“Con Biden o no, la política en Cuba va a seguir dependiendo del pueblo”
CubaNet conversó con varios líderes de la oposición en Cuba sobre lo que significa para la Isla que el demócrata Joe Biden haya sido declarado presidente electo
MIAMI, Estados Unidos.- Aunque desde el pasado sábado 7 de noviembre los grandes medios de prensa de Estados Unidos han dado como vencedor de las elecciones presidenciales en el país al demócrata Joe Biden, la campaña, según algunos expertos, está lejos de terminar, pues el actual presidente Donald Trump, que busca la reelección, presentó este pasado lunes varias demandas legales en algunos estados claves que terminaron por negarle la victoria al republicano, a pesar de haber estado liderando los votos durante las primeras jornadas desde el 3 de noviembre, día de los comicios.
Sobre la significación que podría tener para Cuba y los cubanos la llegada a la presidencia de Estados Unidos del demócrata Joe Biden, que entre sus promesas electorales está la de revertir las políticas de Trump hacia la Isla y retomar el acercamiento que iniciara Barack Obama durante sus últimos años en Washington, CubaNet habló con algunos líderes opositores cubanos.
Para Martha Beatriz Roque, presa política cubana y colaboradora de nuestro medio, “la influencia que tiene un presidente de Estados Unidos en el mundo es muy grande, no solo en Cuba”, sin embargo, la aparente victoria de Biden ha desatado muchas expectativas en la Isla, y la dictadura ya se pronunció al respecto.
“Fueron cautelosos los primeros dos días, pero ya no, este domingo en la noche en el noticiero comenzaron a hablar sobre las posibilidades de restablecimiento de las relaciones, bajo el concepto del respeto a la diferencia que hay entre los dos sistemas”.
Pese a eso, asegura, “los medios no son los que definen al presidente de Estados Unidos, hay que esperar, tenemos en la historia el caso de Bush, y creo que hay que dar tiempo a que esto evolucione. Esto no quiere decir que haya esperanzas por mi parte, sencillamente creo que a nosotros los cubanos es a quien nos interesa lo que pasa dentro de Cuba, y creo que somos nosotros los que tenemos que resolver este problema. No nos tenemos que recostar a ningún gobierno del mundo, el cubano es el que tiene que despertar y resolver la situación tan difícil que tenemos, y pienso que en algún momento esto sucederá, no importa que sea Biden, o Trump, quien esté en la Casa Blanca”.
Al respecto, Antonio Rodiles asegura que a pesar de las noticias aún “no hay presidente electo, hay un proceso en curso en este momento y hoy comienza la introducción de todas las pruebas. Lo han explicado muy bien y extensamente abogados experimentados en estos casos, me parece que es pasarle por encima a la soberanía del pueblo norteamericano felicitar a un presidente electo cuando no existe presidente electo”.
“En el proceso evidentemente hay irregularidades, hay personas que han salido a proclamar fraude, y yo creo que hay un presunto fraude o irregularidades que hay que demostrar, pues impactan en el resultado que se ha dado. Irregularidades que van desde el voto por correo, que ha causado polémica; problema con los softwares de conteo de votos; hasta denuncias de que en los lugares de conteo no se ha permitido que observadores entren a verificar el proceso”, dijo el líder opositor.
“La campaña del presidente Trump ha manifestado que va a hacer una reclamación, y por supuesto eso va a las cortes estatales, y en el debido caso a la Corte Suprema. Yo creo que es muy importante que se respete la soberanía del pueblo norteamericano, y me parece lamentable que actores políticos, e incluso presidentes de otras naciones, salgan a felicitar a alguien que todavía las instituciones norteamericanas, no un medio de prensa, no han declarado presidente. Así que hay que esperar hasta ese momento, hasta que la democracia decida quién es el presidente electo”.
Entretanto, para Manuel Cuesta Morúa es claro que la llegada a la presidencia estadounidense de Biden, quien fuera además el vicepresidente de Obama cuando el llamado deshielo, significa para Cuba un retorno a las políticas del exmandatario (2009-2017), cuya tendencia fundamental era la de la “apertura”, y la de eliminar “la idea de que Cuba y Estados Unidos son enemigos históricos por naturaleza, que fue la ganancia fundamental de la política de Obama, mas allá de medidas concretas, de más comercio, más viajes, más reunificación familiar”.
La figura de Biden simbolizaría, en principio, “el regreso de una política en la que el mensaje claro y principal es que Cuba y Estados Unidos no tienen por qué ser enemigos naturales, como ha pretendido siempre el gobierno cubano”, dijo.
Sin embargo, en ese sentido “es fundamental darle un mayor equilibro a esa política y relación entre ambos países, la mentalidad y la lógica de plaza sitiada no ayuda a la democratización de Cuba y no ha ayudado a la democracia de Cuba. Cada cuatro años, y casi durante 50, todos los gobiernos de Estados Unidos han prometido llegar a La Habana a saludar y celebrar la democracia y la libertad, y eso no ha sucedido”, aseguró, porque “creo que la línea dura con el régimen cubano no es una línea que democratice a la sociedad cubana. Al contrario, alimenta la enemistad histórica entre ambos gobiernos, que no entre ambos países, y no ayuda a la democratización”.
“La llegada de Biden al poder es el retorno a la política de mayor distensión entre ambos países, que a mi modo de ver ayuda tanto a la familia cubana como a los demócratas en Cuba, y en ese sentido va a ser importante. Y está claro que ese regreso debería ser reajustado, y cuando digo esto me refiero a que debe haber un mayor apoyo, más claro y definitivo, a los demócratas en Cuba, a los luchadores por los derechos humanos, hay que darles más visibilidad y más legitimidad a los actores por la democracia en Cuba”.
Al respecto, Cuesta Morúa dijo que el gobierno cubano no ha dado muestras de querer negociar, y EEUU no debe dar demasiadas concesiones a un gobierno que no está dispuesto a negociar. “Ahora mismo Granma acaba de publicar un artículo en el que asegura que no puede haber conciliación entre imperio y revolución, dos conceptos que nada tienen que ver con la realidad, porque la revolución cubana ni existe, ni EEUU es un imperio. Eso es historia, y lo que demuestra es que La Habana no está muy dispuesta a tener un diálogo franco y claro con Washington”.
“Pero creo que el mensaje del gobierno de Estados Unidos debe ser precisamente ese: queremos dialogar, estamos dispuestos a negociar, pero estamos decididos a apoyar la democracia en Cuba y los derechos humanos de los cubanos. Por ahí debería ir el reajuste si de presidente electo Biden pasa a ser el presidente efectivo”, sentenció.
Así mismo, si bien hay que esperar a que se resuelvan las demandas legales que están en proceso, el líder de Somos +, Eliécer Ávila, aseguró que en caso de que Joe Biden sea confirmado como presidente “no vamos a ver cambios muy profundos con respecto a las políticas de presión y restricción que ha adoptado Donald Trump hacia el régimen cubano”.
“No vamos a ver por ningún motivo el regreso a las políticas que implementó Obama de abrir todo, eso fue un test y dio como resultado que el régimen se cierra aún más, encarcela más, reprime más. Los números negativos aumentaron durante esa etapa, y ningún negocio o compañía logró realmente establecerse, ese fue el resultado de la prueba que hizo Obama”.
Aunque para el líder opositor el demócrata “puede que, por ejemplo, reabra la embajada, active ciertos vuelos, ciertas licencias, este no va a complacer a la dictadura como ellos esperan. Estamos viendo que la dictadura apostaba por Biden, pero, apenas los medios dieron a conocer su posible victoria, ya hay algunos voceros del régimen diciéndole a los cubanos que no se hagan expectativas, que no se hagan esperanzas. Y es que probablemente Biden, de llegar a la Casa Blanca en enero, sea durante los próximos cuatro años el culpable de los problemas en la Isla”.
Para Ávila no importa el presidente de Estados Unidos, ya sea más moderado o más agresivo, “con Biden o no, lo cierto es que la política en Cuba va a seguir dependiendo de que despierte el pueblo y se de cuenta de que el futuro está en sus manos, no en un presidente extranjero”.
“Creo que la cultura política que podamos promover los que tenemos experiencia en vivir en países libres, la cultura económica, la esperanza, y el estar claros de lo que podemos lograr los cubanos en libertad y en democracia va a ser un factor importante, que seguirá haciendo que la gente en Cuba salga del clóset político, hable de política, participe y proteste, y eventualmente que puedan protagonizar un cambio mayor”, sentenció.
El pasado sábado Joe Biden alcanzó los 270 votos electorales necesarios para instalarse el próximo 20 de enero en la Casa Blanca, en contraste con los 214 que obtuvo Trump, al perder los estados de Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, los cuales había ganado en 2016 y que resultaban claves para mantenerse al frente del país.
De confirmarse la elección de Biden, muchos cubanos esperan un cambio en la Isla, que se ha visto las caras con una de las peores crisis económicas desde el histórico período especial, agravada en los últimos años por la política de la actual administración estadounidense contra la dictadura de La Habana, y con la pandemia del coronavirus como un “tiro de gracia”.