Democracia y Política

Sagasti: «No considero a nadie enemigo a muerte, buscaré el diálogo con todos los partidos»

Para el presidente interino de Perú es preciso reconstruir la relación del Congreso con el Ejecutivo

En su primer encuentro con la Asociación de Prensa Extranjera en Perú, que tuvo que ser virtual, el presidente interino, Francisco Sagasti, pidió al Congreso hacer el esfuerzo para tener una buena relación, al tiempo que resaltó que «no es ingenuo», y espera «hacer una transición ordenada» entregando el cargo en julio de 2021.

Sagasti señaló que es consciente de que su cargo «es precario», que llegó al poder gracias al voto de 97 congresistas, y que a través del diálogo buscará detener el asedio de los adversarios en el Congreso y terminar su mandato en julio de 2021, cuando pasará el relevo a su sucesor elegido en los comicios previstos para abril.

«Somos conscientes de que estoy en este puesto por 97 votos de congresistas, después de un proceso fallido de elegir a otra mesa directiva. Somos conscientes de la precariedad, pero si uno se preocupa por la precariedad, no va a hacer nada. Espero que el Congreso sea sensato, en esta situación difícil que vivimos, es la peor crisis que ha vivido el país en un siglo… y que no añada más inestabilidad, ni cree más problemas», respondió Sagasti al ser cuestionado sobre la posibilidad de ser sacado del cargo si se reúnen 66 votos en el Congreso, lo cual lo retirarían como jefe del Ejecutivo.

«Somos conscientes del peligro, tendremos contacto con todas las bancadas incluso con los opositores, también haremos un trabajo continuo con todos aquellos que quieren mantener una transición ordenada y que saben que, si volvemos a un cambio de Gobierno, esto acabaría no sabemos dónde», afirmó el presidente interino, al tiempo que añadió, «por ello, apelo y espero a que la responsabilidad del Congreso no traiga más incertidumbre».

Fragilidad política

«El Perú es un país en el que puede pasar cualquier cosa y generalmente pasa», dijo el jefe de Estado al describir la fragilidad política que atraviesa el país andino, donde hace menos de un mes hubo tres cambios de presidente, y donde no hay garantías de que Sagasti llegue a acabar su mandato.

El mejor ejemplo de la fragilidad del Gobierno de Sagasti lo refleja la renuncia, ocurrida ayer, de Rubén Vargas al frente del Ministerio del Interior, cargo que ocupó 14 días. Sagasti juramentó como séptimo ministro del Interior en el 2020 a Cluber Fernando Aliaga.

 

Francisco Sagasti, en un momento de la rueda de prensa
Francisco Sagasti, en un momento de la rueda de prensa – EFE

 

Otro incidente de última hora fue la noticia, de la que fue informado Sagasti durante la conferencia de prensa, de la muerte de un manifestante, Jorge Yener Muñoz Jiménez, por un balazo realizado por la policía que reprimió las protestas agrarias en Chao (La libertad), el norte del país. El presidente interino se apresuró a confirmar que se investigaría lo que sucedió porque «no queremos que nadie muera por defender sus derechos laborales».

Cambios de Gobierno

Sagasti llegó al Gobierno, el pasado 16 de noviembre, después de que las protestas en las calles contra el Ejecutivo de Manuel Merino -quien sucedió a Martín Vizcarra tras ser destituido- le obligaran a dimitir solo cinco días después de haber asumido el cargo.

«Está claro que algunos grupos han perdido poder y espacio con este cambio de Gobierno. Es legítimo pensar diferente, lo que no es legítimo es buscar cambiar el Gobierno. El rumbo está trazado, cuando uno está con un barco de vela, a veces el viento está a favor o en contra, por ello, tenemos claro que requerimos el mínimo de estabilidad política para evitar que los intentos de desestabilización tengan éxito», subrayó Sagasti.

En la cita con la prensa extranjera, el nuevo mandatario tuvo que responder a una pregunta recurrente: si llegará a culminar o no su Gobierno en julio de 2021. Para ello, Sagasti apeló a que el Congreso reconstruya su relación con el Ejecutivo a cambio de «llevar la fiesta en paz, por el bien del país» en los pocos meses que le otorga su mandato para gobernar.

Sagasti echó mano del historiador Jorge Basadre para hablar de la crisis que vive el país, señalando que «las elites políticas fracasaron porque los políticos peruanos que ejercieron el poder no han estado a la altura del reto». «No considero enemigo a muerte a nadie -prosiguió-, (por ello) buscaré el diálogo con los nueve partidos políticos en el Congreso con el fin de satisfacer a los 33 millones de peruanos que piden respuestas a sus problemas», concluyó.

Ayer, el nuevo gabinete, que preside Violeta Bermúdez, fue refrendado con el voto de confianza del Congreso peruano.

 

 

 

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