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Justicia de EEUU presenta cargos contra Maduro y Cabello por narcotráfico y terrorismo

El Departamento de Justicia acusó el jueves al gobernante Nicolás Maduro y al número dos de su régimen, Diosdado Cabello, de convertir a Venezuela en un narcoestado que auspicia el terrorismo uniéndose a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia para exportar toneladas de cocaína a los Estados Unidos.

Los cargos judiciales, que fueron dados a conocer por el Fiscal General William Barr, van acompañados por el anuncio de una recompensa de $15 millones por información que ayude a capturar a Maduro.

Paralelamente, la justicia estadounidense también presentó cargos por separado contra el Presidente del Tribunal Supremo de Justicia del régimen, Maikel Moreno, quien es acusado de aceptar sobornos en esquemas de corrupción vinculados con la estatal Petróleos de Venezuela.

Cabello, Maduro y el ministro de Defensa Vladimir Padrino López son acusados de conspirar con las FARC para financiar la guerra del movimiento guerrillero contra el gobierno colombiano a través de cargamentos de droga enviados a través de Venezuela.

Los tres enfrentan cargos por narcoterrorismo, narcotráfico y tráfico de armas en un esquema diseñado inicialmente en el 2006 para ayudar a las FARC mientras los funcionarios del régimen venezolano engordaban sus cuentas bancarias, alegan los fiscales estadounidenses.

Funcionarios estadounidenses también designaron a Venezuela, cuyas instituciones estatales se encuentran secuestradas por Cabello y Maduro, como un estado terrorista, lo cual se une a una larga lista de sanciones ya aplicadas contra el régimen que incluye el congelamiento de los activos del país petrolero en Estados Unidos.

La administración de Donald Trump lidera una coalición de casi 60 países que considera que Maduro usurpa la presidencia y que el opositor Juan Guaidó es el legítimo jefe de Estado de Venezuela.

Agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) llevan años recolectando testimonios de múltiples testigos y evidencias sobre el papel de Cabello en el cartel, cuyos integrantes primero brindaron protección a las operaciones en Venezuela de narcotraficantes colombianos pero que luego terminaron sacándolos del camino para quedarse ellos con el negocio en sociedad con la guerrilla de Colombia.

Parte de esas investigaciones sobre Cabello fueron citadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) en mayo del 2018, cuando sancionó a Cabello, quien también es jefe de la controversial Asamblea Nacional Constituyente.

Trabajando con el ex vicepresidente ejecutivo Tareck El Aissami, “Cabello organiza los envíos de droga que se trasladan desde Venezuela a través de la República Dominicana y luego a Europa”, declaró la OFAC al anunciar las sanciones.

DE ESTOS SUEÑOS REVOLUCIONARIOS NACIÓ UN CARTEL

Ambos dirigentes –Cabello y El Aissami– son miembros fundadores de la organización que terminó convirtiendo a Venezuela en un importante trampolín para la exportación de droga colombiana, aseguran los investigadores estadounidenses que por años han estado siguiendo la incursión del chavismo en el narcotráfico.

Según los testimonios recogidos por la DEA, los dos estuvieron presentes en una crucial reunión sostenida en el 2005, cuando el entonces presidente Hugo Chávez impartió órdenes a sus lugartenientes para que facilitaran las operaciones del narcotráfico en Venezuela.

El entonces gobernante venezolano explicó a sus colaboradores que la incursión de su gobierno socialista en el narcotráfico era necesaria para debilitar a Estados Unidos, país que él consideraba enemigo del movimiento revolucionario que estaba adelantando, relatan documentos de la DEA a los que el Nuevo Herald tuvo acceso..

Además de Cabello y El Aissami, en la reunión se encontraban presentes el entonces jefe de inteligencia militar, Hugo Carvajal, el futuro ministro de Defensa Henry Rangel Silva y un juez chavista de alta jerarquía que luego terminó informando a la DEA, siendo identificado en los documentos como “Testigo 1”.

“Durante la reunión, Chávez instó al grupo, en sustancia y en parte, a promover sus objetivos políticos, incluido el combatir a Estados Unidos ‘inundando’ el país con cocaína”, dijo el Testigo-1, cuyo testimonio aparece en el documento obtenido en exclusividad.

“Chávez les ordenó a Carvajal, Cabello, Rangel Silva, y a otros que coordinaran con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y Chávez asignó al Testigo-1, entre otros, a cerciorarse de que las autoridades del orden público no interfirieran con estas actividades”, agregó.

En otras de las reuniones, que solían realizarse mensualmente, Cabello describió a los presentes las rutas terrestres y marítimas de tráfico de drogas a través de Venezuela, y Carvajal explicó que las FARC suministrarían los cargamentos de drogas a cambio de armamento de guerra, señalan los documentos de la DEA.

Algunos de los encuentros fueron realizados en la residencia del entonces vicepresidente José Vicente Rangel, y otros en la residencia presidencial de Chávez, agregan los mismos documentos.

MAS PODER Y MAYOR CONTROL DE LAS DROGAS

Puede que el fallecido presidente Chávez haya decidido autorizar el libre tránsito de drogas para golpear a Estados Unidos y simultáneamente ayudar a las FARC a tomar el poder, pero la estrategia desarrolló un efecto contrario, y en vez de cimentar la victoria del movimiento guerrillero en Colombia, fue el narcotráfico el que terminó apoderándose del Estado en Venezuela, aseguran los expertos.

Un informe presentado recientemente en Washington por el American Enterprise Institute reveló que la revolución bolivariana adelantada por Chávez terminó desvirtuándose al poco tiempo de ingresar en las actividades del narcotráfico, con los principales lugartenientes del chavismo eventualmente dejando de lado sus ideales socialistas para quedar reducidos a capos de la droga.

“Al asumir un papel directo en las operaciones de comercialización de la cocaína de las FARC, Chávez convirtió su gobierno en un emprendimiento criminal. En ese período, los líderes chavistas de más alto nivel comenzaron a estar más interesados en el mantenimiento de estas operaciones lucrativas de corrupción que en gobernar o en administrar la economía”, afirma el estudio, titulado: “El Combate de las Organizaciones Transnacionales del Crimen Organizado en las Américas”

Una década después, Venezuela terminó convirtiéndose en una gran máquina de lavado de dinero, corrupción y narcotráfico, donde funcionarios gubernamentales usan las entidades de gobierno para sus operaciones delictivas, agregó.

Y en el centro de esa emergente maquinaria de corrupción y narcotráfico se encontraba el número dos del chavismo, según las investigaciones de la DEA.

Esas pesquisas concluyen que el papel de Cabello en el narcotráfico se cimentó en la medida que crecía su poder dentro del régimen.

“Cabello ha abusado de estas posiciones influyentes para fomentar sus actividades ilícitas y corruptas, así como para controlar y ejercer control sobre agencias gubernamentales, funcionarios y oficiales militares en Venezuela, incluyendo el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC ), y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)”, resaltó el departamento del Tesoro al anunciar las sanciones del 2018.

Cabello ha afianzado una red de personas leales al decidir quién es ascendido dentro de organismos estatales, incluyendo el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Obras Públicas y utilizó esa red de influencia para beneficiarse personalmente a través de operaciones de extorsión, lavado de dinero y malversación de fondos y el narcotráfico, dijo el gobierno estadounidense en ese entonces.

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Leamsy Salazar (centro) es el principal testigo de la fiscalía de Manhattan en las investigaciones por narcotráfico del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello (izq.). El régimen de Nicolás Maduro ha negado que el hombre número dos del chavismo esté siendo investigado, citando para ello las declaraciones del presunto portavoz de la Casa Blanca, Jim Luers. La Casa Blanca negó la existencia de Luers el jueves 4 de junio de 2015. Foto de Cortesía

EL ASCENSO A LA CÚSPIDE

Maduro era investigado desde hace algún tiempo por las autoridades estadounidenses de beneficiarse económicamente del narcotráfico.

Ese planteamiento salió a relucir en el juicio realizado en Nueva York contra sus sobrinos, Efraín Campos Flores y Francisco Flores Freitas, quienes fueron condenados a 18 años de prisión en el 2016 por intentar exportar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.

En las grabaciones de conversaciones que los sobrinos sostuvieron antes de ser arrestados con quienes terminaron siendo informantes encubiertos de la DEA, Campos y Flores, admitieron que estaban armando la operación de narcotráfico en el 2015 para financiar la campaña a la Asamblea Nacional, de la esposa de Maduro, Cilia Flores.

Maduro asumió las riendas del poder en Venezuela en el 2013 tras haber sido designado como su sucesor por Chávez pocos días antes de morir.

El entonces canciller, formaba parte del sector del chavismo más cercano a La Habana que hacía contrapeso al sector militar, liderado por Cabello y otros oficiales que acompañaron a Chávez en las intentonas golpistas de los años noventa.

Desde entonces, Maduro ha logrado consolidar el poder en Venezuela, apartando gradualmente de las esferas del poder a muchos de los colaboradores iniciales del fallecido fundador del chavismo.

Cabello, por su parte, tuvo un papel preponderante en el movimiento revolucionario de Chávez desde el principio, siendo uno de los oficiales que acompañaron al teniente coronel en la fallida intentona golpista de 1992 y estando luego ambos arrestados, junto con otros conspiradores, en la cárcel militar de Ramo Verde en las afueras de Caracas.

Proviniendo de un pequeño pueblo del oriental estado Monagas, el entonces el joven Cabello había encontrado en la Academia MIlitar de Venezuela una oportunidad de dejar atrás sus humildes orígenes y después encontró en el proyecto revolucionario de Chávez un camino para seguir ascendiendo.

La carrera militar de Cabello llegó a su fin después que fracasara el intento de golpe de Estado, siendo expulsado de las Fuerzas Armadas, pero una década después se encontraba en las esferas del poder en Venezuela, luego que Chávez — tras ser indultado– ganara la elecciones presidenciales de 1998.

Desde entonces, el dirigente chavista ha estado cerca de los engranajes del poder, ocupando una larga lista de cargos públicos que incluyen, gobernador, varias veces ministro, vicepresidente y por dos días presidente de Venezuela, luego que ocupara el palacio presidencial interinamente durante el breve período en que Chávez salió del poder en el 2002 bajo presión de intensas protestas.

Cabello, quien es considerado hoy como uno de los hombres más ricos de Venezuela, utilizó su creciente poder dentro de las esferas del poder en Venezuela para también tomar control de las operaciones del cartel.

Otros testigos colaborando con las investigaciones de la DEA aseguran que Cabello consolidó su poder dentro del cartel en los años posteriores a la muerte de Chávez, con uno de ellos declarando que él vio al dirigente chavista impartir órdenes directas a Carvajal, quien en ese entonces estaba encargado de las operaciones de logísticas.

Las investigaciones también apuntan a que Cabello, entre otros aspectos, se dedicaba a confiscar droga de pequeños narcotraficantes para luego unir esos cargamentos y exportarlos a través de un aeropuerto estatal.

Para poder identificar a sus competidores, Cabello le exigía al aparato burocrático del país información sobre personas adineradas que habían realizado grandes compras, para identificar quiénes vendían droga o lavaban dinero.

Los expertos llevan tiempo advirtiendo que pese a haber sido bautizado como el Cartel de los Soles, la estructura de narcotraficantes que hoy opera bajo la sombra del régimen de Caracas en realidad se trata de distintas redes, en ocasiones hostiles entre sí, que operan bajo el padrinazgo de figuras claves del chavismo, como Cabello y El Aissami.

“El Cartel de los Soles es hoy una red dispar de traficantes, que incluye actores estatales y no estatales, pero que operan en su totalidad con la venia y la protección de importantes figuras del gobierno venezolano”, dijo la organización no gubernamental InSight Crime, en un reciente informe sobre la incursión del régimen en operaciones criminales para alimentar las ruedas de la corrupción que le sostienen.

“El narcotráfico es uno de los lubricantes principales de la corrupción en Venezuela actualmente, y este atribulado país andino se está convirtiendo en uno de los principales centros del tráfico de cocaína en el mundo”, agregó el informe.

 

 

 

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