Peter Jackson: «Vemos a los Beatles siendo ellos mismos por primera vez»
El cineasta australiano habla sobre su trabajo como director de ‘Get Back’, la serie documental estrenada en Disney+
La experiencia audiovisual de ‘Get Back’, el documental que muestra el proceso de creación de ‘Let it be’, es tan inmersiva como nos la vendían. Hace que el espectador sienta que está sentado junto a los Fab Four en el local de ensayo de una manera tan intensa, que dan ganas de levantarse del sofá para decirles que no se desanimen, que lo van a conseguir. Tenían tres semanas para grabar un disco y preparar un concierto de presentación, y estuvieron al borde de estrellarse. Claro está que no lo hicieron, pero ahora sabemos lo mucho que les costó.
El metraje arranca con una hora y pico de armonía entre los de Liverpool, mostrando un proceso creativo con sus destellos de genialidad pero también con sus momentos de duda e incluso de aburrimiento, quitando romanticismo a la gestación de una obra maestra con un realismo que hubiera destrozado cualquier documental si no fuera porque se trata de los Beatles, esa banda de la que queremos saber absolutamente todo.
Nervios y una bronca
Durante los primeros minutos del capítulo inicial todo parece ir como la seda, pero de pronto aparece el bloqueo y la cosa se pone fea. «¿Cuánto tiempo nos queda?», se preguntan. Al ver que van pillados, el nerviosismo les hace tener una bronca con la que cualquier asiduo a los locales de ensayo puede identificarse. «George, ¿podrías hacer esta parte así?», dice McCartney en un momento dado. «Lo haré como más te plazca», contesta Harrison con amarga ironía. «Me siento como si fuera vuestro jefe, y no me gusta. No siento vuestro apoyo», replica Macca ante el silencio y la mirada ausente de sus compañeros. No es el único instante en el que se masca la tragedia. Harrison dice en otra escena que quizá deberían divorciarse, y después de la ingeniosa coña de Lennon («¿y quién se queda con los niños?»), Paul le contesta que «el momento se acerca». En otra secuencia, el cineasta que tomó las imágenes, Michael Lindsay-Hogg, desesperado por la situación, llega a decirle a Ringo: «Si es lo último que vais a hacer juntos, hacedlo bien».
«A pesar de esas tensiones, en las 150 horas de grabaciones solo hay una vez en la que piden que apaguen las cámaras», cuenta Peter Jackson, el director de esta serie que ya se puede ver en Disney+. El hombre tras la trilogía cinematográfica de ‘El Señor de los Anillos’ (cuyo autor, Tolkien, se negó a que los Beatles hicieran una película sobre su saga), se prestó a tener un encuentro digital con varios medios hace unos días, y lo primero que hizo fue confesar que lo más difícil del proyecto fue «elegir las 144 horas que se iban a quedar fuera del producto final». Y lo cierto es que el material resultante, seis horas divididas en tres capítulos, es amplísimo pero deja con ganas de más. A no ser que no te interesen los Beatles.
«‘Get Back’ también cuenta la historia de Michael Lindsay-Hogg tratando de hacer su película», señala Jackson con retórica solidaria. «Michael era consciente de que cuando está apuntando con sus cámaras a los Beatles, ellos saben que están siendo filmados. Así que está decidido a intentar grabar todo lo que pueda sin que se den cuenta. Entonces se produce una batalla entre el cineasta y el grupo, de la que Michael intenta salir airoso empleando técnicas para hacer que la grabación sea imperceptible, y por tanto sincera. Ocultó micrófonos por toda la sala, y a veces ponía una cámara con trípode, presionaba el botón de grabar y se alejaba. Al cabo de un rato los Beatles podían mirar a esa cámara, pero si no había nadie manejándola pensaban que no estaba grabando. Michael incluso ponía un trozo de esparadrapo para tapar la lucecita roja de ‘grabando’».
Autoboicot
Así fue cómo consiguió que John, Paul, George y Ringo se abstrayesen del proyecto cinematográfico y actuaran con naturalidad. «Aunque a veces volvían a recordar que les estaban grabando, y también usaban sus propios truquitos», cuenta Jackson, que ríe al recordar una escena en la que Lennon y Harrison quieren decirse algo en privado, y para evitar ser escuchados suben el volumen de sus amplis y aporrean las cuerdas de sus guitarras, poniéndoselo imposible al técnico de sonido del documental. «Es gracioso ver a los Beatles boicoteando una película que ellos mismos han pagado», dice el director australiano, que resume la experiencia de este montaje con una frase tan perfecta como la letra de ‘Love me do’. «Todos hemos escuchado sus discos, hemos visto sus películas, sus entrevistas, sus ruedas de prensa, y creemos que conocemos a los Beatles. Pero esta es la primera vez que los vemos siendo ellos mismos al cien por cien. Y es fascinante».