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 Oswaldo Páez-Pumar: ¿Se repite la historia? (a una semana del 12 de octubre)

 

Hay unos cuantos personajes notables en la historia que han pronunciado la frase y seguramente es la de Marx “primero como tragedia y luego como farsa”, la que la gran mayoría recuerda o evoca. Por eso me pareció mejor para título de mi artículo formularla como pregunta y no de modo asertivo.

Todo el mundo conoce que el padre del Rey Felipe VI, el Rey Juan Carlos, se vio obligado a reclamar silencio del antecesor del usurpador en el ejercicio de la presidencia de la RB de Venezuela, con una frase lapidaria,  “¿por qué no te callas?” La frase fue tan imponente que Chávez Frías, siendo lo locuaz que era, enmudeció; y la frase se ha convertido en “histórica”.

Desde luego la mudez no sería de modo definitivo, que no llegaría sino con la muerte como nos ocurre a todos, cuya fatalidad nunca llegó a estar claramente establecida, por lo que se sigue dudando si la designación del usurpador para que lo sustituyera, fue efectiva o fue post-mortem, dado el personalísimo interés de Castro en que asumiera la presidencia de Venezuela quien había sido debidamente instruido acerca de quién era el jefe que debía ser obedecido.

Ahora acaba de ocurrir un nuevo encuentro entre el rey de España su Majestad Felipe VI y el usurpador de la presidencia de la RB de Venezuela, que es como decir, tan solo un decir, entre los “hijos” pero a diferencia del anterior encuentro que fue cara  a cara, éste ha sido por correspondencia, y siento que pudiera hasta decir que el encuentro es entre el hijo real de quien lleva sangre real y el hijo putativo del iluminado de Sabaneta.

Es aquí donde la historia se repite, pues del mismo modo como Chávez Frías se abstuvo de responder al Rey Juan Carlos, con alguna frase tal como “porque no me da la gana”, o “¿por qué no te callas tú?”, yo estimo, y ya esto no es historia sino profecía, que el Rey Felipe VI no responderá la carta del usurpador Maduro.

Desde luego, no es solamente el rey Felipe VI, sino todos los reyes, han sido educados para prestar atención y dar respuesta, en el caso que lo amerite, a la correspondencia que les haya sido dirigida a ellos; y aunque no le guste al usurpador el destinatario tiene que ser llamado por su rango “Majestad”, de manera que la correspondencia del usurpador terminará en manos de un conocedor de la lengua que responderá “ACUSO RECIBO DE UNA CORRESPONDENCIA SUYA , QUE ME HA SIDO REMITIDA PARA DARLE RESPUESTA AL DESCONOCER A QUIEN SE LA HA DIRIGIDO USTED” por esas vainas que se dicen de los españoles cuando se proponen hacer uso del lenguaje que legaron Cervantes, Quevedo y no sigo haciendo cita de los nacidos en la península, sino más bien de Neftalí Reyes nacido aquí en América, que les agradeció el habernos dado el lenguaje, sin el cual desde luego el usurpador no habría podido insultar a su Majestad Felipe VI.

En realidad el usurpador no ha insultado a su Majestad Felipe VI, ya es sabido que en estas lides no lo hace quien quiere sino quien puede. Lo más triste de esa pretendida correspondencia suya, es la falta de originalidad. No es sino una repetición de lo expresado por el presidente de México, que a su vez es repetición de lo que se ha llamado “leyenda negra”; y para colmo no de un dicho suyo del año pasado, o al menos del primer semestre de este año. No, es algo que López Obrador acaba de decir y quizá algún asesor del usurpador sorprendido por esa revelación, se lo presentó como una novedad digna de ser imitada y de ese diálogo surgió la idea de “cartearse” con Felipe VI, ignorando la condición de reciprocidad que caracteriza a ese verbo. Ya les había informado que las siglas del presidente mejicano no son AMLO, como él las presenta, sino “MALO”,  por lo que ocultan, pero las del usurpador, son realmente un pero, que se escribe “PEOR”.

 

 

 

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