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Oswaldo Páez-Pumar: Cambio de prioridad

 

Habiendo terminado esta mañana la lectura de un libro de vieja data, “La peste militar” de Manuel Caballero, tenía toda la intención de dedicar este artículo al libro, comentarlo; desde luego no el todo sino algunos hitos y recomendar su lectura a quienes reciben mis correos y no lo hayan leído, aunque también a quienes sí lo hayan, porque yo mismo me encontré muchas cosas que ya había leído dado que el libro está formado por artículos que vieron la luz de forma independiente.

Me hizo cambiar de propósito un artículo de Paulina Gamus dedicado a una arremetida de Cabello contra los judíos tomando como blanco a David Smolansky Urosa. Dado que aprendí desde niño que primero son las damas y que lo presente priva sobre lo pasado, siendo Paulina Gamus dama y Manuel Caballero varón (no me pareció adecuado por redundante llamarlo caballero) y siendo su artículo de hoy y el libro de Caballero de 2007 decidí cambiar el tema.

El artículo de Paulina Gamus recalca que Cabello omite el segundo apellido de Smolansky, Urosa, como una forma de resaltar su condición de judío, lo que pone al descubierto su antisemitismo, que el propio Cabello se empeña en negar diciendo que el sí es antisionista pero no antijudío, lo que a su vez Paulina Gamus destruye al mostrar el origen moderno del término, que desde luego lo registra la Torá y la Biblia cristiana. Hasta aquí el relato los que quieran más, vayan a las fuentes, lo que escribió Cabello y la demoledora réplica de Paulina. (Perdone la confianza de llamarla por su nombre).

Dejemos esta historia para poder terciar en la polémica porque todo lo dicho hasta este momento es introducción para poder decir lo que pienso.

  • Proclamarse antisionista es un juego de palabras para que no se le califique de antijudío, aunque más propiamente sería de antisemita, porque los árabes también son semitas, a menos que el hijo de Agar no lo fuera de Abraham.
  • Es muy posible que Cabello sea antisemita, si no lo fuera, es para mí imposible que no marcara distancia con Chávez Frías cuando en medio del ataque a la Sinagoga en Los Caobos maldijera a Israel, porque esa maldición no es el producto de una pugna entre dos adolescentes o jóvenes, donde uno le menta a la madre al otro. Es un jefe de Estado que fija posición y compromete a la nación sobre la existencia misma de otro Estado.
  • Cabello se exhibe, en sus muchos mazazos, como guapo de barrio. Manuel Caballero para por lo menos guardar una referencia a lo que hubiera sido el otro artículo sobre su libro “La peste militar”, le calificaría sus agresiones y desplantes a los judíos como las de “portero de burdel”, si se empeña en negar su antisemitismo, que se circunscribe a ser únicamente “antisionismo”.

 

Caracas, 17 de febrero de 2022

 

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