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Millonarios y prófugos de la Justicia: los que eligieron Cuba como refugio

Tanto Fidel como Raúl Castro han ofrecido hospitalidad a extranjeros millonarios prófugos de la Justicia, con los que han establecido negocios. DIARIO DE CUBA repasa los casos más célebres.

Pareciera un contrasentido que hombres adinerados procedentes de EEUU y Europa encontraran una suerte de santuario en Cuba, un país cuyo Gobierno en su discurso hacia el mundo fustiga la acumulación de riquezas y hacia lo interno procesa a sus ciudadanos por «enriquecimiento ilícito», a menudo por el simple hecho de tener pequeños negocios prósperos.

No obstante, tanto Fidel Castro como Raúl Castro tuvieron de huéspedes en la Isla a millonarios prófugos de la justicia con los que incluso llegaron a hacer negocios

DIARIO DE CUBA repasa algunos de los casos más célebres.

El fugitivo Robert L. Vesco

Quizás el caso más célebre sea el del empresario estadounidense Robert L. Vesco, quien llegó a Cuba en 1978 después de huir de su país por presunto fraude fiscal con destino Bahamas y Costa Rica. En ese último país quiso establecer un distrito financiero internacional semejante a un paraíso fiscal, pero una orden de extradición de Washington en su contra lo hizo abandonarlo después de varios años codeándose con altas figuras de la política local.

Tras arribar a Cuba, Fidel Castro declaró: «A nosotros no nos importa lo que hizo en EEUU. No nos importa el dinero que tenga», según The New York Times. Lo primero pudo ser cierto, lo segundo era mentira.

Porque bajo el seudónimo de Tom Adams y haciéndose pasar por un inversionista canadiense, Vesco comenzó a hacer negocios con José Antonio Fraga Castro, sobrino del dictador y por entonces director de la estatal Empresa de Laboratorios Farmacéuticos LABIOFAM.

«Los actos mercantiles entre Vesco y Fraga Castro estuvieron orientados a producir a escala industrial en Cuba, con fines de exportación, un ‘milagroso fármaco’, el Trioxidal, aludido como TX, al que se le atribuían propiedades extraordinarias para erradicar varias enfermedades degenerativas, entre ellas el cáncer», aseguró en un artículo el abogado cubano Sergio Osmín Fernández Palacios.

Sin embargo, como con tantos otros hombres de negocios vinculados a los Castro, Vesco cayó en desgracia y en 1996 el Tribunal Provincial Popular de La Habana lo sentenció a 13 años de cárcel, de los que cumplió nueve, por presuntamente defraudar a su socio Fraga Castro.

También de manera enigmática se supo de su muerte en La Habana en 2007.

Ovidiu Tender, el industrial rumano amigo de Alejandro Castro

Los negocios de Robert L. Vesco con LABIOFAM pusieron a este en contacto con Ovidiu Tender, industrial y uno de los hombres más ricos de Rumanía. Tender habría negociado con La Habana montar una fábrica para la producción de productos cubanos en Serbia, según Fernández Palacios.

Ovidiu Tender visitó Cuba en 2014, de acuerdo con un reporte de la publicación oficial Opciones. «Pretendo alcanzar un acuerdo con el Grupo Empresarial LABIOFAM para producir y comercializar sus productos en Rusia, Europa y África, mediante dos estructuras económicas en Serbia: una fábrica de medicamentos y un Spa donde pueden ser empleados en diversos tratamientos de salud los artículos elaborados por LABIOFAM», declaró en esa ocasión.

Ese mismo año, el medio rumano WowBiz reportó la presencia en el país europeo de Alejandro Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro. La nota indicó que Castro «está conectado con nuestro país por la belleza de los lugares, pero también por su amistad con Ovidiu Tender, uno de los empresarios locales más fuertes. Según algunas fuentes (…) los dos se hicieron amigos en Cuba, durante el período en que Tender decidió invertir en este país, en la industria farmacéutica».

Tender era investigado por la Justicia rumana desde 2006. En 2015, fue sentenciado junto a seis de sus colaboradores a 12 años y siete meses de prisión y 75 millones de euros de multa por fraude, creación de una organización criminal y lavado de dinero, entre otros delitos.

Tal sentencia, según Fernández Palacios, tuvo que ser ejecutada «a través del Tribunal Provincial Popular de La Habana, al ser identificado Ovidiu Tender residiendo de manera regular en la capital cubana, aún en febril actividad mercantil con directivos de LABIOFAM».

Finalmente, Tender fue extraditado a Rumanía, entró a prisión y fue liberado bajo palabra en 2019, según el medio Romania Insider.

El mayor estafador de la India

A fines del pasado mayo, la Policía de la isla caribeña de Dominica capturó a Mehul Choksi, un empresario del negocio de los diamantes de la India buscado por las autoridades de ese país, quien se encontraba fugitivo desde el domingo. De acuerdo con los reportes, el detenido intentaba huir a Cuba partiendo de Antigua y Barbuda, donde residía desde 2018.

Choksi, uno de los fugitivos más buscados por las autoridades de Nueva Delhi, con una circular de búsqueda internacional de Interpol emitida en su contra y presunto cerebro de la que se considera la mayor estafa contra un banco del Estado en ese país, había sido dado por desaparecido el fin de semana en Antigua y Barbuda, donde era sometido a un proceso de revocación de su residencia.

De acuerdo con el medio India.com, el detenido estaba buscando seguir rumbo a Cuba, donde según uno de sus colaboradores en Antigua y Barbuda, tiene una mansión de lujo. El hombre de 62 años había desaparecido en medio de los esfuerzos por extraditarlo por parte de la Policía de la India, que investiga un fraude de 2.500 millones de dólares contra el segundo banco estatal más grande de ese país asiático aparentemente cometido por Choksi y sus allegados.

Si bien el millonario sigue detenido y bajo proceso judicial en Dominica y no han trascendido detalles acerca de su presunto interés por llegar a Cuba, cuyo Gobierno no tiene convenios de extradición con Nueva Delhi, el misterio sigue en pie.

MacAfee, el millonario al que le gustaba la Tukola

El estadounidense John McAfee, creador del famoso antivirus que lleva su apellido, parece haberse llevado a la tumba los secretos de su estancia en Cuba durante varios meses en 2019.

Esto, tras aparecer estrangulado en la celda donde permanecía detenido en Barcelona, España, esta semana. El deceso se conoció pocas horas después de que la Audiencia Nacional de España diera el visto bueno para extraditarlo a Estados Unidos, donde estaba acusado de evasión de impuestos desde hace años.

McAfee, quien vivió por meses en su yate en la exclusiva Marina Hemingway de La Habana y luego permaneció en República Dominicana, donde estuvo detenido por supuestamente llevar armamento pesado en su bote, había sido arrestado en octubre pasado en el Aeropuerto Internacional del Prat, en Barcelona, mientras trataba de volar a Turquía.

El Gobierno de EEUU lo había acusado por no reportar las ganancias que obtuvo de la promoción de criptomonedas, por realizar charlas sobre el tema y por la venta de los derechos de la historia de su vida para un documental de televisión. Finalmente, emitió una orden de captura internacional y pedido de extradición.

Fue entonces cuando comenzó un recorrido que lo llevó a refugiarse por meses en Cuba en 2019, desde donde tuiteó regularmente junto a su pareja, una mujer cubana de identidad desconocida, y se postuló por segunda vez a las elecciones presidenciales de EEUU por el Partido Libertario.

Además, defendió la revolución cubana, celebró el refresco TuKola, que rebautizó en sus redes como «la Coca Cola cubana» y se ofreció al Gobierno como asesor de criptomonedas con el propósito de burlar el embargo de EEUU contra La Habana.

En 2012, McAfee también fue declarado prófugo por las autoridades de Belice, donde residía entonces, por el presunto homicidio del también estadounidense Gregory Faull, su vecino, con quien tenía supuestamente una disputa por unos perros.

Un estafador del gran mundo del arte

En 2001 saltó la noticia de que el conocido tratante de arte neoyorquino Michel Cohen había estafado a varias galerías y casas de subastas, a las que convenció de que le adelantaran dinero para la compra de obras de Picasso y Chagall que luego podrían revender ventajosamente.

De origen francés, Cohen era propietario de una galería en Madison Avenue, Nueva York, y contaba con diversas propiedades en Manhattan y Malibu. Había comenzado sus carrera con la compra de 80 piezas de Chagall con las que logró una fortuna en la reventa.

Sotheby’s, una de las grandes casas de subastas del mundo, estaba entre los estafados por Cohen y puso una querella contra él. Otros estafados siguieran su ejemplo y las reclamaciones alcanzaron la cifra de 40 millones de dólares, aunque se calculaba que el monto total de la estafa ascendería a unos 75 millones de dólares.

La Justicia, sin embargo, no pudo dar con Michel Cohen. Fue dado por prófugo de la ley, comenzó a ser  buscado, y la revista Forbes afirmó que se escondía en Cuba.

«Rumores del mundo del arte lo han dado por escondido en Cuba, París y, más recientemente, en Costa Rica», publicó el semanario New York Magazine en agosto de 2001.

Dos años más tarde, en mayo de 2003, Michel Cohen fue detenido y encarcelado en Brasil. Según New York Post, las autoridades brasileñas suponían que Cohen se había fugado a Cuba, antes de seguir hacia Brasil, donde terminó cumpliendo condena.

Homer Simpson visita a Fidel Castro

El amor por el dinero ajeno de Fidel Castro y su Gobierno, no importa la ideología de quien lo posea, trasciende las anécdotas más o menos públicas que aquí se resumen.

Por ello, los creadores de la serie de animación Los Simpson le dedicaron en 1998 un capítulo de la novena temporada —»The Trouble with Trillions» («Misión deducible»)—, donde Homero Simpson y dos de sus compinches escapan de las autoridades de EEUU, tras ser perseguidos por evadir impuestos. Tienen en su poder un billete único de un trillón de dólares y vuelan hacia el Caribe para comprarse una isla y darse la gran vida. Sin embargo, durante el trayecto deciden parar en la Isla socialista.

Fidel Castro accede a reunirse con ellos tras admitir que el país estaba en bancarrota. «No nos queda más que abandonar el comunismo. Siempre supimos que esta patraña no podía sostenerse», les dice.

Sin embargo, tras enterarse de la existencia del billete, la situación cambia.

Puesto que los recién llegados confiesan sus planes de quedarse a vivir en Cuba gracias a la fortuna que poseen, el dictador pide cerciorarse de la autenticidad del billete. Quien guarda el billete duda de mostrárselo, pero Homer Simpson lo convence de que pueden confiar en Fidel.

En la escena siguiente, el trío de corruptos aparece en una balsa, desahuciados y sin su botín. Habían encontrado a uno más corrupto que ellos tres juntos.

La historia que Los Simpson cuenta en clave de comedia ha sido recurrente. En todos sus años en el poder, los hermanos Castro han dado refugio a millonarios de diversas nacionalidades que huyen de la Justicia. No les han importado sus delitos, sino sus fortunas, por malhabidas que sean.

 

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