Democracia y PolíticaGente y SociedadOtros temasSalud

Cristián Garay: Uruguay, la excepción en todo sentido

Consecuencia del control exitoso y de la regularidad de las actividades diarias, según estimaciones del Banco Mundial y de la CEPAL Uruguay será el país que menos perjuicio tendrá en su Producto Interno Bruto, al bajar entre un 2,5% a un 5,5%. En el resto de la región la baja será -9,1%.

 

Uruguay ha concentrado las miradas de la región respecto a los elementos de su evolución sanitaria y económica. Ha sido uno de los pocos ejemplos de una visión liberal, incluso entre quienes se afilian a dicha identidad política, como Emmanuel Macron en Francia, que han establecido crecientes controles a la población. Uruguay está entre los países que reconocen en la crisis sanitaria un desafío científico y médico relevante, y cuyo manejo político se asemeja al de Suecia. Es decir la adopción de una cuarentena voluntaria bajo el precepto de autocuidado. Lacalle la fundamentó diciendo que la cuarentena obligatoria “iba contra todo lo que yo creo, que es la libertad del individuo, libertad del relacionamiento, libertad de una nación”. Uruguay no ha interrumpió sus actividades diarias, pero sí las redujo en intensidad, trazando con mucha seguridad los pacientes cero y la trasmisión del virus.

Es que a estas alturas, si bien las mascarillas y las cuarentenas son instrumentos que la Humanidad ha usado inmemorialmente, no en todos los casos ha sido exitosa y eso depende de otras variables como la disciplina social, el respeto a la ley y el civismo. En todas esas materias Uruguay reina en la región, donde la conflictividad política no desencadena ni se agrega a factores de perturbación, como octubre de 2019 en Chile.

Ese rasgo fue evidente incluso en el traspaso del poder, donde el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, hijo del ex presidente Luis Lacalle, venció al sucesor de Tabaré Vázquez, y al Frente Amplio cuya figura emblemática era Pepe Mujica en un ambiente de cordialidad y de republicanismo. Los que supusieron que la crisis sería un prueba respecto de un gobernante de centroderecha se equivocaron, pues Lacalle Pou ha conseguido no solo un éxito personal (encuesta Equipos, 62% de apoyo en junio de 2020), sino un tránsito ordenado y respetuoso a la nueva normalidad, dentro de la cual se instala la progresiva instalación de la actividad económica. Al 11 de agosto Uruguay contaba con 1.309 contagiados y 37 fallecidos. Consecuencia del control exitoso y de la regularidad de las actividades diarias, según estimaciones del Banco Mundial y de la CEPAL Uruguay será el país que menos perjuicio tendrá en su Producto Interno Bruto al bajar entre un 2,5%  a un 5,5%. En el resto de la región la baja será -9,1%.

Lacalle no tuvo que elegir entre la salud y la economía: apeló primero que nada al autocuidado y responsabilidad social, basado en una concepción liberal acorde a la cultura política nacional. Pero además de esto hubo una política sanitaria que centró la trazabilidad y que se complementó con dos cruces bien implementados: la mantención de la economía y la legitimidad de la autoridad para implementarla y ser escuchada. Parte de este activo fue también la trasparencia y fiabilidad de la información estatal.

Uruguay pudo transitar con menos costos porque no existió una crisis política con repercusiones públicas, y no hubo una guerrilla interna. Con menos ruido que Argentina, y estando conectado con Brasil, Uruguay pudo controlar sus fronteras, y evitar el contagio desde el norte y el sur. Por cierto, es evidente que en todas las comparaciones que hizo Alberto Fernández siempre estuvo la omisión de Uruguay, porque se hizo un axioma social que la  cuarentena voluntaria era insostenible. Lamentablemente, la experiencia de Perú, Chile y Argentina demuestra que las cuarentenas obligatorias no son eficaces si no concuerdan el apoyo de la población, sostén político e idoneidad de las medidas sanitarias. Ahora que el país es el único sudamericano certificado para intercambios de personas con la Unión Europea, habrá un periodo de ajuste con la región, debido a que la apertura de fronteras internacionales se ve lejana con sus vecinos.

 

 

Botón volver arriba