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Boinas negras, pañuelos rojos y banderas para silenciar los gritos de libertad en Cuba

Yunior García Aguilera volvió a sufrir un acto de repudio en su casa y otros activistas fueron detenidos la víspera del 15N

A pocas horas del gran día señalado por la oposición cubana para la movilización del 15 de noviembre, la plataforma convocante Archipiélago denunció el «bloqueo cruel, ilegal e inhumano» al que el Gobierno sometió a uno de sus líderes, Yunior García Aguilera.

El dramaturgo, que tenía planeado salir a pasear en solitario este domingo 14 de noviembre vestido de blanco y con una rosa por El Vedado habanero, se vio sitiado en su domicilio de la Lisa, en la periferia de la capital, donde recibió de nuevo la visita de los vecinos que semanas atrás llamaron a su puerta para advertirle de que no le dejarían realizar la Marcha Cívica por el Cambio.

«Usted está al servicio de los enemigos de nuestro pueblo», dice ante la reja de su casa la misma mujer que el pasado 1 de noviembre lideró un acto de repudio similar. «Eso no es cierto», replica García Aguilera con calma. «Es cierto, usted está al servicio de ellos, y aquí esta comunidad, este pueblo, no le vamos a permitir ningún show mediático», continúa con tranquilidad la vecina que, de pronto, se exalta.

«Yo estoy defendiendo la historia mía, la de mis hijos, la de la Revolución, la de mis nietos», continúa más alterada. «Y lo está haciendo delante de mi casa», le reprocha el dramaturgo pausadamente. «También. Y se lo dije el otro día cuando vine y se lo vuelvo a repetir hoy, que no le vamos a permitir esta actividad. Este barrio es de revolucionarios», concluye.

 

 

El video, grabado desde fuera y difundido por los propios factores del Gobierno, muestra la jornada que vivió García Aguilera en esa protesta previa con la que pretendía dejar este 15 de noviembre la vía abierta al resto de los ciudadanos, después de que todos los poderes del régimen hayan puesto el foco en él desde que en septiembre lideró la convocatoria de la Marcha Cívica por el Cambio que se desarrollará este lunes en la mayoría de las provincias cubanas y centenares de ciudades de todo el mundo –al menos 120 se han adherido para apoyar, aunque en algunas los actos tuvieron lugar este domingo.

«La acción de sitiar a un ciudadano para impedirle caminar por una calle habanera no solo se valió de un repugnante acto ‘cultura’ de repudio y de un cerco con policías vestidos de civil, también consistió en tapiar su ventana usando la sagrada insignia nacional como un bochornoso telón de represión», reprochó también a través de Facebook Archipiélago, que ha subrayado el uso torticero de la enseña nacional.

Precisamente, algunos simpatizantes del colectivo opositor han recordado en las redes sociales que el empleo con fines políticos de la bandera ha sido considerado delito en algunas ocasiones para juzgar a disidentes, como el miembro del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara.

Posiblemente el foco puesto sobre García Aguilera fue lo que ayer permitió que, al menos, no fuera detenido, como sí ocurrió con otros miembros de Archipiélago en provincias con menos ojos mediáticos puestos en ellas. Fue el caso del holguinero Víctor González, firmante de la carta solicitando autorización para la marcha de esa provincia. En la misma ciudad, Miguel Montero, su amigo personal y coordinador de la plataforma, se dirigió a la calle para averiguar por su cuenta y fue conducido a Instrucción Penal en Holguín en torno a las 5 de la tarde, aunque horas después confirmó que estaba ya en casa. Tampoco se ha sabido nada de Daniela Rojo, de Guanabacoa, desaparecida desde hace ya más de 48 horas a pesar de que sus allegados la han buscado incluso en la estación de policía.

Posiblemente el foco puesto sobre García Aguilera fue lo que ayer permitió que, al menos, no fuera detenido, como sí ocurrió con otros miembros de Archipiélago en provincias

También fueron arrestadas al menos dos personas en el parque El Quijote tras gritar «Viva la democracia». Según se puede ver en un vídeo difundido en redes sociales, unos simpatizantes del 15N iniciaron un intercambio de palabras, inicialmente pausado, con partidarios del Gobierno. Al finalizar la conversación, las dos partes se alejan mientras los primeros gritan «Viva la libertad», a lo que los segundos responden: «Viva el Partido Comunista de Cuba». Posteriormente, un vehículo policial aparece en el lugar y se lleva a los opositores entre algunos gritos de «Viva Fidel» y «Viva la Revolución».

A poca distancia, en el Parque Central, el presidente Miguel Díaz-Canel, participaba vestido con pulóver rojo y el rostro de Che Guevara estampado en negro, en la sentada organizada por los denominados Pañuelos Rojos en apoyo al régimen. El mandatario escribió en su twitter: «Miembros de varios colectivos y líderes de la sociedad civil protagonizan una acción antiimperialista en desacuerdo con las prácticas de guerra no convencional ejecutadas contra la paz en Cuba».

En el acto intervino el trovador Tony Ávila y la lluvia obligó a los asistentes, gobernante incluido, a sentarse en el suelo debajo de los soportales del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. «El primer secretario del Partido y presidente de la República, el cubano Miguel Díaz-Canel, se sentó en el piso, junto a esas muchachas y muchachos a quienes los une la misma sencillez de pueblo y el mismo sentimiento de bronca ante lo mal hecho y de amor por la Isla»describe Granma. Un bucólica estampa para un hecho que ocurría a unos kilómetros de donde se impedía por la fuerza salir a García Aguilera a caminar.

 

 

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