Democracia y Política

Salvini, heredero de Berlusconi: un acuerdo para fusionar las derechas La Liga y Forza Italia

La familia del Cavaliere está de acuerdo, porque favorece a su imperio económico. Sería un partido único en las elecciones de la primavera del 2023, con Mario Draghi como presidente de la República

La unificación del centro derecha italiano da un paso importante: Silvio Berlusconi y Matteo Salvini logran un acuerdo para presentarse unidos en las próximas elecciones, fusionando Forza Italia y la Liga. Después de muchos años de buscar sin éxito un heredero político, el ex primer ministro y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, a sus 84 años, cuando ya está en el ocaso de su carrera política, ha encontrado un sucesor. Se trata del exministro de Interior, Matteo Salvini (48), líder de la Liga.

Los dos hijos mayores de Berlusconi, que están al frente de su imperio económico, están de acuerdo, así como algunos de los dirigentes más influyentes de su grupo Mediaset. El ex primer ministro concuerda

con su familia en la conveniencia de ceder el cetro de Forza Italia a Salvini, para fusionarse a la Liga, porque esa iniciativa beneficiará también a sus empresas.

No todos los dirigentes están de acuerdo en esa unión con la Liga para formar un partido único. Pero la decisión del Cavaliere es firme, según señalan diversos medios italianos.

Así se lo manifestó Berlusconi a Salvini en la noche del domingo, después de una manifestación de la Liga el pasado fin de semana, en Roma, en apoyo de un referéndum con seis preguntas sobre la justicia, con el objetivo de reformarla.

Heredero político

El diálogo entre Berlusconi y Salvini, mantenido en la residencia del ex primer ministro en Arcore (Milán), donde aún se repone de las secuelas del Covid, supuso un paso decisivo en la fusión de sus partidos, con la indicación en la práctica de considerar al líder de la Liga como su heredero político: «Me gustó mucho –le dijo Berlusconi– vuestra manifestación, toda colorada de azul, moderada, y sobre la justicia tú eres mi heredero. Esta es la Italia que se necesita para sacar adelante el país, gente sin grillos en la cabeza, que trabaja y quiere construir. Querido Matteo, este es un gran pueblo al que debemos dar un gran partido unido».

La respuesta de Salvini, según la reconstrucción que hacen los medios italianos de la reunión de ambos líderes en Arcore, complació al líder de Forza Italia: «Presidente, a ti se debe la existencia de esta Italia moderada y trabajadora, la llevaremos al gobierno en el 2023». En marzo de ese año se cumplirán los cinco años que dura la legislatura italiana. Para entonces, Salvini y Berlusconi esperan que Mario Draghi sea el presidente de la República.

Objetivo de Salvini

El líder de La Liga ha aumentado en los últimos tiempos sus esfuerzos para lograr la unidad de los partidos de la derecha, porque ve peligrar su liderazgo ante el creciente avance de Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), liderado por Giorgia Meloni, que ya le pisa los talones en las encuestas.

Un pacto no escrito entre las fuerzas del centro derecha ha establecido que, si ganan las elecciones –los sondeos les dan una clara victoria si hoy hubiera comicios–, sería primer ministro el líder del partido más votado. Teniendo en cuenta su creciente consenso electoral, Gieorgia Meloni podría convertirse en la primera mujer italiana que preside el gobierno italiano. A Matteo Salvini le hubiera gustado que a este tren unitario del centro derecha se hubiera subido también Hermanos de Italia, el único partido que no forma parte del gobierno de unidad nacional que preside Mario Draghi.

Al ser la única fuerza importante de oposición, Giorgia Meloni se ve favorecida políticamente, figurando ya en algunas encuestas como segundo partido, casi en el 20% en intención de voto, empatado con el Partido Democrático, y a menos de dos puntos de la Liga. Por su parte, Forza Italia se sitúa por debajo del 8%.

Oposición de Giorgia Meloni

Meloni se opone por ahora a la Federación de los partidos del centro derecha, pero Matteo Salvini continuará con su propuesta, que reiteró en la manifestación del fin de semana: «Después del coronavirus, la política tiene el deber de unirse, ser rápida, concreta y eficaz. Los italianos nos piden esto, no divisiones y peleas. Pido a todos los amigos del centro derecha que nos unamos para ayudar a Italia y a los italianos, dejando al margen los celos, el egoísmo, las divisiones», con «un pacto fundacional de valores comunes» poniendo en el centro «especialmente la libertad».

En definitiva, Matteo Salvini tendrá que esperar hasta el 2023 para ver cumplido su deseo de liderar todo el centro derecha. Y, desde luego, no tiene garantizado que en esa fecha vaya a ser él quien encabece el gobierno italiano, si para entonces Hermanos de Italia se hubiera convertido en el primer partido del centro derecha. Por eso, Salvini tenía prisa y hubiera deseado un adelanto electoral, con la Liga como primer partido, lo que le habría permitido convertirse en primer ministro.

 

 

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