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Eve y Margo llegan a los setenta

Cumple 70 años uno de los más grandes filmes de Joseph L. Mankiewicz y del cine. Mankiewicz tiene tanto la fortuna como la rareza de haber ganado el Oscar cuatro veces en años consecutivos, dos por Mejor Guion adaptado y dos como Mejor Director. En 1949 por «Carta a tres esposas», y en 1950 por nuestro filme recordado hoy.

 

 

«All About Eve» (en español «Eva al desnudo», o  «La malvada»),  es una obra maestra cuyo guion cabalga sobre tres sentimientos predominantes: ambición, rencor y sospecha. Y los mismos se dieron asimismo durante una filmación bastante agitada. Digamos solamente que los comentarios de Bette Davis sobre sus compañeros no fueron precisamente amables; de Celeste Holm (amiga y confidente en el relato fílmico), dijo que era «the one bitch in the cast» -sustantivo -bitch- que también usó con George Sanders (de quien sabía que era homosexual)-; y la pobre Marilyn Monroe, luego de filmar las pocas escenas que le correspondían con Davis, lloró y vomitó (reconozcamos, sin embargo, que esta breve pero lograda actuación puso a la rubia en el mapa, junto con otro papel ese mismo año en «La Jungla de asfalto», de John Huston).

Mankiewicz le hará un gran favor a la jovencita Monroe con el diálogo siguiente, en el que quizá sin saberlo o proponérselo define muy bien el carácter que imprimirá la rubia a varios de sus papeles posteriores:

Estamos en la fiesta del 40 cumpleaños de Margo Channing (Bette Davis); Monroe, sentada con un grupo en la escalera, acaba de ver pasar un magnífico abrigo de piel en los brazos de Thelma Ritter (ama de llaves de Margo):

«Now there’s something a girl could make sacrifices for,» Monroe says. («Eso sí es algo por lo que una chica podría hacer sacrificios», dice Monroe).

«And probably has,» says the director. («Y probablemente los ha hecho», le responde el director).

«Sable,» Monroe explains. («Sable» -marta cibelina-, explica Monroe). 

«Sable?» asks the producer. «Did she say sable or Gable?» («¿Sable? -marta cibelina-» pregunta el productor. «¿Dijo Sable o Gable?»)

Monroe replies: «Either one.» (Monroe le contesta: «Cualquiera de los dos»).

George Sanders (Addison DeWitt) se la presenta a Davis/Margo como una actriz «graduada en la Escuela de Arte Dramático Copacabana«. Porque siendo «Eve…» una gran obra dramática, es además ingeniosa y mundana, en ella abundan el humor mordaz, la picardía, el doble sentido, el sarcasmo, la ironía. «Sátira fulminante», la llama el crítico del New York Times. Los diálogos son a menudo filosos y directos. A fin de cuentas, ése era uno de los sellos distintivos de Mankiewicz. 

Veamos las escenas de Monroe en el filme:

 

 

Momentos después, la secuencia de la fiesta contiene también la mejor escena de Bette Davis en el filme, donde pronuncia una de sus líneas más famosas: «Fasten your seat belts. It’s going to be a bumpy night.»  (Abróchense los cinturones, esta va a ser una noche muy agitada). Y es que Davis pasa en este filme, con facilidad de gran actriz experimentada, de la comedia a la histeria.

 

 

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La premisa de nuestro filme es extremadamente ponzoñosa: hay una víbora suelta. 

 

Anne Baxter

 

Una tímida y modosita viuda, Eve Harrington (Anne Baxter), a quien inicialmente vemos cubierta por un sobretodo empapado por la lluvia en un callejón lluvioso, maliciosa y estratégicamente logra, con fingida humildad, penetrar el círculo íntimo de la gran actriz teatral Margo Channing (Davis); primero será su secretaria, luego su actriz suplente (understudy), luego su rival, para luego traicionarla con la metafórica puñalada trapera (o con un veneno florentino, que entiendo es una solución más femenina; hay metáforas para todos los gustos).

Los dos personajes contrapuestos, Eve y Margo, Margo e Eve, forman un dúo digno de una tragedia griega. Ambas dirigen -más bien manipulan- un reparto en el cual todos los hombres -salvo George Sanders– son agentes secundarios; All About Eve es la única película en la historia de los Óscar que recibió cuatro candidaturas para actrices (Bette Davis y Anne Baxter como mejor actriz, Celeste Holm y Thelma Ritter como mejor actriz de reparto).

El crítico Rogert Ebert afirmó, socarronamente, que «envejecer fue una decisión inteligente de Bette Davis«; a fin de cuentas sus papeles, incluso de joven, eran de mujeres fuertes, duras, depredadoras, sobrevivientes. Nunca fue una ingenue, para esos roles estaban, por ejemplo, Carole Lombard, Veronica Lake, Gene Tierney, Katharine Hepburn, Jean Arthur, Irene Dunne, o las hermanas Olivia de Havilland y Joan Fontaine.

Ebert nos ofrece otro comentario magistral: «Margo Channing fue el rol más grande de Davis [quien tuvo varios sencillamente extraordinarios]; pareciera ser la derrotada por los ardides de una actriz más joven, pero de hecho logra una rotunda victoria: el triunfo de la personalidad y de la voluntad sobre el poder superficial de la belleza física. Ella nunca interpretó un papel más autobiográfico». 

Se ha insinuado que Mankiewicz escribió el papel de Margo Channing inspirado en la gran actriz de teatro Tallulah Bankhead, pero el guionista y director lo negó; a fin de cuentas, Davis tenía suficiente inspiración en su vida.

Un hecho característico -y que hoy tendría histérico a más de un amante de la corrección política- es que Davis fuma constantemente a lo largo de la película, al punto de que ello puede verse como un bien logrado intento de destacarse, de separarse de los demás.

¡Qué interesante lo que sucedió en materia de papeles femeninos hollywoodenses en 1950!: la actuación de Davis como actriz que ha envejecido se compara con otra gran actuación de ese año, con punto de contacto temático (dos grandes actrices ya otoñales), la de Gloria Swanson en «Sunset Boulevard». Las dos, nominadas a Mejor Actriz, fueron derrotadas por la memorable actuación de Judy Holliday en la comedia «Born Yesterday». Los fans de Davis afirman todavía que ella hubiera ganado de no haber «dividido el voto», irónicamente, Anne Baxter, también nominada.

 

 

 

Curiosamente, «All About Eve» y «Sunset Boulevard» comienzan igual: Un escritor (voz en off, Sanders en «Eve» -como el crítico teatral Addison DeWitt-, William Holden en «Boulevard») nos ubica en el escenario de los respectivos acontecimientos; en «Eve», Sanders examina un salón donde se realiza la cena celebratoria de un premio teatral; dirige su mirada a mesa donde está la estatuilla, reservada para Eve Harrington (Baxter), y luego nos describe a los sobrevivientes de la escalada triunfal de Eve hasta la cima: su director, Bill Sampson (Gary Merrill), su escritor, Lloyd Richards (Hugh Marlowe), Karen, la esposa de Richards (Celeste Holm) y, finalmente su ídolo, caído (más bien canibalizado), Margo (Davis). Mientras Sanders alaba la grandeza de Eve, los otros rostros nos dan una impresión absolutamente contraria, distinta.

Aparte de Bette/Margo, otras dos actuaciones merecen ser destacadas: Anne Baxter, en primer lugar. Es extraordinaria, sobre todo como conspiradora y manipuladora, con una calma arrobadoramente helada. Mankiewicz nos da otra razón para admirar su fantástico guion cuando, sabiamente, no nos muestra nunca las escenas de Baxter/Eve ascendiendo como actriz. Mejor dejarla a la imaginación. Para Ebert, es una oportunidad sin igual para «concentrarnos en cambio en la chica, cuya mirada es demasiado intensa, sus ojos excesivamente enfocados, y su modestia sospechosa». Verla será siempre interesante, incluso cuando saca sus garras.

Mientras tanto, George Sanders redondea una actuación legendaria que le dio merecidamente el Oscar a Mejor Actor de Reparto. Villano frecuente, sería un gran error confundirlo -incluso compararlo- con otros actores de reparto reconocidos y admirados, como Lee Marvin y Jack Palance. Nunca tuvo necesidad de recurrir a la violencia física; sus armas fueron la palabra, un cinismo y un escepticismo sin rivales, siempre en control de sí mismo y de lo que le rodea. Malvado por decisión propia, no excusa sus actos jamás. En «El Fantasma y la Señora Muir» (1947, otro filme de Joseph L. Mankiewicz) Rex Harrison lo llama «una serpiente perfumada«, palabras que hubieran sido válidas para sus roles en «Rebecca» y , por supuesto, en «All About Eve». 

 Javier Marías: «Sanders conoce la codicia de quien la tiene y la cobardía de quien la sufre, la envidia, el rencor y el odio; sabe a quién puede convencer y a quién comprar, y a quién no (…) Sanders es el villano que sabe, quizá es el hombre que más ha sabido de cuanto lo rodeaba, en una pantalla (…). Parecía el hombre que sabía lo que querían todos, incluso antes de que lo supieran ellos, mientras que él parecía no querer nunca nada».

Otra escena fundamental de la película es cuando Sanders/DeWitt le demuestra a Eve, horrorizada, que él conoce su vida pasada, la real, no las mentiras que dijo al llegar a Nueva York (que Eve reconocerá que las usó «porque tenía que ser alguien, tenía que conocer a Margo, hacer que me quisiera»). Luego le dice algunas de las frases más memorables del filme: «Tú eres una persona improbable, yo también. Tenemos eso en común. Asimismo, un sentimiento de desprecio por la humanidad. Una incapacidad de amar o de ser amados; una ambición insaciable, y talento. Nos merecemos el uno al otro». ¿Ha habido acaso una manera más delicadamente sencilla de describir a dos sociópatas?

 

 

 

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Anne Baxter (Eve) y Bette Davis (Margo), cara a cara. En la escalera, desde arriba: Celeste Holm, George Sanders y Marilyn Monroe observan, callados y expectantes. Davis le dirá a Baxter: «Por favor, deja de actuar como si yo fuera la Reina Madre». 

 

La grandeza de «All About Eve» fue reconocida desde el día de su estreno. El filme obtuvo seis Oscar, entre ellos el de Mejor Película, y los ya mencionados de Mejor Dirección y Mejor Guion adaptado; George Sanders a Mejor Actor de Reparto, Edith Head y Charles Le Maire el de Mejor Diseño de vestuario, y Thomas Moulton el de Mejor Sonido; el éxito de la película hizo que se creara el premio «Sarah Siddons», que Mankiewicz había inventado para el relato.

Es además una de las tres películas con más nominaciones al Oscar -catorce- junto a Titanic (1997) y La La Land (2016). Ganó asimismo premios en el Globo de Oro y el BAFTA, y en Cannes obtuvo el Premio Especial del Jurado a Mejor Película, y Bette Davis el Premio a Mejor Actriz.

Ocupa el puesto n.º 16 en la lista de las 100 mejores películas estadounidenses elaborada por el American Film Institute en 1998.

Pocas veces, en la historia del cine, se ha puesto en escena un grupo actoral tan magnífico, que nos deslumbra y  fascina al mismo tiempo que nos horroriza.

 

 

 

 

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