No somos daneses…
Hace ya unos cuantos años, un político venezolano importante, para justificar la problemática gestión de gobierno de su partido político, afirmó lo siguiente: «no somos suizos»... Como si lo que es más que evidente por razones obvias, tuviera rango de tabla de la ley latinoamericana.
En este video, una chica mexicana, Regina Carrot (experta en creación de contenidos digitales que se mueve como pez en agua en las redes sociales, con presencia en You Tube, Instagram, etc.) nos muestra, mediante un acto deportivo, la conducta de un ciudadano y deportista del país considerado el menos corrupto del planeta, Dinamarca (lleva algún tiempo liderando en positivo los llamados «Indices de Percepción de la Corrupción», que publica anualmente Transparencia Internacional).
La historia ocurrió en 2003, en Hong Kong, en un juego de la Copa Carlsberg (partido que al final ganó Irán 1-0, casualmente con gol de penalty). En el minuto 45 el iraní Jalal Kameli tomó el balón con la mano en el área al creer que el árbitro había pitado el descanso. Pero el sonido del silbato procedía de las gradas, y no del árbitro, que inmediatamente señaló penalti contra Irán, pese a las protestas de los jugadores iraníes.
El técnico danés, Morten Olsen, dio entonces instrucciones a su capitán, Morten Weighorst, para que lanzase fuera la pelota, como así hizo el jugador. Olsen comentó tras el partido que la decisión de fallar el penalti había sido «la justa» y que su equipo había perdido por sus propios errores y no por ese incidente. Veamos el video: