CorrupciónDictadura

Cabello gana medio millón de dólares mensuales con sus negocios ilegales

Lidera una trama con los militares que controla el tráfico de oro, gasolina y drogas

El número dos del regimen chavista y presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, encabeza una trama de contrabando de oro, gasolina y drogas de la que él es el principal beneficiario. A través de esta red Cabello ingresa personalmente alrededor de medio millón de dólares mensuales, que le entregan en mano, en un sobre, cada uno de los comandantes de los 24 Estados venezolanos. ABC pudo saber por fuentes situadas en el alto mando del Ejército venezolano que los militares no solo participan en el tráfico de drogas, sino que también manejan el contrabando de combustible en la frontera colombovenezolana, la minería ilegal de oro al sur del país, y el tráfico de armas y el de personas por las costas.

La Oficina Nacional Antidrogas (ONA), encargada de «combatir el tráfico ilícito y prevenir el uso indebido de drogas», es la gran administradora del negocio del narcotráfico en Venezuela. Esta oficina, adscrita al Ministerio de Relaciones Interiores a cargo del mayor general Néstor Reverol, tiene un comandante en cada Estado (son 24) encargados de liderar los operativos antidrogas. «En las inspecciones rutinarias encontramos cargamentos que si pertenecen a alguien importante dentro del Gobierno no lo tocamos», explica a ABC otro alto mando y subraya que los comandantes piden un porcentaje en dólares llamada «vacuna» por dejar pasar la droga y no incautarla.

«Cada comandante recolecta en negro una cantidad de dinero en “vacunas” que llevan a Caracas personalmente cada 15 días. Pueden ser montos de entre 10.000 y 15.000 dólares que varía de acuerdo a la productividad de cada Estado y que se entregan personalmente y en mano a Diosdado Cabello», dice la fuente militar. Preguntado por qué a él, responde: «Es el hombre de los negocios». A través de este procedimiento, Cabello percibe alrededor de medio millón de dólares mensuales en metálico, para su uso personal.

La s Fuerzas Armadas Bolivarianas controlan la economía ilícita del país. Así lo afirma también la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE, dependiente de la ONU) en su informe anual de 2019 difundido en Viena, donde se señala que los militares se han infiltrado en el negocio del narcotráfico a traves del «Cártel de los Soles». Este informe ratifica una información que publicó en exclusiva ABC el 27 de enero de 2015, y que luego fue corroborada y ampliada por el periódico «The Wall Street Journal»

Los Estados fronterizos como Zulia, Táchira y Apure son autopistas para la exportación de droga y el contrabando de combustible, el estado Bolívar al sur del país tiene en su territorio el arco minero de donde sale la expotación ilegal del oro, y los estados del norte se benefician de control de puertos y aeropuertos.

Las Fuerzas Armadas han demostrado ser el elemento clave para mantener al chavismo en el poder. El Ministerio de la Defensa en Venezuela, a cargo de Vladimir Padrino López, cuenta con 150.000 efectivos (España dispone de 130.000 aproximadamente), sin contar a la milicia bolivariana, un nuevo componente incluido por Nicolás Maduro. Pero los militares no se salvan de los estragos de una crisis humanitaria y económica -sin parangón en la región- que ha expulsado a más de cinco millones de personas fuera de sus fronteras.

Negocio total

Maduro ha tenido que comprar la lealtad de los militares para el sostenimiento de revolución chavista a cambio de ascensos y poder en la cúpula política y del manejo de la economía negra del país. El poder de los militares en el Estado está en más de 40 empresas militares, el manejo de Veximca (Venezolana de Exportaciones e Importaciones C.A), Camimpeg (Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas), la mision abastecimiento soberano con las bolsas del CLAP, al frente de la cual están 500 militares; siete puertos nacionales, el Instituto Nacional de Aereonáutica Civil con 73 aeropuertos nacionales e internacionales; diez ministerios con militares concentrados en las carteras donde hay más dinero, y siete gobernaciones claves.

«Estos son negocios de alto mando, no son negocios de soldados o cabos, pero por supuesto algo les toca», afirma para ABC el diputado venezolano, Wiliam Dávila, miembro de la comisión de política exterior de la Asamblea Nacional. «Los que tienen la jefatura son miembros del Gobierno que protegen el negocio. Es más, los militares no hacen nada sin que lo sepa Maduro y Padrino López», dice Dávila quien agrega que el informe de la JIFE respalda que Venezuela es un estado delincuencial y pone a prueba la respuesta de la comunidad internacional. Varios expertos creen que el contrabando de oro ya desplazó al narcotráfico como la fuente principal de financiamiento ilícito del régimen. En 2018, representó 2.711 millones de dólares, de acuerdo con la consultora Ecoanalítica. Eso serían unas 80 toneladas de oro que se desvían al año.

El colapso de los recursos petroleros hizo que el Estado venezolano diversificara sus ingresos con actividades ilícitas. Dávila, quien recientemente tuvo que salir por la frontera para asistir a la presentación del informe de la ONU, asegura que el contrabando de combustible lo manejan los militares. «Los camiones de Pdvsa se ven llenos de gasolina cruzando el puente internacional de Santander. Si llegas a Boca de Grita, un pueblo cerca de la frontera, encuentras depósitos clandestinos de gasolina. ¿Y quién controla eso?», dice el diputado vía telefónica desde Austria.

 

 

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