Oswaldo Páez-Pumar: Ucrania versus Zulia
Quizá, o sin el quizá, cuando todavía no había nacido el usurpador, más de una vez fue tema de conversación o más bien de “teorización” la declaratoria de independencia de la “República del Zulia”. No fue originada por la poderosa producción de petróleo porque siempre estuvo acompañada de un primer puesto entre los veinte estados, dos territorios y un distrito federal de aquel entonces, cuando su producción agrícola y pecuaria era de gran importancia; y desde luego se hizo exponencial frente a los otros estados con la aparición del petróleo.
También jugó papel de importancia en esas consideraciones la larga frontera del Zulia con la República de Colombia y desde luego toda la teorización acerca del “sueño” de Bolívar y su Colombia, a la que solemos llamar Gran Colombia, porque la actual, al separarse tanto Venezuela como Ecuador de la original se quedó con el nombre, aunque pudo optar por recuperar el de Nueva Granada.
La pretensión de segregar parte del territorio nacional declarándose independiente de la República de Venezuela, nunca estuvo en el corazón de los zulianos, pero eso sí, está elevada a la categoría de delito en nuestro Código Penal; y no necesito decirles qué nombre o título lleva ese delito porque estoy convencido de que quien me lea lo puede recitar sin necesidad de recurrir a opiniones legales de abogados, como es el caso mío.
Como quiera que se trata de un delito cuya naturaleza deriva del vínculo entre quién es nacional de un país y el país al cual se pertenece, resulta cajonérico que en ese delito no puede incurrir sino quien siendo nacional de un país, contra él se manifiesta y le resulta aplicable el término con el cual se define el delito, “traidor”.
Esto está ocurriendo hoy muy lejos de nuestra frontera, pero no muy lejos de nuestras realidades, porque lo que fueron las fronteras cuando el contacto era a caballo, si no a pie o en barcos de vela; hoy lo es aunque nos parezca irreal y muchos kilómetros separen nuestra frontera con todo el globo terráqueo, como si fuéramos vecinos.
El usurpador ha dado su respaldo a las provincias que se declaran autónomas y separadas de Ucrania y como consecuencia al respaldo que ellas reciben de Rusia, porque se siente identificado ideológicamente con Putin (que apellido tan bien dado) y le muestra su agradecimiento. Que nadie se extrañe de ese vínculo. Es con la KGB, de donde salió Putin en Rusia y Lukashenko en Bielorrusia y la Stasi en la “Alemania ¡democrática!” y desde luego en Cuba, patria del usurpador, por lo que su solidaridad con Putin, no es otra cosa, que su sometimiento a quien lo sostiene.
