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El Estado Mayor del ejército norteamericano alerta que protegerá la Constitución “contra cualquier enemigo interior”

Los ocho militares de mayor rango del país certifican su apoyo a la democracia y declaran que Joe Biden será el siguiente Comandante en Jefe

Desde el primer momento, los militares dejaron claro su apoyo al proceso constituyente y dieron la espalda a las veleidades de Donald Trump y sus acusaciones de fraude. Por si no había suficiente prueba de ello, este martes, el Estado Mayor Conjunto ha mandado una carta fuera de lo común a todos los miembros de las fuerzas armadas recordándoles su deber de defender la Constitución y ratificar al presidente electoJoe Biden, en la jornada de Inauguración el próximo día 20. La misiva está dirigida a todas las fuerzas armadas, que se componen de cerca de 1,3 millones de miembros en activo y más de 811.000 guardias nacionales y reservistas.

“El pueblo americano ha confiado en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para que le protejan y defiendan nuestra Constitución durante casi 250 años”, se lee en la carta. “Como hemos hecho durante toda nuestra historia, el Ejército de EE UU obedecerá las órdenes dadas por los líderes civiles, apoyará a las autoridades para proteger vidas y propiedades, garantizará la seguridad de acuerdo con la ley y se mantendrá totalmente comprometido para proteger y defender la Constitución de enemigos extranjeros o domésticos”, aseguran los generales en su memorándum.

El Estado Mayor deja claro que lo que sucedió el pasado día 6 en el Capitolio fue un asalto directo contra “el Congreso de EE UU y el proceso constitucional”. “Las acciones que hemos visto desarrollarse en el interior del Congreso eran contrarias a la ley”, prosigue la carta a los militares, que establece que «el derecho a la libertad de expresión y reunión no da a nadie el derecho para recurrir a la violencia, la sedición y la insurrección”.

Los generales enfatizan en su comunicado que el presidente electo, Joe Biden, tomará posesión como el 46º Comandante en Jefe de EE UU el próximo miércoles día 20 y que cualquier acto encaminado a perturbar o alterar el proceso constitucional no solo violará los valores militares sino también la ley.

Hasta la semana pasada, semanas después de las elecciones del pasado 3 de noviembre, el presidente Trump se había negado a admitir su derrota e incluso pidió a los miembros republicanos del Congreso que anulasen a su favor el resultado electoral, que daba vencedor al demócrata Joe Biden. La insurrección del día 6 sucedió mientras el Congreso se encontraba reunido según manda el calendario electoral para certificar los votos emitidos por el Colegio Electoral, que beneficiaba al demócrata y le convertía en el próximo presidente de EE UU.

La amenaza sigue latente. El FBI, según un informe interno al que tuvo acceso la cadena ABC, “ha recibido información de un grupo armado identificado que pretende viajar a Washington el 16 de enero”. “Han advertido”, añade el informe del buró, “de que si el Congreso intenta apartar al presidente a través de la enmienda 25 habrá una enorme revuelta”. “Se están planeando protestas armadas en todos los 50 capitolios estatales desde el 16 hasta el 20 de enero, y en el Capitolio de Washington del 17 al 20 de enero”, concluye el boletín. Al menos 10.000 tropas de la Guardia Nacional estarán desplegadas en la capital de la nación para proveer seguridad ante la eventualidad de nuevos ataques.

El texto original:

 

 

 

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