Dictadura

Un congreso del PCC para forjar cuadros

Resulta poco probable que Díaz-Canel no sea confirmado como secretario del PCC, pero lo contrario no es totalmente descartable

A HABANA, Cuba. – El quinquenio de tránsito de la generación de Fidel y Raúl Castro, iniciado por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el VII Congreso de 2016, concluirá en el VIII Congreso, que se realizará del 16 al 18 de abril próximos, por haberse aplicado el rejuvenecimiento sistemático de los cuadros, según las orientaciones oficiales.

La política de cuadros será priorizada en el evento, lo que se refleja en tres artículos publicados recientemente por el diario Granma. Pero no se ha reportado qué han hecho los militantes del PCC en las miles de empresas estatales y cooperativas agropecuarias improductivas, ineficientes, sin contabilidad confiable, con robos llamados eufemísticamente “desvíos de recursos” o “desfalcos”.

Tampoco se ha reflejado como actúan los militantes en la Tarea Ordenamiento, que tanto ha afectado sus centros laborales y a la población con los precios disparados y los salarios y pensiones que no alcanzan para afrontarlos. No se dice qué harán los núcleos del Partido para elevar la producción e incidir en el mejoramiento de la situación económica nacional. El único partido permitido “es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y el Estado. Organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción y el avance hacia la sociedad comunista…”, según el Artículo 5 de la Constitución.

El traspaso de funciones de Raúl Castro a Miguel Díaz-Canel debe realizarse este año, según determinó el general de Ejército en el VII Congreso. Al ser el primer secretario del PCC, él ostentaría los cargos que solo Fidel y Raúl Castro ejercieron. Sin embargo, eso no significa que él poseerá el poder omnímodo que ellos impusieron. El general sería el supervisor y moderador de intereses mientras tenga vida y los militantes continuarán siendo el poder político y económico real.

Resulta poco probable que Díaz-Canel no sea confirmado, pero lo contrario no es totalmente descartable en un panorama en el que se impongan, por ejemplo, las fuerzas contrarias a las reformas. O si los militares adujeran que el gobernante ha sido errático en la implementación de los programas económicos para afrontar la debacle.

“Díaz-Canel no es un improvisado”, expresó Raúl Castro en la sesión de la Asamblea del Poder Popular del 18 de abril de 2018. Cuando él cumpla sus dos mandatos como presidente, deberá mantenerse como primer secretario del PCC los tres años que quedan hasta el próximo congreso para viabilizar el tránsito seguro, “ahorrándonos aprendizajes del sustituto, hasta que se retire”, también precisó el general de Ejército.

El actual presidente de la República nació en 1960, un año después del inicio de la llamada Revolución. La mayor parte de los cubanos (84%) no ha conocido otro gobierno ni otras condiciones políticas, económicas y sociales mientras la historia se ha reescrito a gusto de los gobernantes.

La población está moldeada a esperar, obedecer, simular, esconder las frustraciones; sus esfuerzos son para escapar al exterior, preferiblemente hacia Estados Unidos.

Por su lado, los cuadros “elegidos” en el VIII Congreso del PCC serán los encargados de coartar la libertad de expresión y la participación ciudadana; ejecutarán las campañas ideológicas y la represión.

 

 

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