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José Lombardi: Ausencia soberana

 

La Soberanía contemporánea como la conocemos hoy, viene siendo el poder absoluto dentro de un Estado; para quienes creemos en la Democracia, este poder es ejercido por sus integrantes al que llamamos ¨pueblo¨ y de allí la famosa expresión de que la ¨soberanía reside en el pueblo¨ la que se expresa entre otras cosas en la de ejercer el sufragio para elegir a los gobernantes.

De la soberanía se desprende la legitimidad. Un Estado puede ser legalmente soberano, pero no implica que sea un Estado legítimamente soberano, la legitimidad va más allá de la legalidad, legalidad sin legitimidad es poder efímero.

Un Estado soberano es aquel en donde todos sus integrantes están de acuerdo en las normas de convivencia, es tener un pacto social inclusivo traducido en leyes satisfactoriamente respetadas por todos; lo contrario sería un puñado de letras muertas que serán aplicadas a interpretación y capricho del poder de turno, es lo que conocemos como Estado fallido.

Venezuela en su historia republicana ha tenido más de veinte constituciones nacionales y ninguna ha corregido el problema sustancial de los venezolanos: tenemos una República sin Estado y un Estado sin soberanía, no pretendo en este escrito buscar las causas de esta situación pero sí colocar sobre la mesa de análisis este planteamiento del problema para que la actual y las futuras generaciones de venezolanos podamos construir un pacto social inclusivo y a largo plazo que nos otorgue un verdadero Estado soberano y evitar el péndulo perverso del progreso y atraso.

Los venezolanos, hoy, tenemos un territorio, pero no una Patria, es un negacionismo decir lo contrario, la pugna interna terminó por entregar el país a intereses extranjeros lo que resultó en la pérdida de nuestra soberanía. Los venezolanos hoy no somos capaces de tomar nuestras propias decisiones, Gobierno y Oposición esperan las líneas de acción extranjeras para actuar, mientras tanto el ¨pueblo paciente¨ espera, sufre y sobrevive a esta pugna geopolítica internacional que no les pertenece pero que les hace mucho daño.

El país se nos fue de las manos, somos rehenes de nosotros mismos, la solución sigue estando en los venezolanos, como alguna vez lo expresó el buen político Arístides Calvani ¨A Venezuela solo la salva los venezolanos¨; no hay otra fórmula, los otros caminos nos roban soberanía e identidad. La soberanía sólo será posible cuando los venezolanos internalicemos que el ciudadano es más importante que el Gobierno y la Sociedad más importante que el Estado.

 

Jose Lombardi

 

@lombardijose

 

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