Oswaldo Páez-Pumar: Los sucesos de La Victoria
Se ha dado un peligroso paso para que eventualmente se propicie por países vecinos, y aun por países no vecinos, la independencia de pueblos con territorio propio, que conduciría al desmembramiento de Venezuela de una vastísima zona llena de recursos minerales y la mayor parte de las riquezas hídricas del país. Palabras más palabras menos, así me expresé hace 20 años, en un discurso pronunciado el 26 de julio de 2001, al referirme a los cambios introducidos en la Constitución aprobada el año 1999. Si el texto no figura entrecomillado es por dos razones: La primera, porque resumo lo dicho en una exposición de más de 20 páginas en el espacio de un artículo; y la otra, porque según me enseñaron mis mayores es impropio citarse uno mismo.
No pasaron muchos años y ya el entonces presidente Chávez, que nunca se sintió bien con el presidente Uribe Vélez aún después de que éste le calzara un “poncho”, anunciaba que Venezuela limitaba al oeste con la FARC. Luego las elecciones en Colombia colocaron en la presidencia a Juan Manuel Santos quien encontró en el presidente de Venezuela, o quizá fue al revés, el presidente de Venezuela encontró en Santos “el nuevo mejor amigo”.
Las negociaciones para el proceso de paz en Colombia comenzaron en Cuba, quizá escogida como sede para las mismas “en razón de su imparcialidad”. Santos, paradojal apellido para quien no llega a “beato” ni siquiera a “venerable”, obtuvo el Premio Nobel de la Paz.
El tal proceso de paz no fue sino una comedia y la participación de Venezuela en las conversaciones, como lo estamos viendo hoy, un pequeño sainete en medio de la comedia. Los apaciguados miembros de las FARC obtuvieron curules parlamentarias, privilegios judiciales y sobretodo dispensa de las penas privativas de libertad por tantos delitos como el reclutamiento de niños y adolescentes de ambos sexos, y desde luego ni hablar de indemnizaciones pecuniarias por los daños causados; y como complemento concurrieron a las elecciones con las mismas siglas de su movimiento guerrillero: “FARC”.
No pudo ese proceso conducir a la paz. El ELN permaneció al margen y como era de esperarse las FARC se dividieron; y como ya había anunciado Chávez Frías que Venezuela limitaba al oeste con las FARC, el territorio de Venezuela al este de Colombia fue cedido para que allí se asentaran las fuerzas colombianas que monopolizan la economía de la zona, reclutan de manera forzada jóvenes, adolescentes y niños, derivan su fortaleza económica del tráfico de drogas y desde luego aspiran a crecer en fuerza para desalojar del poder al gobierno colombiano no de Uribe, ni de Santos sino de Duque.
La llamada FANB ha decidido tomar cartas en la lucha entre las fuerzas del ELN y la desmembración de la FARC con el resultado de provocar el éxodo de venezolanos hacia Colombia y la muerte de muchos compatriotas, a quienes se pretende identificar como parte de una de esas dos fuerzas colombianas enfrentadas y desde luego también como traficantes de drogas. No hay explicación para lo ocurrido. El gobierno de Maduro y su Padrino no se muestran locuaces como lo fue Chávez Frías.
Por eso yo me aventuro con una conjetura: será que Maduro y su Padrino apartándose de lo que dijo Chávez Frías que “Venezuela limita al oeste con las FARC”, nos quieren vender que “Venezuela limita al oeste con el ELN”. Estaba equivocado en lo dije hace 20 años. No son los países vecinos y algunos no vecinos los que pretenden el desmembramiento de parte de nuestro territorio, son algunos que se hacen llamar venezolanos.