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¿Raúl Castro se fue?

Una decisión absolutamente burocrática, Díaz-Canel es el administrador del Estado No Militar y solo eso. El entramado militar de Raúl Castro sigue sin modificarse, no hay un oficial en las Fuerzas Armadas, que hubiere sido ascendido, sin el visto bueno de quién fuera Ministro de Defensa desde el 59 y Segundo Secretario del Partido desde su creación, y que estuviera siempre al mando de lo relativo a ascensos, traslados, y envíos a retiro dentro de las FF.AA.

Él tiene el poder y mientras esté vivo lo tendrá.

Porque la real fuerza -en todos los sentidos -en Cuba, son los militares. Desde GAESA con las numerosas e importantes Empresas Militares, dueñas de Hoteles, control del turismo Extranjero y las tiendas de venta de productos Extranjeros en divisas, hasta las armas más sofisticadas de un fuerte y bien entrenado ejército.

Y ese poder de Raúl Castro incluye a la Seguridad del Estado, y la Policía.

Me parece aventurado decir «que terminó la era Castro».

Quedan otros Castro y no son los sobrinos ni los nietos derrochadores del hermano, ni tienen que apellidarse Castro. Se puede apellidar Rodríguez López-Calleja, o Castro Espín u otro pariente.

Hay que derrocar al Estado Militar. Sería interesante que los militares Cubanos entendieran que sólo son los jenízaros de un Jeque caribeño con una cohorte de danzantes supuestamente ideologizados, pero que no son ciegos. Ven, pero no actúan. Y el caso es que ya los recursos no dan para complacer a tanta gente. Y la pobreza los está alcanzando.

A ellos tampoco les gusta que el nieto de Fidel tenga un Mercedes…o se lo presten.

Ni que los niños bien, que no son los de todos los generales, pasen las vacaciones en Europa o tengan vía libre en los paladares de lujo o en los Nightclubs , de entrada limitada en La Habana.

Ser iguales a los iguales de arriba es chévere, pero que te pongan, poco a poco, según se acaban las excepcionalidades-o sea los regalitos y las prebendas- a nivel de los que les cuesta comprar vino y cenas costosas es preocupante, para todos los vive bien que no son del Primer Nivel.

Y,  poco a poco, la miseria cubana se convierte en una de dos niveles: el Comité Central y el resto de los cubanos.

 

 

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