Andrés Velásquez: ¿Un primer paso hacia dónde?
Hoy en Venezuela no hay institucionalidad, por lo que la separación de poderes, que en democracia actúa como contrapeso y equilibrio frente al Poder Ejecutivo, simplemente no existe, todas las instituciones fueron asaltadas, destruidas, arrasadas por la dictadura y su partido PSUV.
Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro, fueron paso a paso tomando el control y destruyendo todos los pilares del Estado de Derecho para imponer su modelo totalitario y tiránico llamado socialismo del siglo XXI, en el que el Poder Judicial, Poder Legislativo, Poder Moral (Fiscalía, Contraloría, Procuraduría) y Poder Electoral, fueron anulados completamente y convertidos en brazos operadores al servicio de la dictadura (Poder Ejecutivo), hoy usurpado por Nicolás Maduro.
Es así como este «nuevo» CNE continúa con el mismo esquema de los anteriores: control total del PSUV, que intenta imponerse como partido único y dar al traste con cualquier hilo democrático en pie para someternos por la vía de la fuerza con un falso dilema: «La supuesta abstención». Nada ha cambiado. Es un CNE de Maduro no intenten explicar lo contrario porque las pruebas saltan a la vista de todos.
El anuncio de 2 representantes de «oposición» en la directiva (alegría de tísico), no son tales, porque una vez definida la composición y reparto interno de las distintas instancias de control electoral tuteladas por el CNE, se puede ver con claridad que esto no pasó de ser un señuelo, un maquillaje, para ver si de esta manera pueden lograr algo de convocatoria en la población, que en mi opinión no lograrán, porque los ciudadanos sabemos que esta elección de gobernadores y alcaldes solas, sin condiciones, ni cronograma electoral que incluya elecciones presidenciales, es decir, sin un acuerdo integral que vislumbre la posibilidad real de solución a la crisis humanitaria, económica y política que sufrimos en Venezuela, no tiene, ni tendrá ninguna credibilidad o compromiso de los ciudadanos para votar.
Lo dejo más claro: sin precisar esas condiciones el único ganador de unas elecciones regionales es el usurpador Nicolás Maduro, que ganará (por la fuerza) legitimidad y reconocimiento con la comparsa que ellos mismos están armando a su medida y en esa trampa caza bobos no podemos caer, son 22 años de dictadura feroz, como para a estas alturas tener el caradurismo de decirnos a los venezolanos que este es un primer paso, ¿un primer paso hacia dónde? Y a los que sostienen que hay que defender el voto y conquistar espacios les digo: este no es el camino.
Reconocer a Maduro, seguirle su juego electoral sin condiciones, desconocer los resultados de la Consulta Popular que declaró:
- Fraudulentas las elecciones del 6D-2020.
- La voluntad férrea de los venezolanos de desalojar a la dictadura, como primer paso para recuperar el país, la libertad y la democracia.
- La necesidad de poner en marcha la ayuda humanitaria urgente para enfrentar la compleja y enorme crisis que padecemos los ciudadanos, es mirar para otro lado.
Porque es precisamente el desconocimiento de las farsas electorales impuestas por la dictadura desde 2018, lo que nos ha permitido nuclear un robusto apoyo de la comunidad internacional a nuestra lucha democrática.
Cada quien tiene derecho a adoptar el camino que quiera, pero no pretendan venderle a los ciudadanos espejitos y burlas electorales, porque decir hoy que mediante unas farsas electorales regionales o municipales en pelo, vamos a resolver el problema de fondo de la crisis, es sencillamente mentira, cuando un país entero espera una solución política seria, verdadera, estructurada, no un autogol que atornille a Maduro y sus cómplices en el poder que usurpan, pretendiendo darle la legitimidad que no tienen, por la fuerza como es a toda regla, en dictadura.
Tanto la coalición democrática, como el presidente Juan Guaidó seguimos exigiendo establecer un acuerdo integral que ponga fin a esta dictadura y pedimos a los venezolanos y a toda la comunidad internacional su apoyo para ejercer la presión necesaria, (nosotros adentro y ellos desde fuera) para lograr recuperar nuestro derecho a ser libres, retomar la senda democrática (que exige la gran mayoría de los venezolanos) y reconstruir el país.
Lo decimos alto y claro: los factores democráticos no daremos este paso hacia el abismo.