todos los constitucionalistas que quieran sumarse, incluidos los de corte socialdemócrata que prefieran este proyecto a la venenosa alianza de Sánchez con los separatistas.

 

 

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