Oswaldo Páez-Pumar: La aplicación de la ley
El Decreto Ley 370, según infiero del reporte que recibí relativo al control de la pandemia originada por el Covid19 en muchos países, entre otros Cuba, es una normativa relacionada no con la pandemia en sí misma, sino con la información que en relación con ella se pueda transmitir a la sociedad cubana haciendo uso de las ´´redes sociales´´.
Como podrá apreciar el lector de lo que explico seguidamente, el Decreto no tiene ninguna relación con la pandemia puesto que la precede en el tiempo con mucha anterioridad, sino con el derecho de los cubanos a usar ´´las redes sociales´´ para transmitir informaciones de lo que ocurra, o juicios de valor sobre las medidas que adopte o pueda adoptar el gobierno, en relación con esos acontecimientos.
El gobierno, por el hecho de serlo, es poseedor de la verdad, por lo que cualquier información que niegue la veracidad o simplemente discrepe de lo que el gobierno le hace saber a la población sobre un determinado hecho, o tan siquiera lleve a conocimiento de esa misma población un juicio de valor sobre la conveniencia o no de las decisiones que se adoptan, genera por sí mismo la posibilidad de ´´la aplicación de la ley´´.
La ley, por lo tanto, no tiene nada que ver con la pandemia, sino con el comportamiento de los ciudadanos, si es que ese trato ´´el de ciudadano´´ que desde nuestra primera constitución fue ordenado junto con el tratamiento de ´´usted´´ como único modo de dirigirnos unos a otros en Venezuela, es también en Cuba el tratamiento de rigor.
Desde luego teniendo yo más de cincuenta años largos de graduado de abogado no soy quien va a cuestionar el concepto de ´´la plenitud hermética del ordenamiento jurídico´´, que significa que todo cuanto ocurre, o quizá más propiamente que todo cuanto hagamos, está sometido y regulado por el ordenamiento jurídico cualquiera que este sea; y cualquiera que sea el territorio en el cual se aplique ese ordenamiento jurídico. La ley está ahí siempre presente. Toda nuestra conducta está reglada y todo lo que hagamos puede ser legal o ilegal, lícito o ilícito. Lo que sí es particularmente notable es que en la mayoría de los ordenamientos jurídicos lo ilegal o lo ilícito debe estar expresamente estatuido y lo que no lo está es por consiguiente lícito o legal. Del reporte recibido se me antoja que ese Decreto Ley 370 es un bozal, que le dice al cubano «tienes libertad de expresión, pero cuídate al usar tu libertad, porque soy yo quien decide si al usarla atentaste contra el pueblo», que es igual que atentar contra Cuba (traición a la patria); que es igual que atentar contra el gobierno, que está encargado de cuidar la patria.
Caracas, 4 de mayo de 2020