Democracia y Política

Toca ‘ayusarse’

Ayuso ha demostrado que es el mejor antídoto del PP contra el asalto de Vox a sus murallas

Ignoro si Pablo Casado tiene su Aixa y si en estos tiempos de lenguaje tasado se puede recurrir a aquello de «llora como mujer…». Lo que tengo claro es que Pablo, se ponga como se ponga Teodoro, se parece cada vez más a Boabdil y va camino de perder aquello que ni siquiera tiene. El resultado de las elecciones en Castilla y León se podría resumir en que Sánchez se desinfla, Abascal se hincha y Casado, ay, necesita de respiración asistida.

La estrategia de los populares ha sido un fiasco porque, entre otras cosas, su objetivo principal de demostrarle a Ayuso que sin ella el partido también puede ha venido a confirmar algo que enturbia aún más a Génova: Moncloa para el PP será con Vox o no será. ¿Entonces? A Casado no le queda otra que ‘ayusarse’. La presidenta de Madrid se ha demostrado como el mejor antídoto contra el asalto de Vox a las cada vez más debilitadas murallas genovesas. Tiene lo que hoy mismo le falta a su jefe de filas: discurso desacomplejado y enemigo claro en el que focalizarse.

Castilla y León es la oportunidad de PP y Vox de entrenarse, testarse en el mejor banco de pruebas de cara a los que hasta los más fieles empiezan a vislumbrar: dos cabalgan juntos. Sí, vale, la izquierda mediática y bullanguera nos dará la turra con que Vox es el fascismo, luce botas de media caña y desfila brazo en alto en la intimidad. Nada que no hubieran cacareado ya. Repetirán como derviches el peor de los augurios, que España con Vox en el Gobierno se desintegra, lo cual es un sarcasmo porque precisamente la demolición del país por el sanchismo y sus aliados explica mucho de la existencia y auge de los de Abascal.

Quiero pensar que el PP está más cerca de Vox de lo que pueda estarlo nunca de este PSOE al que ya sobran, por desuso, las dos últimas letras de sus siglas. Si además como anuncia García-Gallardo quieren ser Gobierno en la Junta, el PP tendrá otra ventaja: podremos juzgar a Vox por sus hechos y no por sus dichos, comprobar si es mucho más que un estado de ánimo, como en su día se decía de Podemos o ha venido para quedarse. Si es así, que sea el inicio de una hermosa amistad.

Vaya, empecé con Boabdil y me sale un Rick Blaine. Algo es algo.

 

 

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