Los Socialcristianos nicaragüenses en lucha: antecedentes y actualidad.
(Evento de VHSC sobre su posición en la coyuntura política)
Managua, 21 de noviembre de 2020, en la casa histórica de los socialcristianos en el Barrio Larreynaga.
Por: José Dávila.
Una ideología democrática
El Socialcristianismo como ideología democrática, que lucha por la libertad, la justicia, la democracia y el desarrollo para todos los ciudadanos, es contrario a toda dictadura, sistema de opresión o violación de los derechos humanos de los ciudadanos.
Esta ideología del Socialcristianismo, también conocida en otros países como Democracia Cristiana, surgió en Nicaragua en septiembre de 1957 con la fundación del Partido Social Cristiano de Nicaragua, PSCN.
Sus fundadores, entre los que está entre nosotros como testimonio presente Doña Digna Zamora vda. de Corea, fueron claros desde un comienzo, estaban impulsando una ideología de carácter popular, democrático y pluralista, que luchaba por la justicia social, la ética en la política, el respeto a los derechos de trabajadores, y una economía al servicio de la persona humana.
También definieron que no estaban a favor de lo que se llamaban las paralelas históricas (liberales y conservadores) que habían gobernado a Nicaragua hasta ese tiempo en forma elitaria, ni con la ideología marxista-leninista que inspira una economía estatista y centralista, y más bien reconocían los principios de la doctrina social de la iglesia, la justicia social, el favorecer a los más desposeídos, y priorizar los derechos de los trabajadores. Nació el PSCN, más conocido abreviadamente como PSC, en plena etapa de represión de la dictadura somocista.
El Socialcristianismo o Democracia Cristiana había surgido en Europa para reconstruirla democráticamente luego de finalizada la segunda guerra mundial, y poco después surgió en América Latina, donde tuvo aportes importantes a la democracia latinoamericana, sobre todo en Chile y Venezuela, pero también en otros países.
Siempre en unidad contra las dictaduras
Durante los años subsiguientes a su fundación, los años 60 y 70, los socialcristianos de Nicaragua, el PSC, a pesar de no ser un partido con personería jurídica, siempre se la negó Somoza, estuvo en primera línea en los frentes de oposición, tantos en las alianzas de lucha cívica o electorales que se hacían contra Somoza, y también hubo militantes en luchas o movimientos que abogaban o participaron en acciones armadas contra la dictadura.
Surgen discrepancias
Estas discrepancias sobre cómo salir de Somoza para construir la democracia, produjo discrepancias en 1978 dentro del Socialcristianismo. Vino la revolución y parte de los socialcristianos creyeron, como todo el pueblo, que se iba a construir una democracia, y por eso hubo apoyo de muchos a la revolución de 1979.
Pero una vez que se vio que los sandinistas iban por una dictadura de izquierda tipo Cuba, los socialcristianos que habían simpatizado con la revolución se vinieron apartando, aunque todavía un grupo participó en las elecciones de 1984, y luego fueron los años de la contra, en que muchos socialcristianos se fueron al exilio.
Surgieron distintas expresiones del Socialcristianismo durante la guerra de los 80, pero con las elecciones de 1990 la mayoría de las expresiones reconocieron la apertura democrática que impulsó doña Violeta Chamorro, y hubo una incidencia socialcristiana considerable en este gobierno en la búsqueda de la democracia.
Ya para los gobiernos de Alemán en 1996 y de Bolaños en 2001, en que los sandinistas “gobernando desde abajo”, preparaban con maniobras su retorno al poder, terrorismo, demagogia, discursos populistas, cambios en la Constitución negociados con Alemán para repartirse el poder y facilitar el retorno de Ortega, etc. lograron captar como aliados a un grupo socialcristiano que ejerce funciones públicas a partir del retorno al poder de Ortega en el 2007, sin embargo la mayoría socialcristiana siempre se mantuvo anti dictatorial y anti pacto Alemán-Ortega.
Intentos de unificación de los socialcristianos ante estas divisiones, incluyendo esfuerzos de organizaciones amigas del exterior como la Fundación Konrad Adenauer, no lograron el objetivo deseado.
Aparecen socialcristianos reorganizados
Ya para 2011 surge el Movimiento Socialcristiano Anti Pacto, que respalda a Fabio Gadea Mantilla en las elecciones de ese año, movimiento impulsado por socialcristianos residentes en el exterior y por socialcristianos en Nicaragua, firmes en su ideología.
Este movimiento trata de nuevo de buscar la unidad socialcristiana alrededor de los planteamientos de los fundadores del partido en 1957, y a la vez se ubica en la oposición clara a Ortega, y participa en la Coalición Nacional por la Democracia, que se organiza para participar en las elecciones de 2016, en las que la dictadura de Ortega cortó bruscamente su participación a pocos meses de su realización.
Luego del fraude electoral de esas elecciones de 2016, los socialcristianos anti Ortega y anti pacto, se deciden por fundar un movimiento que rescate los valores y principios originales del Socialcristianismo, que muestre un rostro de autenticidad, que recupere imagen y credibilidad ante las divisiones y las alianzas con Ortega, y en base al Manifiesto de fundación del PSC del 25 de septiembre de 1957, nace en el 60 aniversario de fundación del partido, septiembre del año 2017, el movimiento/partido Voluntad Humanista Social Cristiana, VHSC.
Voluntad Humanista Social Cristiana
VHSC define en su fundación tres objetivos: promover y participar la unidad contra la dictadura, fomentar la formación política ciudadana, y aportar a la construcción de una clara alternativa de democracia frente a la dictadura.
Se llegó a la histórica rebelión estudiantil de abril de 2018 y el despertar de Nicaragua contra la tiranía, y Voluntad Humanista Social Cristiana se sumó a la protesta masiva, tuvo que terminar por Internet por razones de seguridad, el primer diplomado de formación política que había organizado, e intensificó su búsqueda de la unidad frontal contra la dictadura. Había comenzado con Abril del 2018, una nueva etapa en la lucha por la libertad y la democracia en Nicaragua.
Siempre buscando unidad, a pesar de dificultades
En agosto de 2018 los socialcristianos de VHSC forman con otros grupos un bloque de unidad llamado Democracia en Marcha, entrando luego en conversaciones con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, buscando más unidad. Había fracasado en mayo de 2018 el primer diálogo de la Alianza Cívica con la dictadura.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, decide ampliarse como unidad después del fracaso de ese diálogo, y en octubre de 2018, funda la Unidad Azul y Blanco, Unab, donde se integra VHSC y los grupos de Democracia en Marcha con otros grupos.
En mayo de 2019 la Organización Demócrata Cristiana de América, ODCA, como internacional de partidos, reconoce en sus filas la membresía a Voluntad Humanista Social Cristiana, VHSC.
En agosto de 2019, la Alianza Cívica se constituye como instancia permanente de lucha luego del fracaso del segundo diálogo de marzo de 2019, en que el gobierno no cumplió los acuerdos alcanzados, y luego se separa a finales del 2019 de la Unab, y reasume su propio rol.
VHSC, que tampoco compartía actitudes ideológicas hegemonistas de grupos de la Unab se había salido de este grupo, y decide posteriormente acercarse directamente a la Alianza Cívica, integrándose en octubre de 2019 a la misma, como parte del sector político, manteniendo los mismos objetivos de su fundación, la formación política, la alternativa frente a la dictadura, y el tema de la unidad y la lucha cívica por elecciones libres para alcanzar la democracia en Nicaragua.
La coalición nacional
En febrero de 2020 la Alianza Cívica en conjunto con la Unab llaman a conformar la Coalición Nacional, a la cual son invitados todos los partidos y movimientos opositores, incluyendo el PLC y otros grupos políticos colaboracionistas, pues se buscaba una unidad bien amplia.
En junio de 2020 se constituye la Coalición Nacional, no sin reservas de la Alianza Cívica, pero debido al espíritu unitario se suscribió ese acuerdo de fundación.
Las actitudes hegemónicas del PLC y un bloque de apoyo que formó dentro de la coalición, la negativa de la misma a aceptar una participación incluyente de las juventudes de la Alianza Cívica, y el desequilibrio entre esos partidos políticos y la sociedad civil representativa de la lucha de abril, provocaron fisuras que obligaron a la Alianza Cívica a fines de julio de 2020 a darse una etapa de reflexión para buscar corregir las actitudes de los partidos colaboracionistas dentro de la coalición, a lo que también se sumó la Unab.
Sin embargo la Unab se reintegró de nuevo a la Coalición, y la Alianza Cívica siguió reflexionando la forma en que la Coalición ganara legitimidad y credibilidad ante el pueblo de Nicaragua.
Al no lograrse esto, la mayoría de la Alianza Cívica decidió el 26 de octubre apartarse de la coalición y continuar en forma propia la búsqueda de una unidad más amplia e incluyente que tuviera más credibilidad.
Los socialcristianos de VHSC fuimos parte de la mayoría de la Alianza Cívica que tomó esta decisión, lo hizo por sus principios de construir una verdadera alternativa contra la dictadura, y por su posición anti pacto y anti partidos colaboracionistas, partidos que son al final los responsables del sistema político actual, que debe ser cambiado a profundidad.
Seguiremos en la lucha
Voluntad Humanista seguirá dentro de la Alianza Cívica en búsqueda de una unidad política amplia, que lucha por reformas electorales y elecciones libres, y que si se lograran, buscar entonces una alianza electoral unificada con toda la oposición para buscar una casilla de un partido que sea aceptable para el pueblo, y poder dar batalla electoral a Ortega, si finalmente hay elecciones libres.
Si hay algún logro electoral contra Ortega en el 2021, eso será apenas un paso en la lucha estratégica que tenemos, de alcanzar algún día una verdadera democracia, con justicia social y desarrollo para todos los nicaragüenses, sin excepción alguna.
Hay que aclarar que en este proceso de lucha contra la dictadura y a favor de construir una democracia en Nicaragua, hay también grupos que se denominan socialcristianos, pero se perciben más bien interesados en hacerle el juego electoral a la dictadura, posición que VHSC jamás asumirá, y a la que se declara tajantemente ajena.
Perspectivas
VHSC considera que la coyuntura política en Nicaragua es muy difícil, no hay gran optimismo en que Ortega impulse una apertura democrática real, más bien no cesa la represión política contra los opositores y ha aprobado nuevas leyes represivas contra las libertades públicas, la dictadura no da señales de apertura política para hacer reformas electorales profundas, y el panorama para unas elecciones libres y transparentes se ve bastante gris.
Sin embargo, los socialcristianos seguiremos inclaudicables en esta lucha, fieles a la lucha cívica para lograr los cambios, al compromiso con el pueblo de Nicaragua de instaurar una democracia, y fieles a los principios y valores de libertad, justicia y democracia que nos inspiran, y nos señalaron nuestros fundadores al surgir el Socialcristianismo en Nicaragua en 1957.